Proponen régimen de zonas francas fuera del GAM donde ni siquiera se pagarían cargas sociales

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  • El régimen de zonas francas tradicional goza de una amplia cantidad de beneficios fiscales y este proyecto viene a ampliar los privilegios de los que podrían disponer.

Johan Madriz

En la Asamblea Legislativa se tramita un proyecto de ley que está prácticamente listo para ser votado en el plenario que crearía un régimen de zonas francas, aun mas privilegiado, para empresas que se instalen fuera del Gran Área Metropolitana (GAM), exceptuando a los cantones de Grecia, San Ramon, Palmares, Sarchí y Naranjo.

El supuesto objetivo es atraer empresas e inversiones a zonas fuera del área metropolitana donde usualmente existen altos niveles de desempleo y pobreza. La forma de hacerlo sería mediante la prácticamente eliminación de cualquier regulación, impuestos o cargas sociales.

En primera instancia se bajan los montos de las inversiones para poder acceder a este régimen. En cuanto a la inversión inicial para operar dentro de los parques industriales se baja el monto de $150 mil a $100 mil. Asimismo, para instalarse fuera de los parques se requieren $200 mil, en lugar de los actuales $500 mil.

Como parte de estas inversiones se incorpora la posibilidad de tomar en consideración lo que gasten en “infraestructura pública”, es decir, los accesos viales, alcantarillado, líneas de transmisión de datos o energía, etc. También la “inversión en capital humano” que es la que esta dirigida al “cierre de brechas” (sin especificarse qué significa eso), investigación y desarrollo o “formación de proveedores”.

Para la tramitación de requisitos se establecen los principios de silencio positivo de las instituciones y verificación a posteriori de obligaciones mediante el uso de declaraciones juradas. Además, se les permitiría la generación y uso de su propia energía eléctrica, obviando los requerimientos de este tipo de sistemas establecidos por la legislación y controlados por el ICE.

El proyecto abre la posibilidad a que las empresas locales que provean insumos a las establecidas en zonas francas también ingresen a ese régimen si, al menos, un 40% de sus ventas van dirigidas a ese sector, sin tener que cumplir el requisito de pertenecer a “un sector estratégico para el desarrollo del país”.

Finalmente, se configura un régimen de exoneraciones adicionales al resto de zonas francas:

  1. Impuesto de Renta: durante ocho años no se les aplicaría a las rentas de los “profesionales y técnicos especializados, así como puestos gerenciales de personas que residan en dichas zonas [fuera del GAM]”.
  2. Asignaciones familiares: exención del 5% sobre la planilla que se paga a Fodesaf durante cinco años, entre el año 6 y el diez pagarían un 1%.
  3. Banco Popular: durante 10 años no tendrían que cancelar el 0,50% sobre la planilla destinado a fondear este banco.
  4. IMAS: exoneración durante 10 años del pago del 0,50% sobre la planilla.
  5. INA: exoneración durante 10 años del aporte a la educación técnica equivalente al 1,5% de la planilla.

Estos privilegios se suman a las exoneraciones sobre las utilidades, por importaciones, exportaciones o reexportaciones, a las remesas al extranjero, al impuesto de ventas y consumo, los impuestos y patentes municipales, los impuestos al capital, impuestos territoriales o sobre traspaso de bienes inmuebles.

El Ministerio de Hacienda calcula el gasto tributario, es decir, los ingresos que se dejan de recibir por exenciones u otros beneficios impositivos, en ₵1,7 billones para 2019, lo que equivale al 4,73% del PIB de ese año. De ese monto un 2,3% corresponde al impuesto sobre la renta y principalmente se debe a las exoneraciones de las zonas francas que dejan de pagar ₵375 mil millones de colones al año.

El régimen de zonas francas tradicional goza de una amplia cantidad de beneficios fiscales y este proyecto viene a ampliar los privilegios de los que podrían disponer simplemente por su ubicación territorial. A esto se le suma que representaría un golpe para una serie de instituciones y programas que se financian a través de los aportes patronales sobre las planillas.

Es una propuesta completamente regresiva y grotesca formulada únicamente para beneficiar a los sectores con mayor riqueza. En medio, a los sectores trabajadores se nos pide ajustarnos la faja mientras avanza un plan de ajuste sobre nuestros salarios y condiciones de vida. Tan nefasto es, que incluso el recontra reaccionario ministro de Hacienda, Elian Villegas, se opone a él. En un documento remitido a la Asamblea Legislativa señala que el proyecto “abre portillos a la elusión y evasión fiscal al crear incentivos para trasladar actividades a esquemas de privilegio”.

Sin embargo, no se cuestiona nunca el régimen de zonas francas en si mismo. Esto es tarea de los sectores anticapitalistas que planteamos que hay que terminar con ese régimen, eliminando todas sus exoneraciones y privilegios. Además, son las grandes empresas y fortunas las que deben pagar mas impuestos para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora y los sectores populares.

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