Un presupuesto atado a la regla fiscal para pagar ₡2.2 billones en intereses

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  • El servicio de la deuda que consumirá el 43.2% del presupuesto, y de esto ₡2.2 billones serán solo para cubrir los intereses

Johan Madriz

Hoy el Ministro de Hacienda presentó en la Asamblea Legislativa el proyecto de ley del presupuesto nacional para el 2022 por ₡11.50 billones, como era de esperarse este cumple con los parámetros de ajuste establecidos en la regla fiscal. 

En esta ocasión el presupuesto quedó sujeto al escenario más restrictivo, donde no solo se limita el crecimiento del gasto corriente sino, también, del gasto de capital, es decir, la inversión.

Este presupuesto aumenta tan solo un 1.94% con respecto del aprobado inicialmente para este año, sin embargo, con las modificaciones de los presupuestos extraordinarios la variación es de solamente 0.9%. De esta forma se cumple sobradamente el límite de 1.96% que establece la regla fiscal.

El 52.8% se financiará con ingresos, mientras que el 47.2% con deuda. El estimado del déficit primario (sin intereses) es de 1.07% del PIB, es decir, unos ₡400 mil millones, mientras que el déficit financiero sería de ₡2.6 billones, 6.57% del PIB. Por su parte, los ingresos por tributos se espera aumenten un 2.8%.

El principal rubro de gasto es el servicio de la deuda que consumirá el 43.2% del presupuesto, y de esto ₡2.2 billones serán solo para cubrir los intereses (19.3% del presupuesto o el 5.49% del PIB). A pesar de esa enorme erogación el saldo de la deuda para 2022 será de ₡29.85 billones, el equivalente al 74% del PIB.

El gasto primario como proporción del PIB se reduce al pasar de 16.84% a 16.14%. Las remuneraciones se reducen un 0.3% y las pensiones un 1.2%, producto de la aplicación de las medidas de ajuste, como el Plan Fiscal. Una de las instituciones con un mayor recorte es el Ministerio de Salud con una reducción de 11.8%. En medio de la pandemia, con una crisis fiscal y económica, desempleo, informalidad, pobreza y desigualdad cada vez mayores, no se puede soportar este ajuste.

De esta forma se configura un presupuesto según los parámetros del FMI y completamente limitado por una regla fiscal restrictiva. Queda patente que el problema es la deuda que consume dos quintas partes.

Este proyecto del gobierno es un nuevo ataque contra los sectores populares. Es a las y los de abajo a quienes se les recarga el problema del déficit, es en los gastos sociales donde se ajusta. Son los sectores populares los que viven las consecuencias de los dictados del FMI. 

Es necesario luchar contra esta agenda ajustadora y exigir el no pago de la deuda externa y en manos privadas, además, que se graven a las grandes empresas y las fortunas para financiar la salud, la educación, los programas sociales y la generación de empleo.

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