En el contexto de una abstención récord, la mayoría «absoluta» de Macron en el Parlamento es amenazada por la NUPES

Este 12 de junio, la primera vuelta de las elecciones legislativas tuvo lugar con una abstención histórica del 53%.

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*Traducción del francés por Luz Licht

En el marco de una abstención histórica, la polarización entre los grandes bloques luego de la elección legislativa pone en dificultades a Emmanuel Macron (25,8%) para obtener una mayoría absoluta en la Asamblea. La NUPES (26,2%) aparece como el ganador de esta primera vuelta, aún si el objetivo de Jean-Luc Mélenchon de ser elegido «Primer Ministro» aparece poco probable. Por su parte, la RN (18,67%) de Marine Le Pen confirma la fragmentación del espacio político y apuesta a la constitución de su propio grupo parlamentario. Más de 270.000 votos para las candidaturas independientes de la extrema izquierda, sobre todo las de Lutte Ouvrière, aumentaron con respecto al 2017.

Una abstención histórica

Este domingo 12 de junio, una nueva abstención récord fue el elemento saliente de esta jornada electoral. Con un 52,49% de abstención a nivel nacional, menos de uno de cada dos electores fue a votar. Se trata de una cifra aún más alta que la de la primera vuelta de las legislativas del 2017 (51,30%). Las razones de esta falta de entusiasmo ante las legislativas pueden encontrarse de forma continuada desde la implementación del quinquenio en 2002. Según Jérôme Fenoglio: «Basta seguir el derrumbe de la curva de participación desde la implementación del mandato quinquenal, hace veinte años, donde para asegurarse que con esta reforma la figura presidencial en nuestro régimen tenga un mayor peso, se restó importancia a la elección parlamentaria.»[1]

En este contexto, la no-campaña de la mayoría presidencial que algunos llamaron la «estrategia del cloroformo», alimentó este fenómeno de indiferencia hacia las elecciones. Un sentimiento que es aún más fuerte entre los sectores populares (la abstención fue del 61% en Seine-Saint-Denis, por ejemplo), lo que expresa un descontento de la población con las falsas promesas del personal político en un contexto de crisis económica.

Macron en aprietos

Los resultados de la primera vuelta constituyen evidentemente un revés para el presidente de la República. Este domingo, la alianza Ensemble no logró obtener los mismos resultados que La République en Marche en 2017 (33%), tampoco los de las presidenciales de este año. Las candidaturas de Emmanuel Macron se equipararon con las de Mélenchon en términos de votos, lo que constituye un problema político importante para el presidente.

Sin embargo, todas las proyecciones confirman sin sorpresas que el bloque de Macron constituirá la mayoría presidencial en la Asamblea legislativa (entre 275 y 310 bancas), mientras que la NUPES obtendrá entre 180 y 210 bancas. Lo que resta saber es si Macron podrá obtener una mayoría presidencial absoluta. Para lograrlo, él necesita obtener al menos 289 bancas, lo que no está claro que vaya a suceder en este momento.

La pérdida de confianza de los electores en el gobierno se explica por el balance catastrófico de su gestión capitalista, a pesar de los intentos macronistas de clausurar el debate político para evitar que este balance se exprese. El descontento social se profundiza en un contexto de inflación creciente y de pérdida de poder adquisitivo que inquieta enormemente a los trabajadores y los sectores populares.

Como símbolo de la mala jornada de LREM, la eliminación de Jean-Michel Blanquer en la primera vuelta de las legislativas es representativo de esto. Uno de los principales ministros del quinquenio de Macron no logró llegar a la segunda vuelta: un fracaso enorme para el representante de la elitización en la educación, solo algunos días después de un nuevo resultado dramático de la selección del sistema Parcoursup.

Por otra parte, la extrema derecha de Marine Le Pen hizo una buena elección a nivel nacional, luego de una campaña tímida. La RN podrá constituir probablemente un grupo parlamentario con estos resultados y estará presente en la segunda vuelta en más de 200 circunscripciones. Se trata de un avance de esta formación reaccionaria con relación a su representación actual en el parlamento. Por su parte, el racista e islamófobo Eric Zemmour fue eliminado en el Var y su « reconquista » no podrá ser, una noticia que celebramos.

El ascenso de la NUPES

Probablemente, Jean-Luc Mélenchon ha sido la persona más activa en todo el territorio francés para estas legislativas: «El tercer hombre de la presidencial, que unió al Partido Socialista, Europa Ecológica-Los Verdes y al Partido Comunista Francés con la Francia Insumisa (LFI) en torno de una consigna « Mélenchon Primer Ministro », creó dinamismo en esta elección. Fue el único, en realidad, en tanto a nadie pareció interesarse en esta elección que sin embargo era determinante para el equilibrio político de cara al segundo quinquenio de Emmanuel Macron.» [2]

En efecto, la dinámica de «la unidad de la izquierda» involucró el lanzamiento de una campaña electoral ofensiva de los melenchonistas que obtuvo buenos resultados notablemente en las principales ciudades del hexágono. Con estos resultados, los candidatos de la NUPES estarán al frente en 386 circunscripciones en la segunda vuelta y las proyecciones estiman entre 180 y 210 parlamentarios para la nueva alianza popular.

Se trata de un avance notable con relación a la representación actual de las cuatro fuerzas en la Asamblea Nacional. Un avance que inquietó al editorialista de Le Figaro, Alexis Brézet, que habla de un «triste domingo» y que se queja «de la autocomplacencia destinada a satisfacer las supuestas expectativas de su electorado» [3] en alusión a Emmanuel Macron.

Es evidente que este resultado muestra una tendencia progresiva hacia la izquierda de un sector importante de la población que decidió votar por la NUPES como alternativa ante el gobierno de Macron. Y esto a pesar de todos los límites que la NUPES presenta, notablemente la de querer encauzar en el terreno puramente electoral la bronca de amplios sectores que se movilizaron y radicalizaron enormemente estos últimos años en el combate contra el gobierno de Macron.

Desde ese punto de vista, consideramos que las ilusiones reformistas que la NUPES alimenta (una alianza compuesta por partidos abiertamente burgueses como EELV y el PS) son nocivas para la clase obrera y los sectores explotados y oprimidos. Porque ellos alientan a los trabajadores a confiar en las instituciones en lugar de desarrollar la perspectiva de la acción extraparlamentaria independiente. La NUPES busca re-institucionalizar la bronca social desbordante de los últimos años, luego de la rebelión de los Chalecos Amarillos y la huelga contra la reforma previsional, para llevarlo todo al terreno institucional y para reconstruir una mediación parlamentaria casi inexistente tras el primer quinquenio de Macron.

Los resultados de la extrema izquierda independiente

En total, las candidaturas de la extrema izquierda obtuvieron más de 270.000 votos (1,19%), entre las cuales las de Lutte Ouvrière representan la gran mayoría, a saber, 229.969 votos. Con este resultado, LO aumentó su caudal de votos con relación a las legislativas del 2017 y a las presidenciales del 2022. Esto muestra que pese a la polarización y la presión hacia el voto útil hay un espacio político a ocupar por una corriente revolucionaria que sea capaz de presentar una alternativa a las candidaturas del sistema.

En ese contexto, la ausencia del NPA en la mayoría de las circunscripciones como forma de apoyo a la campaña de la NUPES constituye una oportunidad desperdiciada por nuestro partido. Solamente algunas candidaturas independientes fueron presentadas en algunas circunscripciones. El NPA podría haber aprovechado el impulso de la campaña anticapitalista de Philippe Poutou para presentar candidaturas revolucionarias para proponer una alternativa política a nivel nacional.

La candidatura de Poutou tuvo el mérito de no ceder a la presión electoralista institucional y delimitarse claramente de los reformistas durante toda la campaña. Sin embargo, el comunicado publicado en L’Anticapitaliste «Movilización general para golpear a Macron  votando a la NUPES» luego de la primera vuelta de las legislativas revela que se trató de una orientación peligrosa que no propone una alternativa para la construcción de una fuerza política independiente ante la NUPES.

La campaña presidencial del NPA motivó a muchos jóvenes y trabajadores que quieren enfrentar al gobierno de Macron y que quieren terminar con el sistema capitalista. Debemos proponerles una orientación alternativa para luchar contra Macron en las calles, para que la fuerza de los trabajadores y trabajadoras que se expresó enormemente estos últimos años no caiga en el impasse del parlamentarismo.

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