
Este lunes mediante publicaciones en las redes sociales de Casa Presidencial se dio a conocer que el pasado viernes el presidente Rodrigo Chaves, el Canciller Arnoldo André y el ministro de Comercio Exterior Manuel Tovar visitaron el Centro Israelita Sionista de Costa Rica. Según la información su objetivo fue “estrechar lazos comerciales y políticos entre la comunidad judía y el Gobierno”.
Visita del Presidente de la República @RodrigoChavesR , Canciller Arnoldo André y Ministro de @comexcr Manuel Tovar al Centro Israelita Sionista de Costa Rica. Con la finalidad de estrechar lazos comerciales y políticos entre la comunidad judía y el Gobierno de Costa Rica. pic.twitter.com/N3XA13Jy8F
— Casa Presidencial 🇨🇷 (@presidenciacr) August 29, 2022
Los gobiernos nacionales, sin importar su bandera partidaria, siempre se han subordinado a las relaciones con el Estado colonialista de Israel, siguiendo el mandato de Estados Unidos. El caso del gobierno actual no es distinto y esta visita es un reconocimiento a ese Estado que mantiene en un régimen de apartheid al pueblo palestino.
Este Centro es el corazón del sionismo en el país y es un representante no oficial de los intereses israelíes en el país. Este es el heredero de las organizaciones sionistas surgidas en el país a mediados del siglo pasado, tales como la Juventud Sionista Unida (JSU) y su medio de difusión HATIKVA.
En un trabajo de estudio sobre el sionismo en el país Ricardo A. Pérez-Navarro señala que entre 1931 y 1945 los migrantes judíos fueron sistemáticamente bombardeados con la idea de que un “buen judío” debe ser sionista: “se desarrolló toda una estrategia discursiva para enlazar a la nueva comunidad judía con la tradición milenaria judía, que incluye a la religión como herramienta de legitimación del ethnos idealizado. Por lo tanto, el nexo con el territorio y la tradición parece ser un mero instrumento ideológico. Un significante vacío que fue llenado por la exaltación nacionalista que se apropió de la religión y la mitohistoria, para generar movilización social”.
Mas adelante observa que: “Los sionistas mediante la recontextualización de eventos históricos yuxtapusieron varios escenarios sumamente llamativos con el que se pretendió tener un mayor impacto en los miembros de las generaciones más jóvenes de la comunidad, debido a la poca afiliación sionista hasta 1945, puesto que sobresalía la tendencia de izquierda y socialista en los adultos de las primeras oleadas migratorias ashkenazi”.
El filosofo israelí Moshé Machover define que “el sionismo es lo que ha sido desde sus inicios, hace más de 100 años: en su esencia se trata de un proyecto político, el proyecto de colonizar Palestina con judíos y convertirla en un Estado-nación con una abrumadora mayoría judía. Israel es tanto un producto de este proyecto como un instrumento para su posterior continuidad, ya que el proyecto no ha llegado aún a su fin: la colonización de Palestina sigue llevándose a cabo con toda intensidad”.
Ademas, “el programa del sionismo militante, que es la corriente sionista dominante, es llevar hasta el final dicho proyecto: colonizar tanta tierra como sea posible y dejar en ella el menor número de árabes palestinos que puedan. Esto último requeriría una limpieza étnica masiva adicional, en una escala similar a la perpetrada en 1947-1949”.
Ese es el proyecto que el gobierno está respaldando y que hace 80 años mantiene subyugado a Palestina. Tan solo hace algunas semanas Israel volvió a bombardear Gaza dejando más de 40 personas muertas y cientos de heridos. Desde la izquierda luchamos por una Palestina libre, laica y socialista, donde sea el pueblo trabajador junto a los sectores populares los que decidan el destino de su país. Por la abolición del Estado Genocida de Israel.