Frida Kahlo es la artista latinoamericana más cotizada

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  • El autorretrato de Frida Kahlo “Diego y Yo” (1949) que se mantuvo en una colección privada durante 30 años se vendió por un récord de 34,9 millones de dólares en Sotheby’s en Nueva York.

Sofía Awqay

La pintura, que se ofreció en la venta con una oferta de 31 millones de dólares, logró cuadruplicar el récord de subasta anterior de la artista ($8 millones) alcanzado en 2016 con su pintura de 1939 «Dos desnudos en el bosque (La tierra misma)». El cuadro de Frida fue vendido por el descendiente de un coleccionista de Nueva York, que lo compró en 1990 por 1,4 millones de dólares. Antes de esa venta, pertenecía a la escritora y crítica de arte Florence Arquin, quien era amiga de Rivera y Kahlo.

El comprador ganador de la subasta fue el empresario, coleccionista y fundador del Museo Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Un empresario que hizo su fortuna con negocios inmobiliarios, como el barrio privado de Nordelta. Él mismo cuenta que en sus inicios como coleccionista no tenía idea sobre arte, pero que a medida que fue adquiriendo obras de artistas mundialmente reconocidos decidió dar inicio a su propio museo en Buenos Aires.

El MALBA es uno de los museos más prestigiosos pero también menos accesibles que existen hoy en día en la Ciudad de Buenos Aires. Durante los dos años de pandemia adquirió 21 obras, lo que significó una inversión de 25 millones de dólares en arte. Esto sumado al cuadro de Frida Kahlo asciende la fortuna de Eduardo Costantini de 690 (tal cual se dio a conocer a principios de año) a 750 millones de dólares según la Revista Forbes.

Costantini ya había adquirido en 2016 “Baile en Tehuantepec”, una pintura de Diego Rivera por la que pagó 15,7 millones de dólares, y a la cual definió como “la obra más importante” que compró. Pero «Diego y yo» no solo trajo un nuevo récord para Frida Kahlo, sino que también se convirtió en la obra más cara de un artista latinoamericano jamás vendida en una subasta, superando el récord anterior de la pintura de Rivera.

Es así como Argentina se convierte en el tercer país de América Latina con el mercado de arte más grande, aún no supera a México y Brasil que encabezan las listas. No es nuestra intención hacer un análisis del mercado del arte de Argentina en estas páginas, pero podemos hacer una crítica al poco interés por el arte local de nuestro país. Lo que diferencia a México y Brasil es que hay un valor económico y social del arte local que eleva el precio internacional.

La Obra 

«Diego y Yo» simboliza la relación de Frida Kahlo y Diego Rivera. Frida muestra la angustia que sintió por Diego Rivera cuando este tuvo un romance con la actriz de cine mexicana e íntima amiga de Frida, María Félix.

En esta pintura, Frida tiene el cabello suelto que se enreda alrededor de su cuello, lo que indica que se sentía estrangulada, ahogada, asfixiada. Un dato es que en varias de sus obras, Frida se retrata con su pelo atado, con grandes peinados, pero en las obras donde ella representa sus mayores dolores se representa suelto, o en el caso del cuadro «autorretrato de pelona» en el cual aparece con el pelo corto, también referencia el castigo hacia Diego ya que él amaba su pelo largo: «Mira que si te quise, fue por el pelo, ahora que estás pelona, ya no te quiero».

Retomando «Diego y yo», en la frente de Frida se encuentra Diego que está representado como su todo, el amor obsesivo que sentía por él. Y un tercer ojo que refiere a la inteligencia de Rivera y la admiración que sentía ella por él. También podemos ver la lágrima que cae por su ojo derecho que simboliza la angustia que sentía, a pesar que por años Frida intentó mostrarse indiferente ante los engaños de Diego Rivera.

De los cinco ojos que se encuentran en la obra, solo Frida se encuentra mirándonos a nosotros los espectadores. En cambio Diego mira hacia el pasado, hacia atrás, por encima de nuestras cabezas.

La obra se había exhibido por última vez en 1998, hace más de 20 años. Es tan importante porque Kahlo la realizó cinco años antes de su muerte,  y es el último autorretrato “de busto” realizado por la pintora mexicana. Durante 1949 y 1954 (año de su muerte) pintó sus obras más relevantes, además de consagrarse como artista referente del arte moderno y surrealista. Se hizo en el mundo del arte junto a artistas reconocidos de la época, como André Bretón, Pablo Picasso o Kandinsky. En esos años también tuvo su primera exposición individual en Nueva York, y también participó en diferentes obras colectivas que hizo que el valor de sus obras haya crecido.

La obra se exhibirá por única vez en el MALBA en 2022 ya que pertenece a la colección privada de Eduardo F. Costantini.

Es así que el cuadro de 1949 «Diego y yo» se convierte en el cuadro de Frida Kahlo más cotizado en el mercado, el primero de una mujer y de una artista latinoamericana.

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