
El próximo 08 de mayo tendrá lugar el traspaso de poderes, en el cual Rodrigo Chaves asumirá formalmente sus labores como presidente de la República. Sin lugar a dudas, su gobierno se va caracterizar por implementar una agenda de ajuste neoliberal de la mano con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual se va traducir en fuertes recortes al presupuesto estatal (amparado en la nefasta regla fiscal), ataques a las condiciones salariales de la clase trabajadora y la destrucción de la naturaleza para beneficio del lucro capitalista. Asimismo, es notable la afinidad del nuevo presidente con los sectores conservadores, por lo cual es muy factible que bajo su mandato se incrementen los ataques contra los derechos de las mujeres y la población LGBTIQ+.
Aunado a eso, la nueva Asamblea Legislativa está compuesta mayoritariamente por partidos de derecha y conservadores. Eso quedó confirmado en la elección del Directorio Legislativo el pasado primero de mayo, donde Rodrigo Arias resultó electo con cincuenta votos a favor -de cincuenta y siete posibles- y con el respaldo de cinco fracciones legislativas –con la excepción del FA-, un dato que refleja la conformación de un frente burgués y conservador para implementar el ajuste neoliberal. Ciertamente, entre los partidos que apoyaron a Arias surgirán diferencias en torno a temas puntuales, pero en general acuerdan en descargar el costo de la crisis económica sobre los hombros del pueblo trabajador y “reformar” el Estado, es decir, avanzar en el cierre de instituciones estatales o la apertura del mercado eléctrico, entre otras medidas. En suma, no hay posibilidad alguna de frenar la ofensiva neoliberal desde el parlamento.
Por todo lo anterior, desde el Nuevo Partido Socialista (NPS), la corriente estudiantil ¡Ya Basta! y Las Rojas, sostenemos que la tarea del momento es retomar las calles para enfrentar la arremetida neoliberal que encabezará Chaves. Sabemos que no es una tarea fácil, particularmente por el retroceso del movimiento sindical y social en los últimos ocho años que, confiando en las promesas de cambio de los gobiernos del PAC, abandonó la lucha callejera para priorizar las mesas de negociación, una estrategia que dejó resultados desastrosos: concesión de los muelles de Moín, aprobación del plan fiscal y la ley anti-huelgas, recortes al presupuesto público, etc.
Como expusimos en muchos de nuestros posicionamientos políticos, tenemos un balance sumamente crítico del rol que jugó el FA en ese período, durante el cual se colocó como el “ala izquierda” de ambos gobiernos del PAC, incluso formando parte del gabinete neoliberal de Carlos Alvarado con la inclusión de Patricia Mora como Ministra de la Condición de la Mujer. De igual manera, el diputado José María Villalta no apoyó las movilizaciones contra el acuerdo con el FMI en octubre de 2020 y llamó a confiar en la mesa de diálogo que planteó Carlos Alvarado, lo cual sólo sirvió para desmovilizar la lucha y darle respiro al gobierno para que reorganizara sus fuerzas para aprobar el acuerdo con el FMI meses más tarde.
A pesar de eso, la entrada en funciones de la administración de Chaves y la configuración a la derecha de la Asamblea Legislativa, hace necesario avanzar en la unidad de acción de todas las fuerzas políticas de izquierda, sindicales y de los movimientos sociales para impulsar la movilización contra la agenda de ajuste neoliberal.
En declaraciones al Semanario Universidad, el nuevo jefe de fracción frenteamplista Jonathan Acuña, declaró que cuando “se esté retrocediendo en materia de derechos sociales, cuando se estén aprobando recortes a la brava, encontrarán un Frente Amplio como siempre” (ver Jefe del Frente Amplio tras ser marginado de acuerdo en Asamblea…). Saludamos que el diputado Acuña indique que se opondrán a los ataques por venir, pero es un error plantear que van a reaccionar hasta que los mismos se materialicen (además que no precisa si serán oposición parlamentaria o llamarán a luchar en las calles); por el contrario, es determinante alertar desde ya sobre el programa neoliberal y conservador del gobierno y la mayoría de fracciones en la Asamblea Legislativa, algo determinante para preparar las luchas con anticipación.
En ese sentido, el próximo 08 de mayo se realizará una movilización durante el traspaso de poderes, cuyo objetivo es dejarle en claro al nuevo gobierno que contará con oposición callejera desde el primer minuto de su gestión. Llamamos a la nueva bancada del FA para que no asista al traspaso de poderes y, por el contrario, se sume a la movilización, lo cual puede fortalecer significativamente la protesta y potenciar el mensaje de oposición callejera ante el ajuste neoliberal, así como repudiar que un depravador sexual asuma como presidente del país. El hecho de que seis diputaciones se ausenten del acto simbólico donde se enviste con el poder burgués al próximo presidente, tendría una enorme repercusión política.
Atentamente,
Comité Ejecutivo Nuevo Partido Socialista