Tras una nueva evaluación por parte del FMI, sobre el avance de los acuerdos suscritos en 2021, el gobierno anunció que inició formalmente el trámite para acceder a un nuevo crédito por $700 millones para “atender reformas estructurales”. Ese monto se suma a los $1.778 millones que ya se habían acordado en el Servicio Ampliado (SAF).

El nuevo préstamo corresponde a recursos del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad que el organismo creó en enero con $50 mil millones y que tiene como propósito financiar a países de ingresos bajos y medios ante retos estructurales macroeconómicos.

En el marco de esa revisión el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, señaló que la profundización del acuerdo con el FMI que el presidente prometió desde la campaña electoral “significa ir más allá de un tema de ingreso y gasto, ir más al tema de eficiencia, a la reforma del Estado”. Dejando en claro que avanzarán sobre contrarreformas estructurales profundas.

El FMI, como ya se ha demostrado, es un organismo imperialista que tiene como propósito aplicar las recetas neoliberales en el mundo, generando una estela de pobreza en todos los países por los que pasa y Costa Rica no es la excepción. Basta con ver los niveles de desempleo, pobreza, informalidad y precarización, en muchos aspectos son de los más altos del continente.

Indudablemente este nuevo préstamo estará en función de la consecución del plan de ajuste y contrarreformas del gobierno y como tal hay que rechazarlo. Es necesaria la organización y la lucha en las calles contra el gobierno neoliberal ajustador y por medias anticapitalistas: aumento del salario mínimo a los ₵500 mil, control del comercio exterior y del mercado de divisas, control de precios, aumento de impuestos a las grandes empresas y fortunas y el no pago de la deuda externa.