• Mientras Rusia anuncia su “ofensiva final” sobre Mariúpol, la situación humanitaria de las más de cien mil personas que continúan atrapadas en la ciudad se vuelve crítica.

Redacción

La estratégica ciudad de Mariúpol cumple ya varias semanas de intensos bombardeos y ataques por parte del Ejército Ruso. Las autoridades locales calculan que unas 160 mil personas continúan atrapadas entre los enfrentamientos. Antes del estallido de la guerra en Ucrania, la ciudad albergaba a más de 400 mil personas.

La importante ciudad portuaria del sur del país orilla con el Mar Negro, lo que la convierte en un punto de valor estratégico. Eso es lo que explica la intensidad y ferocidad con la que Rusia busca hacerse con el control de la ciudad. Sólo en las últimas 24 horas hubo 118 bombardeos rusos.

Los informes provenientes del lugar indican que Rusia no ha tenido pruritos en bombardear edificios civiles e incluso centros de refugiados. Según las estimaciones más cautelosas, la semana pasada se calculaban las víctimas fatales en alrededor de cinco mil. Pero considerando la destrucción casi total de la ciudad y la continuidad del asedio ruso, el número real podría ser el doble o más.

La semana pasada pudo comprobarse que Rusia había bombardeado un edificio de la Cruz Roja en la ciudad. Afortunadamente, desde esa organización informaron que el edificio había sido evacuado en su totalidad unos días antes. El ataque se suma a otros hechos similares como el bombardeo al teatro de Mariúpol, que servía como centro de refugiados.

Desde la Cruz Roja y otras organizaciones de ayuda denuncian que las fuerzas rusas impiden la llegada de un convoy humanitario a la ciudad, que se estima como de extrema urgencia. La alcaldía de Mariúpol sostuvo que en la ciudad no hay luz, medicamentos, agua ni calefacción, por lo que las personas atrapadas están en una situación muy vulnerable.

Ultimátum

Desde el Ministerio de Defensa Ucraniano acusan a Rusia de evitar deliberadamente la llegada de ayuda humanitaria «probablemente para presionar a los defensores para que se rindan».

Por su parte, Rusia anunció anoche el inicio de la «ofensiva final» sobre Mariúpol, luego de que hoy a las 00 hs. venció el plazo para que las fuerzas ucranianas abandonaran la ciudad, según el ultimátum lanzado por el Kremlin. En la ciudad se encuentran presentes tropas tanto del Ejército Ucraniano como del Batallón neonazi y ultranacionalista Azov.

Resulta difícil conocer la situación real en la ciudad ya que las comunicaciones están cortadas. Las únicas fuentes de información provienen de uno u otro bando de la guerra, muchas veces contradictorias entre sí.

El asedio de la ciudad lleva más de un mes. Por eso algunos analistas militares coinciden en que la resistencia ucraniana podría estar a punto de quebrarse, en caso de que Rusia lance una ofensiva general. Pero los enfrentamientos calle por calle en el centro de la ciudad hacen muy complicado el avance de las tropas terrestres rusas.

En caso de que las fuerzas comandadas por Vladimir Putin logren hacerse con el control de Mariúpol, podría significar una victoria importante para el futuro de la guerra en Ucrania. Sobre todo a partir del estancamiento de las negociaciones de paz entre ambos países.