• La propuesta consiste en ubicar el piso de las pensiones del IVM en un 45% del salario mínimo en lugar del actual 50%.

Johan Madriz

En la Junta Directiva de la CCSS se discute un nuevo golpe a las pensiones, esta vez con un ajuste a los montos mínimos, es decir, bajar aun mas las pensiones más bajas, que ya de por si son de miseria.

La propuesta consiste en ubicar el piso de las pensiones del IVM en un 45% del salario mínimo en lugar del actual 50%. Esto implicaría que la pensión mas baja seria de ₵125.113 en lugar de ₵136.865. La cuantía mínima la reciben el 44% de las 314.484 personas pensionadas.

Según quienes apoyan la propuesta el ajuste se debe realizar para reducir el gasto en pensiones durante este y el próximo año, argumentando la reducción en los ingresos del sistema producto de la pandemia. La medida representaría unos ₵4 mil millones este año y ₵15 mil millones en 2022.

Los montos de las pensiones mínimas se calculan en referencia a la base mínima contributiva (BMC). Este es el salario base sobre el cual patronos y trabajadores deben cotizar. Durante la presidencia de Eduardo Doryan (2006-2010) se estableció ese monto en ₵100 mil, muy inferior al salario mínimo. Con esta medida se beneficiaron las patronales al tener que pagar menos en cargas sociales y es una de las causas de la abrupta debacle financiera de la CCSS.

Posteriormente, la institución acordó elevar gradualmente la BMC hasta alcanzar el salario mínimo legal, proceso que culminará el próximo año.

El director Actuarial de la CCSS defendió este cambio argumentando que “los ajustes se continuarán haciendo reconociendo inflación, siempre que las condiciones lo permitan. (…) La lógica del ajuste es que las pensiones mínimas no se disparen”[i].

Este es un ajuste puro y simple contra la clase trabajadora mas pobre que apenas lograr alcanzar la pensión mínima y se suma a una serie de golpes recientes. Desde el 1 de mayo de 2019 las pensiones permanecen congeladas, ya que no se han realizado ni siquiera aumentos por inflación. Además, en agosto pasado se aprobó una modificación del cálculo de las pensiones futuras que implica una reducción de entre 5% y 7% del monto.

Esta disminución implicaría precarizar aun mas las condiciones de vida de miles de personas, debido a que supone un congelamiento de las pensiones por años, ya que su recuperación se tendría que dar a través de los incrementos por inflación que son pequeños. Actualmente, un 64% de las personas pensionadas recibe menos de ₵200 mil mensuales condenándolas a la pobreza.

A contramano, durante la pandemia el gobierno, junto con la CCSS, acordaron reducir la BMC en hasta 75% para evitar afectaciones en las patronales que aun así llevaron adelante una avalancha de despidos que llegó a un pico de 24% de desempleo, además, miles fueron (y aun son) sometidos a reducciones de jornadas o suspensiones de contrato. Con esto se afectan los ingresos inmediatos de las personas trabajadoras, pero también sus cotizaciones jubilatorias.

El gobierno solo vela por los intereses de los empresarios, por eso discute un proyecto para condonar deudas con la seguridad social, lo cual agravaría aun mas la crisis financiera del sistema pensional. Hay que detener estos ataques y exigir el pago de las deudas patronales y del Estado con la CCSS, además, impuestos a las grandes empresas y fortunas que aseguren el sostenimiento del sistema de salud y pensiones del país.

[i] “Caja revive propuesta para reducir monto a pensiones más bajas del IVM”. En www.nacion.com