En notas pasadas caracterizamos al gobierno de Rodrigo Chaves como neoliberal, conservador y autoritario, lo que se ha demostrado en poco más de cinco meses de gestión. Ahora podemos profundizar en algunas características cada vez más claras y que profundizan los anteriores adjetivos. Nos enfrentamos a un gobierno de recortes, políticas anti-derechos y cada vez más autoritario.

Recortes para pagarle a los buitres

El proyecto de presupuesto nacional de 2023 apenas va a crecer un 6,5% respecto al presente año, casi todo para pagar deuda e intereses a prestamistas y tenedores de deuda internacionales y nacionales. Ya los primeros días de este gobierno, el ministro de Hacienda Nogui Acosta, había anunciado que el presupuesto iba a ser igual al del 2022, lo que en realidad son recortes por el aumento de la inflación.

Recordemos también que los gobernantes han justificado todo recorte por el mecanismo de la regla fiscal, la cual impide que los presupuestos de las instituciones públicas puedan crecer y se priorice el pago de la deuda.

La realidad es que lo único que va a crecer del presupuesto son el pago de intereses, amortizaciones de deuda, el salario de los ministros (1) y un par de cosas más. Todo lo demás traerá recortes que terminarán afectando, como siempre en el capitalismo, a los sectores sociales más vulnerables, el acceso a servicios públicos de calidad, a la clase trabajadora que se le impone el congelamiento salarial y al medio ambiente.

Datos brindados por Semanario Universidad (2) evidencian cómo se prioriza la deuda por encima del bienestar de la clase trabajadora, pues para el año 2013 el porcentaje de presupuesto nacional para este rubro era de un 29,6%, mientras que para 2023 sería de un 22,7% (-6,9%); mientras que hace una década se destinó un 23,1% para amortizaciones y para el próximo año sería de 26,6% (+3,5%). Para el 2013 un 9,9% del presupuesto era para pagar intereses de la deuda, mientras que para el próximo año se proyecta un 20,39% (+10,49%).

De todo el presupuesto 2023, un 46,7% será para pagar intereses y amortizaciones, mientras los salarios se mantienen congelados, crecen las necesidades sociales producto de la crisis capitalista internacional, persisten los rezagos en muchas áreas y se limitan los derechos.

En la tabla de recortes propuestos por el gobierno es notorio que los sectores más atacados son educación y salud, ambos donde se concentran importantes intereses de parte de los capitalistas para debilitarlos, privatizarlos y encontrar nuevos nichos de negocios. Además, ambos sectores tienen importantes rezagos históricos y faltantes de presupuestos, por ejemplo, la proyección hecha por parte del mismo gobierno de unos ₡61.200 millones en transporte estudiantil, infraestructura y conectividad (3).

Muchos centros educativos se están cayendo a pedazos, quieren recortar el servicio de transporte y se condena al rezago tecnológico sobre todo a los centros educativos con mayores desigualdades históricas, lo que claramente fomenta la educación privada en detrimento de la pública y limita el acceso al derecho a educarse para las mayorías.

También figura un fuerte recorte a la CCSS, institución ya debilitada desde hace décadas por los gobiernos neoliberales. Son harto conocidos los problemas de las listas de espera para acceder al derecho a la salud, al punto que “el país tiene un rezago de casi 50 años en capacidad instalada, infraestructura y equipos en hospitales y clínicas” (4). 

Es decir, no solo es necesario contratar mayor personal médico y especialistas, sino también construir nuevos centros de salud y dotarlos de equipo suficiente, necesidades minimizadas por el gobierno para pagarle a los que menos necesitan, a los multimillonarios buitres del Fondo Monetario Internacional.

Seguidamente el gobierno quiere propinar un duro ajuste a la conservación del patrimonio natural, ya abandonado durante los últimos años por un faltante enorme de guardaparques, equipo, instalaciones e investigación científica. También hicimos referencia a los recortes en cultura en esta nota (5).

A esto se suman importantes recortes en sectores vulnerables de la población, como a la niñez que será afectada con la reducción del CEN-CINAI pues brinda servicios de cuidado y alimento para esta población. También se quieren afectar las partidas que benefician a las personas adultas mayores y las personas con discapacidad, ambos sectores con necesidades insatisfechas que verán incluso empeorarse sus condiciones por esta política de ajuste.

Los recortes son contra nuestros derechos

En notas anteriores sobre el gobierno hemos sostenido que Rodrigo Chaves trae una política conservadora y anti-derechos, en concreto en la educación pública impulsa una política en función del mercado que busca fortalecer la educación técnica y el modelo de educación dual. De esta manera, la educación estaría enfocada en la formación de habilidades que requieren las empresas, no de una formación integral potenciando diferentes habilidades humanas como el pensamiento crítico o el humanismo.

Para encabezar esta misión eligió como miembro del Consejo Superior de Educación a José Guillermo Malavassi, un pensionado de lujo y actual rector de la Universidad Autónoma de Centroamerica (UACA), responsable de la carroza del “feto ingeniero” para atacar el derecho al aborto para las mujeres; una figura ultra conservadora que va querer eliminar todo lo que les huela a “ideología de género” como las guías de educación sexual.

Pero las políticas anti-derechos no son solamente contra las mujeres y la comunidad LGBTIQ, sino también contra todos nuestros derechos conquistados. El solo hecho de impulsar profundos recortes a la educación, salud, ambiente o cultura, limitarán el acceso a estos derechos principalmente a los sectores sociales más vulnerables y empobrecidos, pues será cada vez más complicado acceder a estos. 

Cada vez más autoritario

En las últimas semanas el mandatario junto con su gabinete ha presentado propuestas para concentrar mayor centralización en la toma de decisiones, eliminando instancias de control político y negociación para que sea el ejecutivo el que tome todas las decisiones. Podemos mencionar los intentos por centralizar todas las decisiones en el ministro de ambiente, eliminando la participación de gobiernos locales y organizaciones comunales (6).

Sumado a esto en los últimos días la presidencia presentó un proyecto de ley para controlar y fiscalizar el uso del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), lo que permite que cuatro ministerios del gobierno de turno puedan fijar los criterios de idoneidad para la educación superior pública, atentando nuevamente contra un derecho conquistado como la autonomía universitaria, que precisamente busca la independencia de la creación de conocimiento científico respecto de los intereses de los gobiernos y sus políticas.

Las amenazas contra las libertades democráticas también han figurado en la “puesta en escena” del presidente, cuando recientemente se dejó decir que “si a nosotros se nos viene una crisis como la que vivió el país en el año 1980 (…) yo no le garantizo a nadie que nuestros hijos van a tener democracia” (7). Posteriormente agregó que “hay políticas públicas basadas en intereses muy diferentes al bienestar colectivo que han llevado a sociedades llegar a ser estados fallidos y de las cuales vemos síntomas en Costa Rica desde hace muchos años y actualmente también” (8).

En otras palabras, si se viene una crisis (lo cual es ya inminente producto de la crisis capitalista internacional) las libertades democráticas no van a estar garantizadas, y menos si las políticas públicas contrarias a lo que él llama “bienestar colectivo”, generan “estados fallidos” como ha pasado en otros países. Así, desde ahora Chaves prepara el terreno para llevar políticas cada vez más antidemocráticas, centralizadoras y autoritarias.

Cabe señalar que para los gobiernos capitalistas el “interés colectivo” en realidad es su interés como clase social dominante, no vayamos a pensar que el presidente está en contra de cambiar, la regresividad de la estructura fiscal donde quienes más aportamos impuestos somos quienes menos tenemos, mientras que las empresas millonarias aportan muy poco. 

Para Rodrigo Chaves, “bienestar colectivo” significa seguir pagándole la ilegítima y expoliadora deuda al FMI, mantener los privilegios fiscales para las grandes empresas, darle mayor espacio al conservadurismo y seguir debilitando las instituciones sociales que han garantizado muchos derechos a los sectores de abajo, como la salud, educación, vivienda, cultura o ambiente; todo para seguir abriendo espacio para nuevos negocios que van a aprovechar los sectores burgueses que el mandatario representa. 

Finalizar la “luna de miel”

Empiezan a darse pequeñas luchas de sectores trabajadores y populares, por ejemplo, en la UNED y UCR por problemas salariales, producto de la fuerte presión económica sobre los bolsillos de la clase trabajadora. 

En la CCSS también, por el aumento salarial de ₡7.500 para quienes, a pesar de haber sido llamados “héroes” y ser la primera línea de guerra contra la pandemia, sufren enormes problemas de pagos de salarios adeudados y además congelados.

Asimismo, recientemente un grupo de alrededor de 200 campesinos y campesinas de la Zona Norte protestaron frente a Casa Presidencial para exigir un alto a los desalojos, tierras para el campesinado y dotación de servicios públicos. 

Estas luchas, aunque todavía pequeñas pueden ser síntoma de que algo por abajo está cambiando, la situación económica, el panorama internacional y la profunda crisis del capital no permiten un escenario de estabilidad sino lo contrario. Hace falta que el movimiento sindical y los movimientos sociales se reactiven para contribuir a terminar con la luna de miel pues, aunque el gobierno tiene apoyo, también tiene nula capacidad de movilización popular, lo que es una debilidad ante el eventual levantamiento de movimientos de protesta.

Por nuestra parte, desde el Nuevo Partido Socialista seguiremos trabajando por contribuir a la organización y politización de la juventud, la clase trabajadora y en los movimientos sociales donde tenemos presencia, preparando las luchas y propagandizando las propuestas desde abajo para que se tomen medidas anticapitalistas para enfrentar la crisis desde los intereses de los sectores de abajo.

Referencias: 

1. https://semanariouniversidad.com/pais/deuda-regla-fiscal-y-salarios-del-ejecutivo-las-tres-navajas-que-recortan-al-presupuesto-2023/
2. https://semanariouniversidad.com/pais/cuotas-de-deuda-pesan-mas-que-los-salarios-publicos-que-pagara-el-pais-en-2023/
3. https://semanariouniversidad.com/pais/mep-proyecta-%e2%82%a161-mil-millones-de-faltantes-en-transporte-estudiantil-infraestructura-y-conectividad-educativa-en-2023/
4. https://semanariouniversidad.com/pais/ademas-de-especialistas-la-caja-necesita-mas-equipos-y-espacios-para-bajar-listas-de-espera/
5. https://izquierdaweb.cr/nacional/cultura-y-vivienda-los-sacrificados-para-pagar-alza-en-salarios-del-gabinete/
6. https://semanariouniversidad.com/pais/tattenbach-busca-mayor-concentracion-de-poder-mediante-una-reforma-al-minae/
7. https://www.crhoy.com/nacionales/chaves-ante-eventual-crisis-no-le-garantizo-a-nadie-que-nuestros-hijos-van-a-tener-democracia/
8. https://www.ameliarueda.com/nota/sintomas-debilitaron-otras-democracias-advierte-rodrigo-chaves-costa-rica