Generación de empleo formal para erradicar la pobreza

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La Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), efectuada en julio de 2020 y cuyos resultados se publicaron a finales de ese año, estimó que la pobreza medida por nivel de ingresos aumentó un 5,2% con respecto a la anterior estimación, llegando al 26,2% (419 mil hogares), el valor más alto en 28 años. La pobreza extrema creció un 1,2% hasta el 7%, es decir, 112 mil hogares con ingresos inferiores al costo de la canasta básica alimentaria. Asimismo, con respecto a la brecha de pobreza –también conocida como intensidad, muestra de manera relativa cuanto se aleja el ingreso promedio de los hogares pobres respecto de la línea de pobreza, es decir, refleja cuán pobre son los pobres. Para 2020 se sitúa en 10,1% para todo el país, esto es 2,1 p.p. más, respecto al 2019”.

Ante esto, los gobiernos de turno del PLN, PUSC y PAC, se limitan a desarrollar programas asistencialistas que no representan una solución de la pobreza a largo plazo y sostenible. Por el contrario, son mecanismos que fomentan el clientelismo político, mediante la asignación de ayudas sociales. Eso explica que durante décadas ningún gobierno lograra resolver el problema de la pobreza.

Desde el Nuevo Partido Socialista (NPS) no estamos en contra de estos programas de asistencia social, pero sí planteamos que no resuelven el problema estructural de la pobreza. De ahí que defendamos la permanencia de estos planes como una medida que debe complementarse con la creación de empleos formales. 

Esto coincide con el análisis realizado por el Informe sobre el Estado de la Nación (IEN), según el cual la principal causa que incide en la reducción de la pobreza y la desigualdad social es la creación de empleo y la calidad de los salarios. Si la economía nacional lograra emplear a todas las personas desocupadas, la pobreza se reduciría en 4,3 puntos porcentuales

Pero esto choca con un rasgo estructural de la economía capitalista del país, la cual es muy débil en la generación de empleo y el reparto de los ingresos es cada vez más concentrado. De acuerdo con el IEN (2016) los diez sectores más productivos sólo aportan un 5% de las oportunidades laborales y, en el período 2013-2015, los seis sectores que generaron el 85% del crecimiento económico representaron sólo un 37% del aumento del empleo

De esta forma hay una disociación entre los sectores productivos y la generación de empleo que, junto a las medidas de eliminación de puestos aprobadas por el gobierno (reducciones de jornada y suspensiones de contratos) en respuesta a la pandemia, explican el desempleo actual. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) reportó una tasa de desempleo de 18,1% para el trimestre móvil abril a junio de 2021 que afecta particularmente a las mujeres cuya tasa sube al 24,6%. Costa Rica es el segundo país con el mayor desempleo del continente.

Como respuesta al problema del desempleo creció la ocupación informal y a tiempo parcial, particularmente con los trabajos de aplicaciones (conducción y reparto, principalmente). En cuanto al subempleo, que categoriza a quienes trabajan menos de 40 horas semanales, el indicador se coloca en un 15,4%. Por otra parte, el empleo informal alcanza a 863 mil personas, es decir, un 44% del empleo nacional. Este se concentra en el área urbana (70%), además, un 35% se da en empresas, locales o fincas, un 29% en viviendas y un 24% en las calles. También, el 50% de estas personas recibe montos inferiores a los establecidos como salario mínimo.

Estos números reflejan el fracaso rotundo del modelo de exportaciones para generar empleos, así como los límites de los programas de asistencia social para erradicar la pobreza. 

Por eso desde el Nuevo Partido Socialista (NPS) planteamos:

  1. Construcción de obra pública. Se requiere un plan de construcción de obras públicas a cargo del MOPT, el ICE y el AyA para generar empleo formal y erradicar la pobreza, orientado especialmente a la juventud y las mujeres, sectores con las mayores tasas de desempleo en el país. Además, potenciaría el desarrollo económico del país, al avanzar en solucionar los problemas de infraestructura vial, vivienda, etc.
  2. Medidas fiscales progresivas. El plan de obras públicas se financiaría con la aplicación de las medidas fiscales y contra la evasión que planteamos en este mismo programa. 
  3. Reducción de la jornada laboral. Es un absurdo que las jornadas laborales sean tan extensas obligando a las personas trabajadoras a dejarse la vida en un centro de trabajo y que al mismo tiempo miles de personas sufran las privaciones de la pobreza por no tener un trabajo. Por esto es necesario avanzar hacia una jornada de 40 horas sin reducción de los salarios actuales. Esta medida también requiere el establecimiento mediante ley de una prohibición de despidos.
  4. Alto a las suspensiones y reducciones. Hay que prohibir las suspensiones y las reducciones de salario. Desde marzo de 2020 hasta agosto de 2021 el Ministerio de Trabajo reportó que 156 mil personas fueron sujetas a las medidas de reducción de salario y otras 75 mil a suspensiones de contrato. Estas medidas lejos de conservar el empleo solo sirvieron para resguardar las ganancias empresariales y como forma de establecer nuevos parámetros de explotación.
  5. Formalización del trabajo por aplicaciones. Las personas trabajadoras de aplicaciones sufren de una alta precarización por la negativa de estas empresas a reconocerles como trabajadores y trabajadoras. Con la formalización se accede a mejores condiciones de vida resultado de salarios estables y prestaciones laborales, además, configura una fuente de recursos mediante el cobro de cargas sociales e impuestos a las empresas.

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