«Las madres de la ginecología»: en honor a esclavas utilizadas para experimentos médicos

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  • Colocaron en Alabama una instalación escultórica en homenaje a Anarcha, Lucy y Betsey, tres mujeres esclavas que fueron torturadas como parte de la experimentación médica del ginecólogo James Marion Sims en el siglo XIX.

Johan Madriz

El mes pasado colocaron en Montgomery, Alabama una instalación escultórica de tres piezas en homenaje a Anarcha, Lucy y Betsey, tres mujeres esclavas que fueron torturadas como parte de la experimentación médica del ginecólogo James Marion Sims en el siglo XIX.

La obra se denomina “Madres de la ginecología” y consta de tres estatuas de 4,6 metros de altura y realizada con artículos metálicos comunes donados, como herramientas, partes de bicicletas e instrumentos médicos. Según Michelle Browder, la creadora de la obra, “a ellas no se les menciona en ninguna de las iconografías ni en la información o hitos”, así que esta es una forma de reivindicación.

Sims es considerado el padre de la ginecología moderna por el desarrollo de nuevos dispositivos médicos y procedimientos quirúrgicos para tratar las complicaciones en el parto. Su trabajo se centró en desarrollar una técnica para reparar la fístula de la vagina, que es una ruptura entre la vagina y la vejiga (incluso el recto) por donde se filtra orina y heces, y que resulta de trabajos de parto prolongados y complicados.

Sin embargo, sus avances evolucionaron mediante la realización de procedimientos quirúrgicos en mujeres afroamericanas esclavas, sin su consentimiento y sin utilizar anestesia. Fueron decenas de esclavas las que fueron objeto de estos procedimientos en la “clínica” improvisada en su jardín.

Estos “ensayos” estaban amparados por una sociedad racista y esclavista donde estas mujeres eran vistas como objetos sin ningún derecho. Este pensamiento permeaba las “teorías médicas” que exponían que las personas negras no sentían dolor o lo sentían en menor medida que las personas blancas. Además, los problemas de fistula eran más comunes entre las esclavas, supuestamente porque tenian mas sexo y eran sucias. La explicación moderna de esto es que debido a la desnutrición sus huesos no se formaban bien, provocando que sus pelvis fueran pequeñas.

 

Anarcha, Lucy y Betsey, son solo las mujeres de las que se conoce su nombre. Según la autobiografía de Sims, las mujeres eran colocadas sobre una mesa, desnudas y apoyadas de rodillas y codos, de esta forma el médico les introducía diversos elementos en sus vaginas para realizar las cirugías, mientras esto sucedía eran sujetadas por otros hombres.

Anarcha fue la primera paciente, con tan solo 17 años fue “tratada” por una herida sin resolver después de un largo parto. Entre 1846 y 1849 fue sometida a 30 cirugías hasta que ella misma logró cerrar sus fístulas con una sutura de plata. Por su parte Lucy estuvo al borde de la muerte tras la primera intervención y solo horas después, estando completamente inflamada, se le sometió a una segunda.

A este médico se le conmemoró con dos estatuas. Una ubicada en Central Park en Nueva York, que fue retirada a inicios de 2018 tras las protestas de la comunidad afroamericana y fue relocalizada en el cementerio Greenwood, en la tumba de Sims. La otra aún se encuentra frente al Capitolio de Alabama, a poca distancia del monumento a las “Madres de la ginecología”.

A través de la historia las mujeres han sido despojadas de su humanidad, violentadas, violadas y consideradas como objetos o inferiores. El racismo, la misoginia y la explotación son amparados, aún hoy, bajo el velo del capitalismo y el patriarcado por lo que es indispensable su desaparición.

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