Debate: Sobre la sumisión al Estado y negativa a organizar la solidaridad desde abajo

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  • Compartimos este debate suscitado en Argentina sobre la lucha de clases durante la pandemia. El Partido Obrero se niega sistemáticamente tanto a abrir los sindicatos como a cualquier tipo de iniciativa desde abajo en el marco de la cuarentena.

Por Juan Pablo Pardo

Desde el inicio de la cuarentena, desde el ¡Ya Basta! – Nuevo MAS de Capital hemos venido sosteniendo una posición muy concreta. Defendemos la cuarentena como una medida sanitaria necesaria, pero a diferencia de la orientación del gobierno, queremos construir una cuarentena solidaria: organizando la respuesta desde abajo, autodeterminada, para que los trabajadores y sectores populares ayudemos a nuestros hermanos de clase que atraviesan una situación de gran necesidad. Es por eso que hemos lanzado numerosas iniciativas de solidaridad, fabricando elementos de protección como máscaras para llevar a los hospitales, recolectando donaciones para hospitales y comedores, garantizando los repartos de alimentos para las familias en las escuelas, exigiendo la apertura de sindicatos y facultades para que funcionen como espacios de organización y recolección de insumos para donar a quienes lo necesiten.

Ante la enorme crisis que transitamos, que aumenta enormemente las necesidades de millones de trabajadores que ven reducidos sus salarios o directamente no cobran, desde el Nuevo MAS nos organizamos para intervenir y desarrollar la ayuda mutua, tal como hacen espontáneamente también trabajadores en los barrios. Retomamos la tradición histórica de la clase obrera, garantizando la solidaridad de clase.

Frente a esta situación, no es ninguna novedad decir desde la izquierda que la respuesta del gobierno de Fernández y el Estado es completamente insuficiente para atender las enormes necesidades de la sociedad. Allí están la falta de cualquier medida de fondo como una renta universal de 40.000 pesos, la ley “antidespidos” que nunca se garantiza y además avala la rebaja salarial, la falta de insumos para hospitales, lo limitado de los bolsones de comida que se envían a las escuelas para repartir a las familias y la lista podría seguir. En resumen, se ve el carácter social liberal del gobierno: “progre” en las palabras, ajustador en los hechos. Y por supuesto, se trata de un gobierno y un Estado capitalista, cuya orientación es garantizar las ganancias de los empresarios, no las necesidades de los trabajadores.

Lo insólito frente a esta situación es la posición escandalosa que viene sosteniendo el Partido Obrero durante la cuarentena. Desde el día 1 se vienen negando sistemáticamente a cualquier tipo de iniciativa desde abajo. Se niegan a abrir los sindicatos (en particular, los dirigidos por corrientes de izquierda o antiburocráticas) para dar respuestas a los trabajadores, una actitud escandalosa que ya hemos criticado1. Se vienen oponiendo a cualquier tipo de voluntariado en los colegios de capital donde se entrega comida a las familias, abandonando a los docentes solidarios que se encargan de ese reparto a pesar del desborde, o peor aún: dejándolo en manos del ejército o la iglesia. Se opusieron a las distintas propuestas que impulsamos desde el ¡Ya Basta! en varias facultades para que las mismas se abran para recibir donaciones para ser entregadas en los hospitales. Y para colmo, hoy (24/4) en conferencia de prensa en el Hospital Durand, mientras todo el personal de la salud denuncia el abandono estatal y la completa falta de insumos básicos, despreciaron totalmente cualquier tipo de donación solidaria2. Y como si fuera poco, denuncian todo intento de organizar la solidaridad desde abajo como una voluntad de “romper la cuarentena”.

¿Cuál es la razón detrás de todo esto y qué respuesta da el PO? Sumamente sencilla, pero enormemente problemática al mismo tiempo: “hay que exigirle al Estado”. Ya hemos nombrado todas las enormes limitaciones en las respuestas del Estado, y es evidente para cualquiera de izquierda, que el Estado burgués no va a resolver las necesidades de los trabajadores. Por poner solo un ejemplo, el desfinanciamiento y la falta de insumos en la salud pública es un dato enormemente conocido y que todos denunciamos desde siempre.

Las denuncias al Estado son parte del quehacer sistemático de cualquier partido de izquierda, porque éste nunca responde a los intereses de nuestra clase. Ahora bien, parece bastante obvio, y debería ser un debate ya saldado en la izquierda que con sólo criticar al Estado no alcanza, y para colmo en un momento como este, donde la “propuesta” es meramente criticar lo que no hace el Estado desde un flyer o un comunicado por redes sociales. Su política es de un oportunismo total: quejarse y “exigir” al Estado pero no hacer absolutamente nada frente a la crisis que atravesamos.

En el momento que atravesamos, de cuarentena, se han limitado las interacciones sociales, suspendido movilizaciones como la del 24 de marzo (por razones sanitarias), el gobierno impuso una resolución que prohíbe asambleas en los lugares de trabajo, las facultades y escuelas están cerradas. Frente a esa situación, donde las instancias democráticas desde abajo se encuentran limitadas y el Estado aparece intentando acaparar toda la acción es que se vuelve tan escandalosa la posición del PO: significa paralizar todos los organismos de la clase trabajadora y entregarle la totalidad de la iniciativa al Estado Burgués. Esta posición es una ruptura total de los principios de la clase obrera y la experiencia de lucha de los explotados y oprimidos. Nunca se puede dejar toda la iniciativa al Estado de la clase enemiga. La solidaridad en estos momentos es fundamental y es la única garantía de seguir organizando una respuesta distinta, que sirva realmente a los intereses de los trabajadores. Si faltan todos los insumos básicos en los hospitales, para el PO hay que quejarse por facebook pero no hacer nada. Entonces, que los trabajadores se contagien coronavirus así podemos sacar un comunicado aún más enojados? Desde el ¡Ya Basta! – Nuevo MAS estamos completamente en contra de esta orientación: mientras exigimos que el Estado de todos los insumos que debe entregar, nos organizamos para hacer llegar las donaciones y colaborar con los trabajadores que enfrentan en primera línea la crisis que atravesamos.

Los partidos revolucionarios queremos construir otra sociedad distinta, sobre nuevas bases, autoorganizada desde la clase trabajadora. Llevar adelante las acciones de solidaridad desde abajo permite darle un canal de organización a los sectores de la clase trabajadora que quieren intervenir sobre la situación que atravesamos. Como dijimos en otro texto: sin solidaridad no hay cambio social, sin solidaridad no hay autodeterminación. Una clase que se niega a dar una salida propia ante una crisis planetaria como la de hoy, se autoexcluye de ser una alternativa de clase mañana.3

Estamos rotundamente en contra de postrarnos ante el sálvese quién pueda del Estado y el capitalismo. Quedarse en casa quejándose de la situación pero sin hacer nada por los trabajadores de carne y hueso que sufren los efectos de esta catástrofe es una posición profundamente reaccionaria. Nosotros denunciamos la inacción del Estado al tiempo que impulsamos la solidaridad de clase, la solidaridad desde abajo, la única forma de construir una salida desde la clase trabajadora. El Estado capitalista nunca va a responder a nuestras necesidades. Solo con la organización desde abajo y la solidaridad de clase preparamos la sociedad que queremos construir.


1 “La pandemia no suspende la lucha de clases”, Izquierdaweb

2 “Hospital Durand: «Ni el alcohol líquido ni el alcohol en gel está existiendo en este hospital»”, Izquierdaweb

3 “La pandemia no suspende la lucha de clases”, Izquierdaweb

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