Huelgas y movilizaciones siguen creciendo en Francia contra la reforma jubilatoria de Macron: este martes casi 2 millones de personas se movilizaron en 200 puntos del país y ya se ha convocado a una nueva jornada para el sábado 11.

En el segundo día de tratamiento de la reforma en la Asamblea Nacional , el rechazo popular a la propuesta del Gobierno es contundente. Convocaron al paro nacional los 8 sindicatos principales y organizaciones políticas, con una enorme participación de la juventud.

Las movilizaciones se replicaron en las principales ciudades: París, Lyon, Marsella, Toulouse. En París, la movilización llegó a la Plaza de la Bastilla con 400.000 manifestantes, según informa la CGT francesa.

Una reforma injusta que los trabajadores rechazan

Evidentemente, el gobierno no ha podido convencer a la población de la necesidad ni la justicia de su proyecto. Incluso los medios más reaccionarios reconocen que el 80% de la población francesa rechaza la reforma, un número que ha crecido desde las primeras movilizaciones. Y es que la extensión de la edad jubilatoria a los 64 y el aumento en la cantidad de años necesarios para acceder a la misma es vivida como un injusto ataque hacia los trabajadores.

Los paros por sectores fueron claves para expresar este rechazo: hubo huelgas en las refinerías del 6 al 8 de febrero y  de ferroviarios el 7 y el 8. Así se construyó esta masiva movilización del 7 con casi 2 millones de personas en la calle.

Al rechazo de los sindicatos se suman las acciones impulsadas por estudiantes de todo el país, con un centro fuerte en la región parisina donde crecen las instancias de coordinación. Así se evidencia en el ejemplo de la universidad Paris 8 de Saint-Denis, donde 350 estudiantes y trabajadores universitarios lanzaron un llamado de una Asamblea General. La misma se llevó a cabo el lunes 30, una semana antes de la última movilización,  y jugó un papel clave al coordinar la participación conjunta del sector estudiantil .

«Tenemos la fuerza para tirar abajo la reforma de Macron»

Es en este contexto que agrupaciones como Socialisme ou Barbarie sostienen que es hora de terminar con las movilizaciones aisladas y pasar a una ofensiva mayor: «No tenemos que contenernos con un calendario de jornadas aisladas o movilizaciones de fin de semana como sugiere la CFDT ( Central Sindical francesa). Para ganarle a Macron es necesario construir una huelga general que paralice al país hasta que el gobierno se vea obligado a retirar su reforma».