• El pasado sábado 28 de noviembre explotaron las calles de toda Francia. Las manifestaciones en las principales ciudades del país fueron multitudinarias. Se habla de más de veinte manifestaciones y cientos de miles de personas en las calles gritando #StopLoiSecuriteGlobale, es decir abajo la Ley de Seguridad Global, pero también pidiendo la renuncia de Darmanin, ministro de Seguridad de Macron o también del Jefe de la Policía de Paris.

Dani L.

En Paris, donde participamos desde Socialismo o Barbarie,existen versiones que reconocen al menos 130 000 manifestantes, pero algunos calculan que pudo tratarse de hasta 200.000. Si bien los números de presencia y las imágenes resultan impactantes más aún fue participar de la marea de gente que explotó tanto la Place de la Republique como la Place de la Bastille y todas las calles intermedias. Fue impresionante y revitalizante salir del confinamiento para confluir de manera tan masiva contra el gobierno en la llamada “Marcha de las Libertades” (Marches des Libertes).

La masividad de estas manifestaciones no puede encontrarse solamente en la correcta oposición a la autoritaria Ley de Seguridad Global. La situación en Francia se explica por la bronca masiva y acumulada contra el gobierno por la gestión securitista de la pandemia. Las críticas al toque de queda en primer lugar como medida poco satisfactoria para prevenir la circulación del virus fueron seguidas por el malestar de un confinamiento principalmente policíaco[1] que restringió libertades individuales y arrastró a más y más sectores al deterioro de sus condiciones materiales de vida. La crisis económica comienza a sentirse más y más en el país y las grandes masas no ven una solución en Macron a sus reclamos.

Lo que pudimos ver desde la instauración del segundo confinamiento fue una presencia mediática exacerbada del Ministro de Seguridad Darmanin. Semana a semana presentaba a la par de su contraparte de Salud y del Primer Ministro Castex, un balance positivo de gestión en cifras de multas y arrestos a quienes incumplían las medidas del confinamiento.  Una figura controversial desde su propio nombramiento por poseer un historial de denuncias de violencia sexual y de género que el gobierno de LREM defendió y sobre el cual pregonó la presunción de inocencia sobre su cabeza al no poseer condenas judiciales por estas causas, que en el momento de ser nombrado se encontraban abiertas.

En los barrios populares la situación de racismo policial es de larga data. Como figura principal de la reivindicación antirracista y antirepresiva tenemos a Assa Traore, hermana de Adama Traoré, joven negro asesinado por la policía con maniobras idénticas a las que le costaron la vida a George Floyd en Estados Unidos. Las manifestaciones francesas que pidieron justicia por Adama en junio del 2020 fueron de mucha notoriedad en su momento[2], impulsadas por el viento rebelde y negro que sopló desde Estados Unidos y renovó el aire de esta lucha a nivel nacional, que en Francia posee sus propias particularidades por el carácter colonialista del Estado Francés.

El otro gran reservorio de lucha del periodo estuvo dado por los colectivos migrantes, principales afectados de la pandemia por sus precarias condiciones socioeconómicas y jurídicas. En su acervo de lucha tienen el haber conseguido ser los primeros en romper la prohibición de manifestarse en las calles en mayo y una multitudinaria marcha de la solidaridad el pasado 17 de octubre.[3]Ambos movimientos y la simpatía social que despiertan dan cuenta de una acumulación previa en el sentido de lo que vimos este sábado 28 de noviembre.

Pero en los últimos 15 días dos hechos demostraron el peligro que representa la policía en la calle y su vocación de servicio contra el pueblo trabajador y los excluidos, particularmente su violencia especialmente racista. El primer hecho fue la bestial represión realizada al campamento de 400 migrantes que fueron desplazados de su campamento original en Saint Denis, zona norte del conurbano Parisino, a causa de un gran incendio donde perdieron todo. Sin respuesta por las autoridades estatales organizaron una protesta en forma de campamento instalándose en Republique donde fueron bestialmente reprimidos por la policía. Las imágenes conmocionaron a la opinión pública y despertaron mucho repudio y solidaridad con la causa. No solo por la inherente brutalidad policíaca sino por la apropiación alevosa de los cerdos azules, sacándole lo poco que podían tener a quienes ya lo habían perdido todo.

El segundo gran escándalo llegó la semana pasada con la difusión de las imágenes de como en el barrio 17 de París cuatro policías ingresan sin mediar palabra a una vivienda presumiblemente particular y muelen a golpes a un hombre negro totalmente desprevenido y desde ya desarmado e indefenso. Las imágenes captadas por una cámara de seguridad llegan en el medio del debate por la Ley de Securidad Global, proyecto del gobierno que poniendo como excusa el terrorismo islámico y el peligro que representa, intenta avanzar sobre diversas libertades democráticas e individuales, notablemente la libertad de prensa, y propone protecciones y más poderes a la policía. El artículo 24 de esta ley prohíbe registrar con video a los policías, con la excusa de no exponerlos a linchamientos públicos por sus acciones en el cumplimiento de sus funciones.

Esta semana la impactante foto del resultado de la golpiza recibida por el productor musical Michel Zecler al ingresar a su estudio de grabación fue tapa de varios diarios y se sumó a la conmoción ya existente. Michel Zecler declaró que toda la agresión física estuvo acompañada por discurso abiertamente racista, indicando que le gritaban insultos raciales mientras le pegaban. Las imágenes captadas dejaron al descubierto que la posibilidad de poder grabar a la policía es la mínima defensa que tenemos como sociedad ante los sabuesos del capital.

El carácter reaccionario de la policía francesa también se conocía. Este año tuvieron el desafortunado incidente de subir a sus redes sociales una foto institucional sin percatarse que un oficial portaba un símbolo reivindicativo del Régimen de Vichy[4] para luego disculparse por el error. Además, en ocasión de las grandes manifestaciones antirracistas del Comité de justicia por Adama salieron a las calles con su propia protesta y sus propios sindicatos a reivindicar su derecho a utilizar maniobras de estrangulamiento de personas. Estas reivindicaciones son apoyadas por los sectores más reaccionarios de Francia, haciéndose presente en las calles con ellos la propia Marine Le Pen.

El acto 3 de la Marcha de las Libertades[5]y su masividad[6]expresan las tensiones acumuladas en la sociedad francesa. La maniobra del gobierno ante esto es presentar una manifestación de cientos de miles a lo largo y ancho del país como un problema en el cual alrededor de 60 pobres e inocentes policías resultaron heridos. Macron declaró encontrarse conmovido por las imágenes de violencia policial en Republique y el affaire Michel de manera totalmente cínica mientras propone una política de más impunidad sobre estos hechos cotidianos.

Nos unimos al grito masivo de “Pas de justice, pas de paix” (sin justicia no hay paz), al “siamotuttiantifascisti” y al “tout le monde deteste la police” (todo el mundo odia a la policía) que gritaron muy fuerte y claro las calles el pasado 28 de noviembre. Amplios sectores de esta sociedad no están dispuestos a sacrificar lo conquistado en términos de bienestar y democracia en el país de los derechos del hombre y el ciudadano. Es indispensable profundizar estas reivindicaciones para que caiga la Ley de Seguridad Global completa[7], pedir por la renuncia de Darmanin y de todos los Jefes de Policía al frente de las represiones de este año, notablemente el de Paris. La conciencia antirracista y antirrepresiva francesa es profunda y tiene que mantenerse en las calles hasta barrer de la escena pública a los elementos fascistas, planteándose el desafío no solo de defender las libertades existentes sino de luchar por todo lo que nos hace falta que, en el contexto de la crisis económica actual, cada vez, será más.

[1]Macron impone un toquede queda, 15 deoctubre 2020 http://izquierdaweb.com/francia-macron-impone-el-toque-de-queda/

Macron avanza hacia un confinamiento represivo a lamedida de loscapitalistas, 28 de octubre 2020 http://izquierdaweb.com/francia-macron-anuncia-un-reconfinamiento-represivo-a-la-medida-de-los-capitalistas/

[2]Masivas manifestaciones piden Justicia por Adama, junio 2020 http://izquierdaweb.com/francia-masivas-movilizaciones-antirracistas-exigen-justicia-por-adama-traore/

[3]Sin papeles pero no sin determinación, 17 de octubre 2020 http://izquierdaweb.com/francia-sin-papeles-pero-no-sin-determinacion/

[4]Se conoce como Régimen de Vichy al periodo en el cual el Estado francés fue colaborador del Nazismo durante comienzo de la década del 40. Durante ese periodo se entregaron miles de personas al Régimen Nazi, inhumanamente puestos en trenes que terminaron en los campos de concentración.

[5]Hubo otros dos episodios previos de “Marcha de las libertades” contra la Ley de Seguridad Social.

[6]Este episodio fue convocado por muchísimos sectores políticos, sindicales y de la sociedad civil que lograron torcer la prohibición de manifestarse del Jefe de la Policía de Paris, quien tuvo que autorizar la manifestación a última hora del viernes por orden judicial.

[7]La principal preocupación a nivel masivo es que caiga, como mínimo, el artículo 24. Encuentro limitado de parte de ciertossectores pedir solamente por este artículo y no el retiro de la ley en su conjunto.