• Debido a la salida de Reino Unido de la UE y la pandemia, el país enfrenta una escasez de trabajadores del transporte que está redundando en una falta de suministro de productos básicos, principalmente de combustible.

Redacción

La crisis de escasez de combustible en Reino Unido lleva más de una semana, y no parece tener una solución a la vista en el corto plazo.

Debido a la salida de Reino Unido de la UE y la pandemia, el país enfrenta una escasez de trabajadores del transporte que está redundando en una falta de suministro de productos básicos, principalmente de combustible.

La mayoría de los conductores de camiones de Reino Unido eran trabajadores provenientes de países de Europa del Este. A partir de las nuevas políticas migratorias establecidas por el Brexit mas la pandemia, una gran parte de ellos regresaron en el último año a su país de origen, y no es sencillo su retorno. El resultado está siendo una crisis de la cadena de suministros de la economía británica.

Uno de los argumentos preferidos de los conservadores que apoyaban el Brexit hacía referencia a los extranjeros de la UE que venían a «sacarle el trabajo» a los británicos. Ya sin esa mano de obra, la economía británica está ahora casi paralizada.

El Primer Ministro Boris Johnson ha anunciado la apertura de cientos de visas de trabajo excepcionales para transportistas de la UE que quieran trabajar en Reino Unido. Sin embargo, hasta ayer apenas se habían inscrito en la solicitud 127 personas. Los empresarios del sector de transporte calculan que la escasez de camioneros llega hasta los 100.000 conductores.

Mientras tanto, el Gobierno ha desplegado al Ejército como forma de paliar la falta de conductores, por lo que en los últimos días a escasez de combustible menguó un poco.

Según informa Reuters, la Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA, por sus siglas en inglés), que representa el 65% de las 8.380 estaciones de servicio de Gran Bretaña, dijo el viernes que el 27% de los surtidores estaban secos; el 21% tenía solo un tipo de combustible en stock, mientras el 52% tenía suficiente gasolina y diésel.

Crisis generalizada

Además de las evidentes consecuencias de la falta de combustible para toda la economía, la crisis del transporte también golpea directamente en otros sectores, incluido el de alimentos. En algunos lugares se registraron góndolas vacías en supermercados.

Sucede que la industria alimenticia es otro de los sectores golpeados por la falta de mano de obra. Una de las actividades que más sufre la crisis es la ganadería, que enfrenta la escasez de carniceros y trabajadores de los mataderos, que en su mayoría también eran extranjeros europeos. Cámaras empresarias del sector presionan al gobierno para que tome medidas más drásticas y han advertido sobre que puede darse la necesidad de sacrificar a más de 150.000 cerdos que, aseguran, ya deberían haber ingresado a la cadena alimenticia.

Ahora, el problema se está extendiendo a otro sector sensible como es el bancario. Se calcula que un quinto de los trabajadores del sector financiero son extranjeros provenientes de la UE, pero ahora muchos de ellos han regresado a sus países. También el transporte de caudales se está viendo afectado por la escasez de conductores.

El gobierno y los empresarios se «tiran la pelota» entre sí por la responsabilidad de la crisis. Johnson asegura que la escasez se deba al rápido despegue de la economía del país luego de la pandemia, e insiste con que las empresas deberán ofertar mejores puestos de trabajo con mejores salarios. Los empresarios culpan al gobierno de su ineficiencia en la administración del Brexit.

Mientras tanto, las encuestas de opinión comienzan a reflejar malestar en torno al Brexit y sus consecuencias. Esto se ve aun con más fuerza en los sectores que de entrada manifestaron mayoritariamente su oposición a salir de la UE, como los escoceses.