
¿Qué plantea el giro decolonial? Su propuesta consiste en rechazar la “modernidad”, pues representa la “colonialidad del poder” que se constituyó a partir de la conquista y colonización de América. Renuncia a pelear por la emancipación social y desprecia cualquier propuesta universal de lucha para los explotados y oprimidos, pues esto equivale a reproducir un nuevo meta-relato “totalitario” propio de la modernidad, de la cual son partícipes por igual el cristianismo, liberalismo y… ¡el marxismo! Lanza ataques contra el materialismo histórico y su perspectiva de lucha de clases, al mismo tiempo que rechaza la organización de partidos de vanguardia leninista (¡a los que califica de mesiánicos cristianos!) y sus “programas enlatados”. En contraposición, fomenta la construcción de “movimientos de retaguardia” cuya orientación consiste en “preguntar y escuchar”, al estilo del zapatismo y otros movimientos autonomistas. En el plano programático, su orientación radica en “descolonizar” el conocimiento, por lo cual caracteriza como grandes avances a los gobiernos populistas de la región, en particular a Evo Morales en Bolivia y el chavismo en Venezuela, por desarrollar una nueva “plataforma epistémica” en América Latina.
Crítica al giro decolonial: entre el anti-comunismo y el populismo reformista
La historiografía decolonial: una interpretación esencialista del proceso histórico
La epistemología política decolonial
¿Emancipación social o liberación decolonial? un debate sobre programa y organización