La Conferencia Electoral del PSOL oficializa liquidación

La resolución de apoyo a la alianza Lula-Alckmin acelera el proceso de degeneración política del PSOL.

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Se abre un nuevo proceso de organización de la vanguardia socialista revolucionaria 

En un nuevo acto antidemocrático, la dirección del PSOL se reunió a puertas cerradas para la Conferencia Electoral. Fueron 35 votos favorables, 25 en contra y una abstención para el ingreso del partido a la alianza Lula-Alckmin. A favor votaron Primavera Socialista, Insurgencia, Resistencia, Revolución Solidaria y figuras públicas independientes como Chico Alencar. En contra votaron Comuna, Acción Popular Socialista (APS), Lucha Socialista (LS), Corriente Socialista de Trabajadores (CST) y Movimiento Izquierda Socialista (MES). Este último al apoyar y votar a favor de la federación partidaria con la REDE Sustentabilidad terminó por arrojarse abiertamente hacia el oportunismo. Por eso su voto contra la alianza Lula-Alckmin fue dado para intentar mantener las apariencias, o sea, sin el menor compromiso auténtico con la lucha independiente, como ya mencionamos en notas pasadas.

Otro posicionamiento de la Conferencia fue la prórroga sobre la decisión sobre la participación del PSOL en un posible gobierno de Lula hasta noviembre de este año. Se trata de una maniobra de carácter táctico – la misma hecha por la mayoría cuando voto por constituir un frente de izquierda y postergar la decisión sobre la táctica electoral para abril de este año. En tanto, construía la participación en el frente burgués de conciliación de clases buscando minimizar los impactos sobre la crisis interna que se instauró desde el último Directorio Nacional (18), en el cual se definió la unión con la REDE Sustentabilidad. El primer acto del triste drama de la pérdida de independencia política protagonizado por el PSOL.

Al oficializar la posición de bajarse de una candidatura propia y adherir a la alianza Lula-Alckmin, o PSOL termina de aniquilar cualquier vestigio de compromiso con sus principios fundacionales tirando por la ventana el horizonte estratégico del socialismo. La Conferencia de ayer, a partir de sistemáticas falsificaciones políticas e históricas, vinculadas a métodos burocráticos, estableció una nueva consigna para el partido, aunque estas palabras no hayan sido dichas exactamente: no queda otra cosa más que administrar el Estado burgués, la crónica orientación do posibilismo. O sea, se rompe con los pilares políticos que dieron origen al PSOL: 1) Ser una alternativa por la izquierda al PT y al lulismo; 2) Movilizar a los sectores de los explotados y oprimidos por la base, permanentemente y de manera independiente de la burocracia y de la burguesía, así como la presentación de un programa anticapitalista.

Además del gesto de traición y liquidación de una valiosa e histórica herramienta constructiva para la izquierda socialista, aún pese a todas sus falencias, hay un peligro inminente al cual debemos vigilar de cerca. Bolsonaro escala el tono autoritario y golpista, indulta de forma inconstitucional y bonapartista a un aliado, mantiene sus bases de apoyo sólidas y crece en las elecciones. Tiene apoyo en las fuerzas represivas, en las fuerzas armadas y en sectores de la clase dominante y media que pueden embarcarse en esa aventura autoritaria.

Al entrar de cabeza en la estrategia electoralista con Lula y el PT, el PSOL, al no tener candidatura propia, se diluye en el frente burgués, pierde totalmente la capacidad de crítica (exigencia y denuncia) y abandona, así, la importante tarea de mantener las calles movilizadas para combatir al neofascismo. O sea, abandona la estrategia de movilización de nuestra clase para derrotar a Bolsonaro en las calles, para solo “derrotar a Bolsonaro en octubre”. Con eso, el único instrumento capaz de derrotar a Bolsonaro y las fuerzas reaccionarias que amenazan nuestros derechos democráticos, que es la movilización en las calles se deja totalmente de lado. Por eso, afirmamos que estamos ante de una doble traición: la liquidación de una alternativa histórica al lulismo por la izquierda y la inconsecuente y peligrosa posición de colocar en un segundo plano el peso decisivo que tendrá la movilización en las calles para derrotar a Bolsonaro.

Una batalla dada hasta el final

A pesar de las nulas esperanzas sobre un desenlace diferente (se trataba de un juego con cartas marcadas), militantes del PSOL, independientes y representantes de diversas organizaciones, entre las cuales está nuestra corriente, marcaron una significativa presencia en el acto por la independencia del PSOL frente al Hotel Monreale Plus Excelsior, local donde tuvo lugar la Conferencia Electoral. Estuve presente, también, el Diputado Federal Glauber Braga, compañero que asumió la importante tarea de representar a estos sectores encabezando una propuesta de pre-candidatura a la presidencia por el PSOL.

Aunque el acceso a la conferencia nos haya sido negado – un privilegio solo para el selecto grupo de 61 monarcas intocables -, el acto simbólico realizado del lado de afuera fue un grito final de indignación y un compromiso de combate a la desmoralización de quienes lucharon y seguirán luchando fieles a los principios marxistas, la construcción de organizaciones revolucionarias y a la movilización en las calles como único factor que puede derrotar a Bolsonaro, garantizar los derechos democráticos, salario y vivienda.

El PSOL con Lula y Alckmin

Al término de la Conferencia, en un acto de formalización de la alianza titulado “El PSOL con Lula” – trágico, para decir lo mínimo – figuras del PSOL, como Guilherme Boulos, Sonia Guajajara, Valério Arcary, Ivan Valente, representantes de la Bancada Feminista y, claro, el privilegiado presidente del partido, Juliano Medeiros, se reunieron con Lula. Protagonizaron una de las escenas que entrará a la historia de este partido como una de las más ignominiosas, sino la mayor de todas, demonstraciones públicas de traición y capitulación impulsada por un inmenso oportunismo político. Para citar solo un fragmento de este deprimente espectáculo de degeneración política, el discurso de Lula pone en perspectiva todos los problemas estratégicos y tácticos que señalamos desde la fundación del PSOL.

El ex-presidente, usando todo su talento comunicativo y carisma, hizo una retrospectiva de su historia desde los años 70, cuando fue, según él, injustamente acusado de ser un traidor. Al final dijo, ¿cómo podrían acusar de traidor al hombre cuyos períodos de gobierno fueron los responsables de mejorar la calidad de vida de la población de manera significativa? Ahora, no siempre se puede tener todo, pero si tenes algo es mejor que nada. Esa es la vieja lógica reformista y sus tácticas de conciliación de clases, dar lo mínimo posible para que las masas no se salgan de control. Y, así, justifica las históricas traiciones que cometió desde la desmovilización de las huelgas en el período de la dictadura militar hasta las contrarreformas neoliberales aprobadas en sus gobiernos.

Y no se detuvo ahí. Reiteradas veces dirigió palabras de reconocimiento y gratitud hacia Boulos y Medeiros, los principales artífices de esta degeneración política. Al primero le agradeció la antigua camaradería y el importante papel que jugó en la aproximación PSOL-Lula. Al segundo le agradeció la enorme y voluntariosa colaboración para que esta alianza fuese firmada. Como si no estuviese suficientemente expuesta la traición, en determinado momento, el ex-presidente se comprometió a apoyar campañas con la firma del PSOL para “fortalecer esta camaradería”. Medeiros reaccionó con entusiasmo, convocando las ovaciones del publico que acompañaba presencialmente el evento – un cuadro pedagógico de la disolución política del PSOL en el lulismo.

El PSOL reafirma la conciliación de clases. ¿Y ahora?

Ante de tamaña traición, de la ruptura del PSOL con sus principios fundacionales y su propia base, nosotros desde Socialismo o Barbarie, junto con una serie de agrupaciones, figuras públicas y militantes, nos mantendremos en el campo del socialismo revolucionario. No mediremos esfuerzos para construir una alternativa político-organizativa concreta que se mantenga bajo principios marxistas innegociables y estrategias insoslayables – fruto de la experiencia de la lucha obrera a lo largo de la historia -, tales como el principio de la independencia de clases y la estrategia orientada hacia la necesidad urgente de la movilización directa en las calles para derrotar a Bolsonaro y el bolsonarismo. Así también  procuraremos demostrar de manera pedagógica y sistemática la necesidad de un programa de transición que vincule las necesidades inmediatas a las históricas de la clase trabajadora.

Ciertamente, las actitudes irresponsables frente a la lucha directa y, abiertamente oportunistas de la dirección mayoritaria del PSOL, tendrán su precio a futuro y se desdoblarán en varias etapas de crisis. Por ahora, comienzan a surgir los efectos más subjetivos en la militancia. El sentimiento de traición, de desmoralización y, hasta de descreimiento, será uno de los mayores desafíos a enfrentar de aquí en adelante – elementos de un cuadro que pasará por una nueva organización de la izquierda socialista brasilera. En este sentido, serán imprescindibles los espacios políticos y alternativos de agrupamiento y de (re)organización.

En cuanto organización consecuente con esos principios, nos ponemos del lado de todas las luchadoras y luchadores que quieran seguir en la histórica tarea de la construcción efectiva de instrumentos para la superación de la crisis de alternativa socialista, que sólo será superada de manera independiente de los patrones y de la burocracia. La fuerza del reformismo – el posibilismo y las distorsiones anacrónicas de la realidad y sus falsificaciones que culminan en tamaña traición de la dirección del PSOL – está vinculado, entre otros factores, sobre todo, a la estabilidad de la democracia burguesa en Brasil que comienza de manera objetiva a ser cuestionada. Los elementos subjetivos aún no presentan un cambio substancial, sin embargo, tienden a ser superados en los procesos de ascenso de las luchas. Por tanto, no abandonaremos la ciencia y el arte del marxismo revolucionario como instrumento teórico-práctico para incidir políticamente en nuestra clase. En el próximo período, la polarización y choques políticos por las calles se afirman como tendencia – avecinando posibles nuevas olas de luchas y rebeliones -, lo que va a radicalizar la consciencia política y colocar nuevos parámetros con relación a la lucha y organización.

¡Un nuevo proceso de reorganización de la vanguardia socialista está en curso en Brasil con la liquidación total del PSOL, somos parte de el y los invitamos a construirlo junto a nosotros!

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