• En el tercer día de mandato del ultra-derechista nuevo Primer ministro, Naftali Bennett, Israel reanudó los ataques aéreos contra la Franja de Gaza, rompiendo así como el cese al fuego acordado el pasado 21 de mayo.

Ivo Rojo

El nuevo Primer Ministro, se expresó en diversas ocasiones a favor de la ocupación de los territorios palestinos y de la pena de muerte para los “terroristas”, una muestra de que el cambio de gobierno no pondrá fin a la política genocida del Estado de Israel.

Israel pretendió justificar la agresión argumentando que fue una respuesta al lanzamiento de 20 globos incendiarios por parte de Hamas. Desde el Ejército del estado sionista afirmaron estar “listos para cualquier escenario, incluídos nuevos combates frente a los persistentes actos terroristas emanados de Gaza”. Por su parte, Hamas había advertido de la posible reactivación del conflicto militar frente a las provocaciones montadas por Israel.

Tal como contamos previamente, el gobierno de Bennett decidió comenzar su gestión con una nueva provocación hacia el pueblo palestino. El nuevo Primer Ministro aprobó la realización de la Marcha de la Bandera por el Día de Jerusalén en la que todos los años el sionismo celebra la unificación de Jerusalén por parte de Estado de Israel durante la Guerra de los Seis Días. La realización de la marcha había sido suspendida en dos ocasiones durante el período de once días que duró la agresión a los palestinos en Gaza el mes pasado y manifestaciones similares fueron uno de los disparadores del recrudecimiento del conflicto. Su realización fue una nueva provocación por parte del sionismo.

Durante el día, miles de personas protegidas por la policía participaron de la movilización que atravesó los barrios árabes del este de Jerusalén y en la que pudieron escucharse gritos de “muerte a los árabes”. La policía acabó por reprimir a manifestantes palestinos que protestaban contra la realización de la movilización derechista. Desde hace tiempo que las fuerzas represivas vienen llevando adelante agresiones contra la población palestina en el Este de Jerusalén, los intentos de desalojo en el barrio de Sheij Yarrah a familias palestinas fueron parte del conflicto el mes pasado.

A pesar del cambio en el gobierno, formado por una coalición en la cual por primera vez se incluye un partido árabe, la política del Estado de Israel continúa siendo la agresión al pueblo palestino y la negación de sus derechos en pos de un proyecto de colonización y genocidio que se viene llevando adelante desde la fundación del Estado de Israel. El propio primer ministro expresó que no retrocedería ni un milímetro en los territorios de Cisjordania, lugar donde se encuentran las colonias israelitas.