Militar, ultranacionalista y millonario: quién es el nuevo Primer Ministro de Israel

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  • En un acuerdo heterogéneo entre ocho partidos, el ultraderechista Naftali Bennet será el sucesor de Benjamin Netanyahu en el poder, luego de doce años. Con un discurso marcadamente anti palestino, se ha manifestado a favor de la ocupación territorial sobre Gaza y Cisjordania.

Renzo Fabb

«He matado muchos árabes en mi vida, y no tengo problema con ello». Estas palabras que alguna vez se oyó decir al que será el nuevo Primer Ministro israelí lo pintan de cuerpo entero.

Se trata de Naftali Bennet, líder del partido ultraderechista Yamani («Nueva Derecha») que en los próximos días será validado por la Kneset (parlamento) como el nuevo mandatario del país, desplazando a Netanyahu del poder luego de 12 años.

El acuerdo parlamentario que le permitirá llegar al poder estuvo promovido por Yair Lapid (centrista laico) con quien rotará en el cargo de Primer Ministro luego de que Bennet cumpla los primeros dos años de su mandato.

El acuerdo tiene un carácter extremadamente heterogéneo políticamente, por lo que muchos analistas se preguntan qué consistencia podrá tener el gobierno que encabezará Bennet. La coalición está formada por ocho partidos, que van desde la extrema derecha (con el propio Bennet a la cabeza), pasando por los moderados laicos hasta la centro izquierda (Laboristas).

Además, lo novedoso es que del acuerdo también forma parte el partido árabe Maan, una formación política emparentada con el Partido de la Hermandad Musulmana, de Egipto. Por primera vez en la historia un partido que representa a la minoría árabe (que de todos modos es el 21% de la población de Israel) será parte del gobierno, pero muchos se preguntan como se conciliará esto con la islamofobia y el nacionalismo antipalestino de Bennet.

¿Quién es Naftali Bennet?

Bennet es hijo de inmigrantes estadounidenses judíos. De joven inició su carrera en el ejército, llegando a obtener el rango de comandante. Luego, a principios de los 2000, fundó una empresa contra el fraude cibernético, hasta que la vendió en 2005 por el valor de 145 millones de dólares.

A partir de 2006 comenzó su carrera política, casualmente en el Likud, el partido político de Netanyahu. De hecho, Bennet fue asesor y colaborador del actual Primer Ministro durante algunos años.

Luego se independizaría políticamente para formar su propio partido, que en un primer momento se llamó La Casa Judía. Ya con el nombre de Yamina, su partido obtuvo siete escaños en las últimas elecciones del pasado 23 de marzo, que a pesar de ser un número menor en una cámara compuesta por 120 representantes, su integración fue decisiva para que la alianza que busca desplazar a Netanyahu cuente con los votos suficientes. El acuerdo estipula que Bennet será el Primer Ministro durante los próximos dos años, cuando será reemplazado por Lapid. Por su parte, Netanyahu abandonará el cargo enfrentando graves causas por corrupción.

Su carrera política estuvo basada en un discurso flagrantemente anti-palestino y nacionalista. Bennet se manifiesta abiertamente a favor de la ocupación de Cisjordania, un proyecto que en su momento también intentó Netanyahu, sin lograrlo del todo. Bennet rechaza fervientemente la creación de un Estado palestino, y de hecho ha formado una organización político-social que agrupa a los colonos israelíes de Cisjordania. En 2013 declaró que «los terroristas palestinos» no deben ser encarcelados sino asesinados.

En términos económicos, Bennet es un ferviente adherente al programa del neoliberalismo, lo que va en consonancia con su carácter de ex-empresario multimillonario.

Ideológicamente, estamos ante alguien que está aun más a la derecha que Netanyahu, a pesar de haber mostrado bastante pragmatismo político, lo que lo llevó a encabezar la heterogénea alianza que lo llevará al poder.

La principal incógnita del próximo gobierno de Bennet será cómo logrará conciliar los diferentes intereses y programas de los partidos que confirman la alianza, en particular con el partido árabe Maan. Estos últimos han declarado que su participación en el gobierno estará guiada por frenar los desplazamientos forzosos de la población palestina al interior de Israel.

Sin embargo, Bennet ya destacó que su gobierno «no entregará territorios» (en relación a la ocupación de Cisjordania) y «no dudará en comenzar una operación militar si es necesario». Evidentemente, la situación de opresión del pueblo palestino no cambiará sustancialmente.

Cambio en la presidencia

Además del Primer Ministro, también cambiará el Presidente. Cabe destacar que este último cargo es más bien protocolar, representa a quien es el Jefe de Estado. El Presidente no tiene injerencia directa en las decisiones de gobierno. Entre una de sus potestades se encuentra la del indulto.

El nuevo Presidente será Isaac Herzog, un político de carrera que proviene de una familia con larga trayectoria en la política israelí. De hecho, su padre también fue Jefe de Estado.

Durante largos años fue líder del centroizquierdista Partido Laborista, y se ha manifestado públicamente a favor de la solución de los dos Estados. Herzog tiene un perfil de dialogador y negociador con el que Israel busca mostrar una cara más «amigable» frente al mundo, luego de la brutal última escalada en el conflicto con Palestina con cientos de bombardeos en Gaza que dejaron más de 250 civiles muertos.

Es llamativo como el establishment político israelí elige a un «dialogador» para un cargo más bien protocolar, pero elegirá a un ultranacionalista radicalizado antiárabe para el cargo que efectivamente toma las decisiones en el Gobierno.

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