Contra Macron y su mundo, por un voto clasista en las elecciones legislativas

Este 12 y 19 de junio desde Socialismo o Barbarie llamamos a votar por las candidaturas de nuestra clase: las del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) y Lutte Ouvrière (LO).

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Traducción del francés por Luz Licht

Mientras que las elecciones legislativas del 12 et 19 junio se aproximan, nos parece importante clarificar un posicionamiento revolucionario para participar en esta instancia electoral. Contra Macron y la extrema derecha, sin ninguna confianza en las promesas de la NUPES (Nueva Unión Popular Ecológica y Social), llamamos a votar por las candidaturas de nuestra clase: las del NPA y, allí donde nuestro partido no se presenta, por las de Lutte Ouvrière (LO).

Macron necesita una nueva legitimación electoral para atacar mejor a los trabajadores

Luego de su reciente victoria en las elecciones presidenciales y su campaña en la diplomacia internacional luego de la guerra en Ucrania, Emmanuel Macron nombró a Elisabeth Borne como su nueva Primera Ministra. Una elección particular que revela a la vez una voluntad de aparentar una buena consciencia «feminista» (mientras respalda a Damien Abad abiertamente), pero, sobre todo la voluntad de poner al frente del gobierno a la mujer y política responsable de la privatización de la SNCF.

En efecto, «la gran causa del quinquenio » no es la de lograr la igualdad hombres-mujeres, sino la de poner en pie un sistema de explotación aún más injusto vía contra-reformas anti-sociales. En este contexto, los anuncios recientes del presidente de la República a la prensa son reveladores respecto a su proyecto político : «En cuanto al trabajo sobre la reforma de las jubilaciones, que es indispensable para el financiamiento de nuestras transformaciones, comenzará luego de este consejo y la reforma entrará en vigor desde el verano 2023 »

Es evidente que pesa a su «nuevo método », la agenda del gobierno seguirá siendo el mismo: regalos para los ricos, ataques para los trabajadores. En este contexto, el retorno de la reforma de las jubilaciones, que provocó enormes huelgas y movilizaciones en 2019-2020, entrará nuevamente en escena para intentar destruir el derecho a la jubilación de la mayoría de la población. Esta agenda de quita de derechos sociales comenzó a encontrar respuestas de parte de los trabajadores que protagonizaron recientes jornadas de huelgas, como en la RATP del 23 al 25 mayo, en el sector médico-social el 31 de mayo y el 1 de junio, o también con la movilización del sector de salud anunciada para el martes 7 de junio.

En una entrevista del viernes 3 de junio, Macron también defendió la elección de Pap Ndiaye frente al Ministerio de Educación Nacional, porque «el encarna la igualdad de oportunidades y al campo republicano ». Una verdadera hipocresía de parte de un gobierno que favoreció la instalación de un clima racista e islamófobo, mientras que la aplicación Parcoursup deja a cientos de miles de jóvenes fuera del acceso a la educación superior. Sin embargo, Macron es claro cuando explica que este nombramiento no es que un lavado de cara que continuara en la misma línea que su predecesor Blanquer: «Con sensibilidades ciertamente diferentes respecto a Jean-Michel Blanquer, pero con una continuidad, porque la política que será aplicada es con la cual yo me comprometí ante los franceses y las francesas. (…) Yo la elegí, finalmente, porque necesitamos encarar reformas esenciales.»

En definitiva, se trata de una política anti-social que necesita obtener una legitimación en las legislativas para poder controlar mejor el voto en el parlamento.

La extrema derecha busca construir su bloque parlamentario

Por otra parte, Macron hace campaña, como de costumbre, con su posicionamiento en el extremo centro como, la vía de la coherencia, la racionalidad y el mantenimiento de estatus quo, ante las candidaturas «extremas» de Mélenchon y de Le Pen : «Nuestro sistema es imperfecto. Pero, el proyecto de Jean-Luc Mélenchon y Marine Le Pen, es el del desorden y la sumisión.»

En lo que concierne a la extrema derecha, podemos decir que luego de su derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la campaña legislativa de Marine Le Pen no parece posicionarse a la ofensiva para poder formar un gobierno, pero si parece tener una pretensión limitada a consolidar su bloque parlamentario.

En ese sentido, la líder de RN a declaró: «Terminamos a la cabeza de la segunda vuelta de la presidencial en 150 circunscripciones. Y en esas 150 circunscripciones, tenemos la capacidad de ganar las elecciones legislativas », en la invitación al « Gran Panel de RTL-Le Figaro-LCI » el 29 mayo. Una estimación mucho más optimista que la de los últimos sondeos que no le dan en ningún caso más de algunas decenas de diputados al RN.

Sin embargo, esta expectativa moderada de la extrema derecha para las legislativas no le impidió instrumentalizar los eventos del Stade de France en Saint-Denis luego de la final de la Champions Ligue para vomitar todo su odio racista y xenófobo. Desde ese punto de vista, Marine Le Pen denunció « la deriva salvaje » de Francia y la « confirmación  de que el Estado se derrumba bajo nuestros pies ». Por su parte, Éric Zemmour tuiteó «deberíamos construir el Stade de France en Francia ». Condenamos esos comentarios totalmente racistas de parte de una extrema derecha que, con su orientación política siembra el odio hacia los inmigrantes en lugar de focalizarlo contra los capitalistas que nos explotan.

Los límites «posibilistas» de la campaña de Mélenchon y la NUPES

Al día siguiente de la elección presidencial, La Francia Insumisa desplegó su campaña «Mélenchon Primer Ministro », una iniciativa ofensiva para unificar a la izquierda en torno a Mélenchon que logró la creación de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES). Este nuevo impulso de Mélenchon hizo reaccionar al mismo Macron, que intentó aclarar que el líder de la NUPES jamás reemplazará a Matignon luego de las legislativa: «Es raro ganar una elección para la cual uno no se presenta. El presidente elige a la persona que nombrará Primer Ministro mirando el Parlamento. Ningún partido político puede imponerle un nombre al Presidente. »

A nuestro parecer, los límites de la NUPES pueden encontrarse fácilmente en las 650 propuestas de su programe y los 33 matices correspondientes a los desacuerdos programáticos de las fuerzas qui la integran. El principal problema de esta alianza es que ella no representa en ningún caso una «ruptura» con el sistema capitalista. Todo lo contrario, se trata de una alianza entre fuerzas que tienen como único objetivo administrar mejor las instituciones de la democracia burguesa. Dicho de otro modo, ni la FI, ni el PCF y menos aún Los Verdes o el PS, aspiran a  romper con el capitalismo, sino a gobernar el Estado imperialista de la burguesía francesa.

A pesar de esta denominación, esta aspiración «de unión popular» no es una novedad. La NUPES cumple la misma función política que otras coaliciones del mismo tipo que la han precedido en la historia. Podemos hablar del Frente Popular (36-38), de la Unión de la Izquierda (72-77) o mismo de la Izquierda Plural (97-2002), por citar algunos ejemplos donde se pueden encontrar semejanzas históricas a nivel internacional.

Trotsky decía que «los ‘‘Frentes populares’’ por un lado, el fascismo del otro, son los últimos recursos políticos del imperialismo en la lucha contra la revolución proletaria». En este caso, podríamos decir que la NUPES juega un rol preventivo para institucionalizar las luchas sociales y para calmar la bronca de los trabajadores que se movilizan ampliamente contra el gobierno de Macron estos últimos años.

Luego de una secuencia explosiva de la lucha de clases desde 2016 (Ley El Kohmri, Chalecos Amarillos, reforma jubilatoria, etc.), la perspectiva de «Mélenchon primer ministro» es la de vender una ilusión a los trabajadores para devolver la confianza a las instituciones como el vote como único medio de lucha contra el poder del capital. Desde ese punto de vista, podemos comprender esta promesa de Mélenchon de ahorrarse jornadas de huelgas y kilómetros de manifestaciones votando por él. Une perspectiva que desarma a la clase obrera para los combates futuros contra el gobierno de Macron.

Por otra parte, podemos citar las declaraciones del diputado europeo verde David Cormand: «Jean-Luc Mélenchon tiene finalmente ganado su congreso del Partido Socialista. Él lo ganó desde afuera. Los electores que votaron a Hollande en 2012 votaron por él esta vez. Hizo bien en aparecer como populista, pero es solo una apariencia, en el fondo él es socialista. Y es él, el nuevo PS». Pese a la catástrofe del gobierno de Hollande y la magra performance del PS en las elecciones presidenciales, la decisión de Mélenchon de «resucitar al PS» dándole un espacio considerable en la NUPES muestra a qué punto esta formación tiene por objetivo el reconstruir una izquierda institucional capaz de coexistir con Macron para garantizar un equilibrio democrático que este lejos de la confrontación directa en la lucha de clases.

Desde ese aspecto, la «revolución ciudadana» que Mélenchon propone no es otra cosa que una tentativa puramente institucional que no sirve para preparar las luchas futuras.

Por un voto de clase en las elecciones legislativas

En su comunicado del 31 de mayo, el NPA se pronunció públicamente de la siguiente manera: «en la gran mayoría de los distritos, llamamos a apoyar y a votar por los candidatos/as de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social ». Una decisión validada por el Comité Político Nacional (CPN) que va en contra de la posición expresada par más de 170 militantes del partido en el artículo «¿Legislativas con la Unión Popular? ¡No en nuestro nombre !» a la cual adherimos.

El apoyo de la dirección del NPA a la NUPES se explica por la caracterización de esta alianza como una «izquierda de ruptura». Es evidente que esta alianza pueda parecer una alternativa progresista ante amplios sectores que desean trascender el duelo Macron-Le Pen, pero en ningún caso podemos decir que la NUPES constituye una ruptura con el sistema capitalista. No creemos que la NUPES sea una alternativa de ruptura ante las políticas neoliberales ya que ella está integrada por partidos y políticos que fueron parte activa en la aplicación de las medidas de austeridad de los últimos gobiernos.

La NUPES es una alianza de conciliación de clases, integrada por partidos políticos de la burguesía, que no merece el apoyo de los revolucionarios. Todo lo contrario, nuestra tarea es la de proponer a los trabajadores una alternativa anticapitalista propia que no vaya «a la sombra de la NUPES».

Consideramos que esta dinámica de buscar constituirse como el ala izquierda de una alianza con fuerzas reformistas y burguesas, apelando a votar «por la victoria de la izquierda» no es útil para la construcción de un partido revolucionario y militante. Al contrario, esto abona a la confusión de nuestra clase sobre las perspectivas y las necesidades del  periodo que se viene.

Rechazamos igualmente la elección de la dirección del NPA de no solidarizarse con sus propias candidaturas en muchos distritos y de limitar la participación electoral del NPA a algunos distritos sin proponer una alternativa ante las candidaturas de la Francia Insumisa:

«En seis distritos (Hauts-de-Seine 1-3-5-11, Gironde 3 y Moselle 3), la mayoría de la sección local del NPA eligió presentar candidaturas no suscribiendo a la orientación nacional del NPA y en consecuencia no fueron validadas por la instancia de dirección. En esos lugares, contra esas candidaturas, llamamos a elegir a las/los candidatos/as de ruptura presentados par la NUPES, especialmente Loïc Prud’homme (LFI) en Gironde y a Elsa Faucillon (PCF) en los Hauts-de-Seine, ambos/as diputados/as salientes.»

En ese contexto, nos parece fundamental apoyar las candidaturas del NPA allí donde nuestro partido se presente para proponer una alternativa anticapitalista y revolucionaria en continuidad con la campaña de Poutou. Este 12 y 19 de junio, llamamos a votar por las candidaturas del NPA, para construir una alternativa útil para nuestra clase para preparar la movilización extraparlamentaria de los trabajadores contra el gobierno de Macron. Estas candidaturas revolucionarias parten de la independencia de clase, para decir que hay una urgencia revolucionaria contra la guerra y la miseria de la explotación capitalista.

En los distritos donde el NPA no se presentará, llamamos a votar por las candidaturas de Lutte Ouvrière (LO), a pesar de los desacuerdos que pueda haber entre nuestras organizaciones, sus candidaturas representan una alternativa con absoluta independencia de clase.

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