
El Colegio de Ciencias Económicas estimó que la pobreza aumentará a entre el 27% y el 33%, debido al alza en los precios, especialmente en los alimentos, que es una de las variables de mayor peso en el cálculo de la canasta básica. Este pronostico coincide con el emitido hace un par de meses por Andrés Fernández, economista del Consejo de Promoción de la Competitividad que situó el incremento en 70 mil hogares para llegar al 27%
La estimación de Fernández partió de una comparación entre los ingresos de los hogares en julio de 2021 –fecha en que se realizó la última Encuesta Nacional de Hogares– y el costo de la canasta básica a mayo de este año. Según el Inec, la inflación interanual en mayo fue de 8,71% y una de las divisiones con mayores aumentos es la de alimentos y bebidas no alcohólicas. Así, la canasta básica alimentaria urbana en ese periodo pasó de ₵51.285 a ₵57.859 y la rural de ₵42.786 a ₵48.251.
Sin embargo, el aumento de los precios no ha dejado de avanzar y para julio alcanzó una variación interanual de 11,48%, mientras que específicamente en los alimentos la cifra se duplica (21%). Sobresalen productos como el tomate (145,7%), la papa (73,6%), el aceite (64,8%), el café (54,8%) y los huevos (28,8%). Además, hay que tener en consideración que la composición de la canasta básica es muy limitada, por lo que los gastos para cubrir las necesidades alimenticias en la realidad son mayores.
Otro elemento por considerar es que, si bien el desempleo viene disminuyendo y en junio fue de 11,7%, una gran cantidad de este es en condiciones informales (954 mil personas). Además, la participación laboral es menor a la registrada previo a la pandemia, lo cual denota un sector de personas que son excluidas del mercado laboral. Por otro lado, los salarios reales vienen cayendo sostenidamente desde hace 19 meses, estando actualmente en su nivel más bajo desde 1991.
Por su parte, el Banco Central corrigió sus estimaciones de crecimiento económico. Se mantiene la previsión para este año en 3,4%, pero de acuerdo con las estimaciones del comportamiento del primer semestre, para la segunda parte del año el crecimiento sería de apenas 0,4%. Para el 2023 se corrige a la baja la meta en 0,7 puntos porcentuales (p.p.) para colocarse en 3,2%.
El gobierno solo esta tomando medidas de contingencia por la inflación en beneficio de los empresarios y no de los sectores trabajadores. Los decretos sobre los precios de los combustibles no tienen ningún reflejo a la baja en las tarifas de transporte publico o en el costo de los alimentos. El insultante aumento salarial de 1,24% responde a lo mandado por las cámaras empresariales y no compensa ni siquiera el alza en el costo de la vida.
Es necesaria la organización y la lucha en las calles contra el gobierno neoliberal ajustador y por medias anticapitalistas: aumento del salario mínimo a los ₵500 mil, control del comercio exterior y del mercado de divisas, control de precios, aumento de impuestos a las grandes empresas y fortunas y el no pago de la deuda externa.