Por Johan Madriz

El gobierno de Carlos Alvarado propinó un nuevo ataque al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) y a la autonomía universitaria. En esta ocasión, Hacienda redireccionó ₡70 mil millones del presupuesto como transferencia de capital en el proyecto de presupuesto que presentó a la Asamblea Legislativa. Durante el trámite en comisión el monto fue reducido a ₡35 mil millones.

Estos montos no podrán ser utilizados en gastos corrientes, tales como pago de salarios, financiamiento de becas, proyectos de investigación o acción social. Por el contrario, se obliga a las universidades a emplear esos recursos en obras de infraestructura y equipamiento.

Esto es un ataque a la autonomía universitaria, ya que obliga a invertir en un solo rubro (infraestructura y equipo) una enorme cantidad de recursos que, normalmente, se dedican a otros sectores sustantivos como salarios, becas, regionalización, acción social o investigación.

Ante esta situación y la debido a la desfinanciación de sedes regionales producto de la aprobación del Plan Fiscal el miércoles las y los estudiantes de la sede Pacifico de la UCR tomaron las instalaciones como forma de protesta. Al siguiente día el rector Henning Jensen se apersonaba a la asamblea de estudiantes donde se le expusieron las exigencias del movimiento, las cuales rechazó de plano. Debido a esta decisión –que va en la línea de excluir a las y los estudiantes de la toma de decisiones y negociaciones– fue abucheado y expulsado del campus.

Simultáneamente, en la UNA es reprimida, por la seguridad y la policía, una manifestación en el edificio de Rectoría para pedirle cuentas al rector Alberto Salom de las negociaciones que permitieron el ajuste millonario. Esta acción desató la indignación de cientos de estudiantes que abandonaron las aulas y cerraron el acceso a la ciudad de Heredia durante el resto del día.

El brote se trasladaría a la sede Rodrigo Facio de la UCR que durante la noche bloqueó Circunvalación a la altura de la Facultad de Derecho en solidaridad con las y los estudiantes del Pacifico y de Heredia. Para la noche del jueves ya se realizaban asambleas que decidían tomar edificios, siendo los primeros los de Sociales y Educación. El viernes la rebelión estudiantil se extendía rápidamente dándose tomas en las facultades de Educación, Letras y Sociales. Las autoridades de Derecho cerraron el edificio por lo que sus estudiantes bloquearon la vía aledaña. Además, se mantienen tomadas las sedes del Pacifico y Guanacaste.

La irrupción del movimiento estudiantil, desde abajo, representa un recomienzo para este sector que durante los últimos años fue un actor ausente de las luchas sociales debido a la influencia del gobierno del PAC en la juventud. Estas son señas de una ruptura de las jóvenes generaciones con el gobierno que también se pueden rastrear a nivel de secundaria cuando, previo a las vacaciones de medio año, miles de colegiales cerraron sus centros de estudio y exigieron la renuncia del Ministro de Educación Edgar Mora.

En este momento el ascenso va por el lado del movimiento estudiantil superior universitario, que con estas primeras experiencias de lucha progresivas, configura una nueva generación contra el gobierno del PAC y que desborda el aparato de contención que han sido los directorios de la FEUCR de Progre, como correa de transmisión del gobierno.

El CONARE convocó una marcha el próximo martes a Casa Presidencial en defensa de la autonomía financiera y contra los ataques al FEES. Esta marcha apunta a ser muy fuerte y de momento lo que compete es fortalecer esta convocatoria para asumirla como una jornada de lucha contra el ajuste del gobierno. Pero, el movimiento estudiantil debe participar de manera independiente de los sectores burgueses y conservadores. Junto a la clase trabajadora universitaria y en unión con otros sectores en lucha debe disponer de un plan escalonado para derrotar el ajuste y los recortes del FEES del gobierno.