La pandemia sigue sin detenerse

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  • El lunes 7/9 la pandemia registraba  más de 27  millones de contagiados. Cuando esta nota sea publicada habrá pasado los 28 millones: es que desde que alcanzó los 200.000 nuevos casos diarios,  a principios de julio, nunca bajó de  ese registro, llegando a 305.000 el 4/9.

Marcelo Buitrago

Por su parte, las muertes diarias llegaron a su pico el 8/4 con 8.000 casos diarios, manteniéndose luego en un promedio de 6.000, con picos de casi 10.000 como el 23/7 y el 14/8.

Habiendo hecho esta introducción, vale aclarar que estos números son sólo una aproximación a la realidad: el número de contagiados es ampliamente mayor, por la incapacidad mundial de hacer test masivos y  manipulaciones varias, y la certeza que el número de muertes está subvalorado en la mayoría de los países; de ahí que los centros de estudios hayan empezado a buscar lo que se dio a conocer como “exceso de muertes” con relación a un año normal, cuando hay estadísticas. El ejemplo de México es abrumador: el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades mexicano (Cenaprece), calcula unas 70.000 muertes más que en años normales,entre el 15 de marzo y el 27 de junio: para esa fecha, México informaba 22.367 muertes por Covid. Y esto para el país que hoy, según los registros oficiales, es el cuarto mundial en número de muertes.

El propio CDC yanqui (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) calcula en 10 veces más en varios estados el número de contagios en relación al número oficial. Es que pese a haber llegado al impresionante número de 800.000 pruebas diarias a fines de julio, luego el número empezó a descender. Estados Unidos ha testeado más de 80 millones de personas sobre una población de 330 millones, casi el 25% de la misma, y aun así está lejos de tener la pandemia bajo control; simplemente “los puntos calientes” se desplazan de estado a estado o región, al inicio el noreste (Nueva York) luego el sur y el oeste (Texas, Florida, California) y ahora Dakota del Norte, Dakota del Sur y Nebraska.

El recorrido de la pandemia ha sido desde Europa a Estados Unidos, después a Latinoamérica y ahora hacia India, pero con algo que no hay que perder de vista: el aumento puede aparecer de golpe, pero el descenso es muy lento. Y los casos de España y Francia, con más casos diarios hoy que en marzo,prueban la resistencia del virus.

Estos últimos meses se ha observado una paradoja en Estados Unidos: mientras se duplicaba el número de casos diarios, en relación a marzo-abril, el número de muertes diarias sólo llegaba  a la mitad de entonces. Una parte de la respuesta la encontramos en el mayor porcentaje de éxito en los casos de terapia, pero en julio, cuando los casos doblaban a los de marzo, el nivel de hospitalización no creció en la misma proporción. Un caso similar se verifica ahora en España y Francia. Si el virus se debilitó, el contagio es ahora en los jóvenes, o los ancianos se cuidan más, es motivo de especulación en los expertos. Según una especialista de la Universidad Johns Hopkins, “llevará años, décadas, logar un completo entendimiento de cómo el patógeno se comporta y cómo causa la enfermedad en las personas”.Mientras tanto, a medida que se acerca el otoño, y la temporada de gripe, la preocupación aumenta: “Este otoño e invierno podría ser uno de los momentos de salud pública más complicados que tengamos, con los dos virus llegando al mismo tiempo”, según el Director de  los CDC.

África e India

En un artículo del 9 de mayo anotábamos dos lugares sobre los que la pandemia podía hacer estragos en el futuro: el continente africano y el subcontinente indio.

En el reciente artículo La india al borde del abismo (Izquierdaweb.com),Delfina Castellú describe la dramática situación de la India. Aquí sólo queremos agregar que según la revista The Lancet:  “Los expertos han cuestionado las deficiencias y la falta de claridad en el registro civil, las prácticas de prueba y la clasificación de las muertes por COVID-19”,ya que “No está claro cómo se incluyen en las estimaciones de mortalidad las muertes sospechosas o probables atribuibles a COVID-19” y  que “la información sobre si los datos estatales sobre muertes incluyen casos sospechosos y probables no es de dominio público y el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de la India no respondió a las solicitudes de aclaración de The Lancet”.

Las sospechas no son infundadas, ya que el 65% del total de muertes provienen de sólo cuatro estados y“algunos estados no han registrado ninguna muerte sospechosa o probable por COVID-19” y en las áreas rurales, donde vive la mayor parte de la población de la India, la mayoría de las muertes ocurren fuera del hospital. Más grave aún:“entre las muertes registradas bajo el sistema de registro civil, sólo el 22% están certificadas médicamente a nivel nacional con la causa de muerte”.

Además los diferentes estados  están utilizando diferentes pruebas de diagnóstico a medida que más y más estados avanzan hacia las pruebas de detección rápida de antígenos, que se sabe que tienen un alto porcentaje de falsos negativos y no utilizan las pruebas estándar de PCR a plena capacidad”.

Por el contrario, la situación de África se ha convertido en un verdadero acertijo para los expertos: con una casi inexistente infraestructura sanitaria, y el castigo de otras enfermadas endémicas además del Covid-19, las proyecciones eran alarmantes.  En ese entonces,  la Organización Mundial de la Salud había advertido que, según un modelo de proyección preliminar, los 20.000 positivos actuales (en ese momento) podrían multiplicarse hasta los 10 millones en un período de tres a seis meses.Todos los expertos y estudios coincidían que África estaba en problemas.

«Pensé que nos dirigíamos hacia un desastre, un colapso total», explica un  virólogo sudafricano.

Pero al 9 de setiembre, los casos ascendían a 1,3  millones con 32.000 muertos, casi la mitad en Sudáfrica.

Algunas de las medidas más efectivas contra la transmisión del Covid-19 son, en África, mucho más difíciles de poner en práctica: el lavado regular de manos se ve obstaculizado por el hecho de que el 40% de los africanos subsaharianos no tienen acceso a agua limpia. El distanciamiento social y el bloqueo son limitados en su efecto, porque las dificultades económicas para las personas de muchos países significan que viven día a día y requieren trabajo para sobrevivir. La única esperanza del continente es su juventud, con un 60% de su población con menos de 25 años; demasiado poco frente a tantas incertidumbres con respecto a la pandemia.

Y si bien está claro que el número de contagios no refleja la cifra real de casos, porque muchos países carecen de recursos para llevar a cabo campañas de detección masivas, no han  enfrentado la situación de Sudáfrica, que vio cómo  las camas de hospitales se llenaban y los casos superaban los 600.000, dentro de las cifras más altas del mundo.

Sólo dos países africanos estaban equipados para realizar las pruebas de coronavirus al inicio de la pandemia. Ahora, prácticamente todos tienen capacidad básica, pero a menudo hay desabastecimientos de suministros y algunos realizan menos de 500 test por cada millón de personas.

Es un rincón del mundo con ciudades abarrotadas, donde hay poca higiene, y en donde en ciertas comunidades es imposible poner en práctica el distanciamiento social: las familias son numerosas y suelen compartir una sola habitación.

Incluso si muchas muertes no han sido reportadas en Sudáfrica, el país todavía ha tenido un mejor desempeño al esperado al igual que muchas otras partes del continente, donde las camas hospitalarias permanecen vacías y los gráficos de infección han evitado los picos pronunciados que se ven en otras partes del mundo.

«La mayoría de los países africanos no tienen picos. No entiendo por qué. Estoy perdido«.

«Es un enigma. Completamente increíble»,manifiestan a la BBC los  especialistas africanos.

«Pensamos que aquí va a ser a combustión lenta”, expresa el director de la OMS en África.

Las vacunas: nuevo campo de disputa geopolítica

Según la revista Nature Reviews, hay en la  actualidad 321 desarrollos de vacunas candidatas en distintas fase de desarrollo, con 32 en fase clínica y 6 en la última fase para su aprobación.

as Fase Exploratoria Preclínica Fase Clínica:  32
Fase I Fase I-II Fase II Fase IIb- III
2/9/2020 201 88 10 13 3 6

 

De las candidatas en fase clínica, once están siendo desarrolladas por organizaciones chinas y siete  cuentan con el apoyo del Programa Warp Speed del gobierno yanqui, que tenía como objetivo entregar 300 millones de dosis para enero de 2021, y que han recibido financiación por más de 10.000 millones de dólares por Trump, que es negacionista pero también consciente que la pandemia tira abajo su aspiración releccionista [[1]].

A su vez, 8 de los candidatos clínicos han recibido financiación de la Coalición para Innovación en la Preparación de Epidemias (CEPI) y ahora están incluidos dentro de COVAX, una colaboración liderada por CEPI, Gavi y la OMS, que tiene como objetivo entregar 2.000 millones de dosis para fines de 2021, una iniciativa de la filantropía mundial del tipo de las que hay para acabar con el hambre, la pobreza, las enfermedades y todo tipo de maldades del capitalismo, con los resultados que están a la vista. La OMS publica en su página que “En la lucha por una vacuna, los países pueden actuar solos —de manera que unos pocos salgan ganando y muchos otros salgan perdiendo— o pueden unirse al COVAX, una iniciativa que se basa en el interés propio bien entendido pero también en la equidad, sin dejar a ningún país atrás”.

Pues bien, no en vano la prensa mundial da cuenta del “nacionalismo de las vacunas”: Rusia anunció el uso de las vacunas en personas de riesgo antes de comenzar su ensayo de fase 3, y China ha autorizado una vacuna para su uso en miembros del ejército. Estados Unidos ha retirado el financiamiento a la OMS y financia a su vez las empresas del “Big Pharma”, alentando la competencia de unas contra otras, en una carrera enloquecida por llegar primero: la anarquía capitalista de la producción en su apogeo.

A su vez, según el NY Times, la “pandemia ha provocado uno de los cambios de misión más rápidos para las agencias de inteligencia del mundo, enfrentándose en un juego de espías contra espías”en la carrera por la vacuna: chinos, rusos, británicos y estadounidenses se acusan de espiar Universidades, Institutos y empresas. A diferencia de la carrera espacial, donde Estados Unidos y la Unión Soviética se espiaron mutuamente durante largos años; ahora el tiempo se comprime y China es el nuevo malo. De ahí el cierre del consulado chino en Houston ordenado por Trump por haberlo usado como “puesto de avanzada para hacer incursiones sobre expertos médicos en la ciudad”. Si hay algo que Trump no teme es al ridículo.

Y es que, según la citada revista, “lo que constituye la inmunidad protectora para las personas expuestas al virus sigue sin estar claro”  y“sigue existiendo mucha incertidumbre dada la falta de datos clínicos sólidos  hasta  el momento, mientas se espera que los candidatos más avanzados comiencen a informar datos de estudios durante los próximos meses”: hasta ahora prima el secreto, y nadie informa nada.

El Washington Post explica que el desarrollo de vacunas suele llevar años y se desarrolla paso a paso, desde la creación en laboratorio, la prueba a animales y luego pasar a ensayos clínicos humanos cada vez más grandes, desde la fase 1 destinados a establecer la dosis correcta, hasta la fase 3 para evaluar si las vacunas son efectivas y seguras.

El objetivo de desarrollar una vacuna en el corto plazo de 12 a 18 meses no tiene antecedentes históricos: la vacuna más rápida, contra las paperas, se desarrolló en 4 años; la vacuna contra el HIV sigue esperando.

Vacuna Años desarrollo
Paperas 4
Polio 7
Sarampión 9
Varicela 34
VPH 15

 

Las vacunas funcionan enseñando al sistema inmunológico del cuerpo a reconocer y bloquear los virus, y cada categoría de tecnología de vacunas funciona bajo este principio básico.

Las vacunas contra el coronavirus se están moviendo mucho más rápido en parte porque los gobiernos, y Trump sobre todo, están asumiendo los riesgos de desarrollar una vacuna que pueda no funcionar (y socializar las pérdidas) y así las multinacionales han puesto en marcha la fabricación de las dosis antes que finalice la investigación y aprobación.

El otro factor que explica la velocidad son los avances en ciencia y tecnología que permiten utilizar nuevas herramientas para omitir pasos que requieren mucho tiempo, como la fabricación de proteínas virales o el crecimiento del virus en huevos de gallina.

El Post da cuenta de la tecnología en fase III utilizada por las distintas empresas: Ácido Nucleico, que puede diseñarse y fabricarse rápidamente, pero nunca han sido aprobadas para su uso fuera de laboratorio y probablemente requiera dos dosis, vacunas con Vector Viral que se pueden diseñar rápidamente, pero las personas pueden desarrollar inmunidad al vector viral, por lo que es potencialmente menos útil si son necesarias dosis de refuerzo, y las vacunas con virus debilitados o inactivados, mas anticuadas, pero que tardan más en fabricarse.

 

Fase III Ácido Nucleico (ADN-ARN) Vector Viral Virus debilitado o inactivado
Cantidad 2 2 3
Empresas ModernaPfizer – BioNTech AstraZeneca-OxfordCanSino Biologics- I. Beijing Sinopharm- I. BeijingSinovac

Bharat Biotech

Ventaja Velocidad Velocidad Tradicional
Desventaja Nueva. Dos dosis Menos útil con refuerzo Tardanza en fabricación

 

La polémica sanitaria en Estados Unidos ha estado presente desde el inicio de la pandemia: desde la escasa cantidad inicial de test disponibles, siguiendo por el uso de máscaras faciales, la autorización de uso de emergencia de la Hidroxicloroquina por la FDA[2] el 30 de marzo sin ninguna base científica, después que Trump la presentara como un “medicamento milagroso”. Aprobación que debió ser revocada el 15 de junio ante “los continuos eventos adversos  cardíacos graves”  hasta la presentación del uso de  plasma de convaleciente  el 23 de agosto  por el titular de la FDA  como una mejora del 35% en la supervivencia, sin estudios adecuados, luego que Trump lo presionara públicamente el día anterior, aseveración de la que se debió retractar.

A eso se suma ahora el anuncio de Trump de tener la vacuna antes de las elecciones. No sólo eso, sino que está arrastrando al descrédito de todas las agencias de salud. Para dos días antes de las elecciones los estados deben presentar un esquema de vacunación para su aprobación. Sin duda la FDA, que debe aprobar la vacuna, se encuentra bajo la mayor presión ya que “necesitan entrar en el Trump Time”.

Es tal el descrédito, que hay  encuestas que pronostican que más del 50% de los norteamericanos no se pondrán  una vacuna “rápida”.

Como respuesta a esa fe debilitada, los directores ejecutivos de nueve compañías farmacéuticas prometieron el martes no buscar la aprobación de las vacunas antes de que hayan demostrado ser seguras y eficaces. Las empresas se comprometieron a «hacer siempre de la seguridad y el bienestar de las personas vacunadas nuestra máxima prioridad»(¿antes no era así?).

Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU ha sugerido que las vacunas contra el coronavirus pueden aprobarse antes de completar una tercera fase de ensayos clínicos.

Moncef Slaoui, el principal asesor de vacunas de Trump, pronosticando el comportamiento de la FDA, expresó que “lo más probable es que la FDA quiera que las personas que están en mayor riesgo —trabajadores de la salud de primera línea, los mayores de 65 años y aquellos con enfermedades subyacentes— sean vacunados primero. Después de eso, podría tomar otros seis meses para una aprobación completa para distribuir la vacuna ampliamente.”

Pero demostrando que el desarrollo de vacunas no es un trámite burocrático, las pruebas que desarrollan la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y que se considera una de las más avanzadas,  fueron puestas en pausa por precaución esta semana.

La medida fue tomada de forma «rutinaria», luego de que un voluntario que recibió una dosis presentó una reacción grave(un trastorno neurológico), informó este martes un portavoz de Oxford.

Esta es la segunda vez que se suspende el ensayo de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca y Oxford, indicó el editor de medicina de la BBC.

Esta fórmula ha sido aplicada a unas 30.000 personas en las pruebas de la fase 3 en Brasil, Estados Unidos, Reino Unido y Sudáfrica. AstraZeneca se encuentra entre las nueve empresas que firmaron el compromiso de solicitar la aprobación regulatoria sólo después de que las vacunas hayan pasado por las tres fases de estudio clínico.

El último interrogante gira en torno a la eficacia exigible a las vacunas. La FDA, encargada de su aprobación en Estados Unidos, ha expresado que la vacuna para el Covid-19 deberá prevenir la enfermedad o disminuir los síntomas en “la mayoría” de quienes la reciban, mientras la OMS se expide por al menos en un 50% de los que la reciben, no muy distinto a la eficacia de la vacuna contra la gripe, que varía del 40% al 60%.

La conclusión es clara: por ahora la pandemia vino para quedarse y mientras se desarrollan las vacunas, e incluso cuando estén rigurosamente aprobadas, donde se planteará el problema de su compra y distribución, que no es secundario, la única medida posible actual  es el distanciamiento social, el testeo  masivo y el rastreo de contactos. Para ello ya hay que multiplicar la inversión en salud pública, empezando por sus trabajadores, e impedir que las fábricas y lugares de trabajo sean el ambiente de contagios. Para conquistar eso el lugar es la calle, desalojando a las fuerzas represivas que hoy la ganaron buscando su fortalecimiento e impunidad.

 


 

https://elpais.com/mexico/2020-07-30/las-muertes-durante-la-epidemia-multiplican-la-cifra-oficial-por-covid-en-mexico.html

https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)31857-2/fulltext

[1]Por un lado, el importe es minúsculo al lado de los billones destinados a enfrentar la pandemia, pero por otro lado, refleja también que el desarrollo científico no se resuelve solamente con dinero, y menos azuzando unos contra otros: así hubiera multiplicado por 100 la inversión, eso no  asegura el desarrollo de la velocidad  de su creación en la misma proporción, al no compartir los avances científicos, que se consideran una mercancía propiedad de su dueño.

[2] Encargada de aprobar vacunas y medicamentos.

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