• En agosto pasado, en una “Conferencia” realizada bajo los auspicios de Donald Trump, representado por su yerno Jared Kushner, se firmó un acuerdo de EEUU con cinco estados árabes, garantizando una capitulación total a Israel.

Roberto Ramírez

Bautizada por Trump como el “Acuerdo del Siglo”, en una declaración firmada por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto y Jordania, han jurado solemnemente al yerno presidencial Kushner…y a Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, someterse al “orden” dictado por el imperialismo yanqui e Israelita para la región.

Como puede verse, en la lista de participantes de esa Conferencia no figuran ni los palestinos ni otros Estados, de la región ni del resto del mundo, que tengan una mínima independencia en relación a Washington.

Dicho de otro modo: en una conferencia donde se determinaría el futuro de la región Palestina de aquí a la eternidad, no participó ningún palestino u otro representante de sus derechos.En verdad ha sido sólo una reunión internacional de amigos de Trump…convocada por Trump y dirigida por su yerno, el activista sionista Jared Kushner. Una reunión que es muy muy conveniente para Israel… y también –supuestamente–para la campaña de reelección presidencial que está llevando adelante Trump con pronósticos aún inciertos…

Más allá de los detalles, la síntesis es que todos los “delegados” árabes se pusieron de rodillas, respaldando los “planes de paz” contra los palestinos, impulsados por Washington e Israel.

Por supuesto estos “planes de paz” no solo no tienen nada de nuevo, sino que auspician (e implican, como siempre), el despojo y sometimiento a Israel de los castigados palestinos. Esto no es nada nuevo. Los anteriores y diversos proyectos similares auspiciados desde Washington – como por ejemplo los de Obama y gobiernos anteriores–siempre acabaron en la nada o con situaciones aún peores, como es ahora bajo el reinado de Trump.

Pero las “negociaciones de paz” de épocas anteriores, aunque no llevaban a una verdadera solución de fondo que implicase el fin de la opresión colonial del pueblo palestino por Israel, por lo menos implicaban algunas concesiones… En primer lugar, un cierto reconocimiento verbal de derechos… que siempre al final quedaban prácticamente en la nada.

Ahora, en este caso, ha habido otras novedades, que por supuesto no han mejorado la situación del castigado pueblo palestino, sino más bien de sus opresores.

Subrayemos, en primer lugar que,como antes señalamos, en esa conferencia no fue invitada ninguna verdadera representación palestina. Ni siquiera las más cuestionables y capituladoras (como la del “gobierno palestino” de la OLP). Aunque eso no fuese más que otra de las farsas de Trump, hubiese servido como cortina de humo para disimular… Eso es lo que hacían Obama y otros prestidigitadores de Washington.

Pero ahora las cosas van por otro rumbo… aunque en el fondo el contenido y los resultados no son muy diferentes.

Eso es la conclusión que ha sintetizado uno de los ministrosdel “gobierno” palestino, Mohammad Shtayyeh: “Tel Aviv va hacia un gobierno de anexión«. Y agrega: «La formación de un gobierno de anexión israelí significa el fin de la solución de dos Estados y el desmantelamiento de los derechos del pueblo de Palestina, tal y como está establecido por el Derecho Internacional y las resoluciones internacionales.»

Lamentablemente, Mohammad Shtayyeh ni los otros miembros del “gobierno palestino” no sacan las conclusiones pertinentes: la necesidad perentoria de organizar en Palestina y en toda la región la resistencia y protesta para derrotar estos planes genocidas de Trump y el gobierno de Israel, y también, al mismo tiempo, movilizar la solidaridad internacional, especialmente de Europa y EEUU.

Hoy en día, ni las figuras de Trump ni de Netanyahu gozan de mucha simpatía internacional. Puede ser un momento favorable para impulsar un repudio mundial que frene la mano de estos genocidas.