• Debido a la falta de combustible, las dos principales centrales eléctricas del país dejaron de funcionar en medio de una profunda crisis económica.

Redacción

Este sábado el sistema eléctrico del país ha colapsado luego de que sus dos principales plantas de generación eléctrica se quedaran sin combustible, dejando al país a oscuras por al menos dos días según fuentes oficiales.

En los meses pasados los apagones han sido moneda corriente en el Líbano, llegando incluso a situaciones de racionamiento y cortes programados de energía entre la medianoche y las 6 AM. Sin embargo, no existen precedentes de un apagón total como este, que ha dejado hasta a la ciudad capital, Beirut, sumida en las sombras.

Las plantas de Deir Ammar y Zahrani, que proveen el 40% del total de la energía consumida en el país, dejaron de funcionar debido agotamiento del stock de diésel.

El país depende en gran parte de la importación de combustibles para la producción de energía. En medio de una grave crisis económica que ha implicado una devaluación de casi el 100% de la moneda nacional en los últimos dos años, el país se quedó sin reservas de divisas estadounidenses que permitan afrontar los pagos por importación de diésel a proveedores extranjeros.

Frente a esta situación, la única alternativa para la población es la utilización de generadores privados que resultan extremadamente caros e inaccesibles para una gran porción de la población sumida en la pobreza (según datos de la ONU, el 55% de los más de cuatro millones de libaneses viven por debajo del umbral de la pobreza con menos de US$3,84 al día) y funcionan a base de escasas reservas de diésel.

La crisis energética se profundiza en medio de una grave crisis económica y política en el país que ha desatado movilizaciones masivas en la capital en repudio a las precarias condiciones de vida de la población trabajadora.

Hace tan sólo un mes el magnate de las telecomunicaciones Najib Mikati, sumido en escándalos de corrupción relacionados a negocios fraudulentos con el Estado, asumió el cargo de Primer Ministro luego de que el ex primer ministro, Hassan Diab, presentara su renuncia tras la catastrófica explosión en la ciudad capital que dejó cientos de muertos y miles de heridos a la vez que dejó en ruinas a grandes porciones de Beirut.