
La producción nacional se “desacelera” pero las autoridades monetarias señalan que la economía nacional “muestra fortalezas, a pesar de los choques externos”. Ese es el resultado del ultimo Índice Mensual de Actividad Económica del Banco Central con corte a abril. El ente señala que la tasa de crecimiento interanual fue de 7,5%, lo que significa una pérdida de 2,3 p. p. con respecto al año previo y 0,5 p. p. menor al mes anterior.
Según el BCCR este comportamiento se debe a que se esta acabando el efecto de una base comparativa baja, producto de la caída productiva durante la pandemia y la perdida de impulso de la demanda externa en algunos de los sectores más dinámicos. Las actividades con mayor crecimiento interanual son las de hoteles y restaurantes (54,9%), transporte y almacenamiento (17%) y servicios profesionales y administrativos (7,6%).
Los servicios son el área con el mejor comportamiento, ya que, aumentaron un 8,5% principalmente por la recuperación de los hoteles y restaurantes, lo que va de la mano con las mejores cifras de turismo. Le sigue la manufactura que aumenta 5,9% de la mano de los regímenes especiales (+10,4%), mientras que la producción del régimen definitivo supera por tercer mes consecutivo el crecimiento de los especiales.
El comercio y la reparación de vehículos muestra un alza de 5,7% por la mayor demanda de alimentos, combustibles, textiles y reparación de vehículos. Mientras que la construcción presenta un crecimiento de 3,6%. Esto a pesar de que la construcción con destino publico prosigue con la tendencia negativa (-16,9%), producto de los enormes recortes en inversión del gobierno.
Finalmente, las actividades agropecuarias caen 2,8%, principalmente, debido a la menor producción de piña, banano, y café, tres de los productos más importantes del sector.
En cuanto al régimen de comercio, la producción de regímenes especiales (donde se incluyen las zonas francas) aumenta un 5,3%, aunque muy por detrás de las tasas de crecimiento de dos dígitos que venía registrando en el periodo previo. Por su parte, el régimen definitivo tiene un crecimiento de 7,7%.
Esta desaceleración puede tener un efecto importante en el empleo. Según datos del Inec en abril la tasa de desempleo fue de 13,3%, lo cual implica que era 1,1 p. p. por encima de los niveles prepandémicos, esto a pesar de la sostenida recuperación desde mediados del año anterior. Tal situación se explica debido a que las empresas aumentaron la tasa de explotación de la mano de obra, aumentando su producción, pero disminuyendo la cantidad de empleo. De esta forma, no es descartable que ante la baja de la primera aumente la segunda.
Esta es una excusa perfecta para el gobierno y el empresariado en la continuación de su agenda de “reactivación económica” que solo es un eufemismo para avanzar en los ataques a los derechos y las condiciones laborales, flexibilizando y precarizando. El proyecto en corriente legislativa para la implantación de las jornadas de 12 horas y la jornada anualizada son parte de ello. Hay que organizarse para plantarle cara a las contrarreformas neoliberales que quiere imponer la burguesía.