El pasado sábado (17/09/2022) ocurrió un desastre socioambiental donde nuevamente fueron las personas pobres y trabajadoras las que pagaron los efectos del cambio climático, pues las lluvias torrenciales entre viernes y sábado provocaron la saturación de los suelos, lo que sin duda tiene que ver con los impactos de la crisis climática que provoca mayor cantidad de lluvias concentradas. Un derrumbe sobre la Ruta 1 a la altura de Cambronero, empujó un autobús y una motocicleta hacia un precipicio donde resultaron 9 víctimas mortales y cerca de 50 heridas.
El ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Luis Amador, se ha quitado la responsabilidad y Rodrigo Chaves lo ha respaldado, sin embargo, los hechos muestran lo contrario. El día sábado a la 1:30 pm se abrió la Ruta 1 después de terminar los trabajos de limpieza por un derrumbe ocurrido en otro sector de la misma ruta el día viernes por el cual la carretera estaba cerrada. Es decir, se abrió 3 horas antes de la tragedia, lo que los hace responsables directos del evento.
Sumado a esto, el ministro Amador dijo que abrieron la ruta lo antes posible porque la Ruta 1 es la única vía alterna a la Ruta 27 (San José-Caldera), y la empresa Globalvía se negó a liberar los peajes para permitir la fluidez de tránsito en un fin de semana donde muchas personas tomaron vacaciones. El gobierno le bajo la cabeza a una empresa transnacional, demostrando quienes son los que mandan en el país, a pocos días de celebrar la “independencia”.
Es decir, el único criterio para la apertura de la ruta fue: no hay que cuestionar las ganancias de Globalvía, apúrense a limpiar la ruta alterna por donde pasan los pobres que no pagan peajes y si hay accidentes, culpamos a la naturaleza.
Asimismo, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (LANAMME) ya había advertido desde marzo pasado del “alto riesgo” de deslizamientos y hundimientos en la Ruta 1, ante lo cual el gobierno no tomó una sola medida (1). Por el contrario, viene aplicando la regla fiscal y las políticas neoliberales de recorte al “gasto público”, lo que impide invertir en la construcción de obra pública y afectando la ya deteriorada y abandonada infraestructura vial nacional.
Además, son repudiables las siguientes declaraciones del ministro y su posterior actuación: “Tengo entendido que la Constitución (Política) garantiza el libre tránsito cuando tengo una vía en la que se cobra peaje. No se estaba garantizando la ruta alterna en ese momento” (2). Esta es la razón por la que abrieron la ruta de Cambronero, no había ruta alterna, la empresa se negó a liberar los peajes priorizando sus ganancias antes que la vida de las personas, el gobierno protegió las ganancias de la empresa abriendo la vía alterna sin tener criterios técnicos adecuados y sucedió la tragedia.
Cuando de garantizar la “libertad de tránsito” se trata es llamativo como se actúa con unos y otros. Si fuera un bloqueo de la clase trabajadora, el estudiantado o los sectores populares por una lucha justa, se envía la policía a reprimir manifestantes, así existan varias rutas alternas, pero cuando es a una empresa poderosa y capitalista se le envía una carta solicitándole por favor, y ante la negativa de la empresa no envían las fuerzas policiales a abrir peajes, todo lo contrario, tomaron una decisión para no tocar las ganancias de la empresa y exponer a miles de personas al peligro inminente.
Cuestionamos el modelo de concesión de obra pública que prioriza las ganancias capitalistas por sobre la vida, señalamos al gobierno como responsable directo de la tragedia y planteamos que se debe derogar la regla fiscal, que está impidiendo aumentar los presupuestos incluyendo la construcción de obra pública, en un país donde su infraestructura vial está bastante deteriorada. Hay que suspender el pago de la deuda externa sobre todo con el Fondo Monetario Internacional para utilizar esos recursos en construcción de infraestructura y acciones para adaptarnos a los impactos de la crisis climática. ¡Hay que tomar medidas anticapitalistas ya!
Referencias:
