- La asignación de presupuesto per cápita en educación viene disminuyendo en los últimos cuatro años.
Johan Madriz
Un análisis de la Contraloría revela que la asignación de presupuesto per cápita en educación viene disminuyendo en los últimos cuatro años. En este periodo el monto de todos los niveles ha disminuido, a excepción de la educación especial que presenta una variación de 0,6%.
La mayor caída la sufrió la educación superior universitaria con -25,9%, en 2019 tenia una asignación de ₵6,24 millones y este año es de ₵4,63 millones. Con mayor disminución le sigue la educación diversificada académica del III ciclo con -15,5%. La educación preescolar, I y II ciclo para este año es la que obtiene el menor monto nominal con ₵1,40 millones, mientras que el más alto lo recibe la educación especial (₵11,34 millones).
Esto responde a las decisiones políticas del gobierno, de desfinanciar conscientemente la educación, en cumplimiento de los mandatos fondomonetaristas. Es así como, el presupuesto de educación pasó de 7,07% del PIB en 2017 a 6,74% del PIB en 2020, incumpliendo en todos los años el mandato constitucional de destinar el 8% del PIB. En medio de esto, mediante el Plan Fiscal se incluyó en este rubro el presupuesto que anteriormente se trasladaba al INA y a la primera infancia mediante partidas específicas.
Para este año el presupuesto del MEP alcanzó los ₵2,56 billones, con un crecimiento de apenas 0,2%, muy inferior al aumento del costo de la vida. Solo el rubro de infraestructura y equipamiento se reduce el ₵15 mil millones, es decir, el 56% de su importe previo. El Ministerio de Hacienda procedió con recortes arbitrarios por ₵293 mil millones. Así se demuestra el compromiso con la educación de este gobierno.
Esto hace parte de los ataques a la educación de los últimos años y está estrechamente ligado con el plan de ajuste del gobierno que, amparado en la OCDE y el FMI, profundizan el modelo de educación neoliberal para el mercado. Inevitablemente, tal circunstancia conlleva la precarización y exclusión del sistema educativo de los sectores populares. Por esto, desde la juventud y los sectores trabajadores hay que organizarse y luchar contra los ataques a la educación y exigir mejor infraestructura, equipamiento, acceso a internet, becas y salarios dignos.
