Días atrás se dio a conocer el brutal ajuste que piensa aplicar el gobierno sobre el sector cultura, con un recorte de unos ₡1.000 millones colones en el presupuesto para el próximo año.
Dicha propuesta se enmarca en un ataque global contra los presupuestos de las instituciones, al día de hoy prácticamente no existe ninguna que no vaya a sufrir un recorte. El gobierno usa como excusa que debe aplicar la regla fiscal, un mecanismo draconiano que ha demostrado ser una soga al cuello de muchas instituciones.
En este caso, el recorte afecta, entre otros, el presupuesto para el Museo de los Niños y el Parque La Libertad por ₡200 millones en cada institución. También se recortaría al “Melico Salazar por ₡75 millones, al Teatro Nacional por ₡100 millones, ₡99 millones en becas para estudiantes, o ₡50 millones al Centro de Cine. En efecto, fue precisamente la tijera de Hacienda la que hizo que el presupuesto del MCJ se viera reducido en los mencionados ₡973 millones” (1).
Frente a esto, la ministra de Cultura se escudó alegando que los recortes fueron hechos de manera unilateral por Hacienda -un punto que se repite en otros ministerios- lo cual no quita la responsabilidad política del gobierno (del que ella forma parte) por la afectación al sector.
Otro de los fondos que se verían afectados es la Ley de Salvamento Cultural, un proyecto con el fin de que se invirtieran más recursos en el apoyo a los, las y les artistas, por lo cual se realizaron manifestaciones de trabajadores de la cultura en medio de la pandemia y que por la sacrosanta regla fiscal el gobierno se niega a girar.
Y es que esta no es la primera vez que el gobierno plantea un ataque contra el sector, pues para el aumento salarial de 100% que le otorgó el ejecutivo a ministros y viceministros (irrespetando ahí si la regla fiscal), propuso recortar los fondos de cultura con este fin.
Esto presenta un panorama sombrío para el sector. Queda por descatar un punto: lo único que no sufre recortes en este presupuesto es el pago de la deuda pública, que incluso crece por encima del límite de la regla fiscal.
Frente a esto es necesaria la organización de los sectores, para enfrentar a este gobierno neoliberal, que la crisis la paguen las grandes empresas no las personas trabajadoras, la juventud y las mujeres.
Referencias
