Brasil: Los actos del 19J confirman el crecimiento de la lucha por el impeachment

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  • Es preciso apostar a la unidad de acción y a la organización desde las bases con la construcción de Comités de Lucha para masificar las acciones callejeras rumbo a una huelga general.

Antonio Soler

Este sábado, cuando en Brasil era superada la tenebrosa cifra de las 500 mil muertes por Covid-19, con 70 mil nuevos casos y 2 mil muertes en promedio por día, en todas las capitales y en centenas de ciudades, dentro y fuera del país, tuvieron lugar manifestaciones para exigir que Jair Bolsonaro se vaya del poder.

Con banderas por el fuera Bolsonaro, vacunas para todos y ayuda económica de emergencia, centralmente, las manifestaciones en las calles contra él han crecido desde el 13  de mayo pasado, día en que se conmemora el fin de la esclavitud en Brasil, lo que indica una importante tendencia de crecimiento de la oposición al gobierno.

De acuerdo con la contabilización de la Campaña Nacional por el Fuera Bolsonaro, que está centralizando la organización de los actos y por las estimaciones de los diversos participantes de las manifestaciones, con relación al día 29 de mayo, este 19J se verificó una adhesión mucho mayor a las protestas contra Bolsonaro.

El sábado ocurrieron actos en 427 manifestaciones alrededor de unas 366 ciudades, 27 capitales y en 42 ciudades fuera del país, totalizando una participación de cerca de 750 mil personas. Número significativamente mayor al que fue visto en los actos del día 29 del mes pasado, que contó con manifestaciones en 210 ciudades, 14 en el exterior, y con la participación de aproximadamente 420 mil personas.

Ocurrieron actos de gran proporción con decenas de millares de participantes en varias capitales y en el Distrito Federal pero, nuevamente fue en la capital paulista y en la fluminense que tuvo lugar la mayor concentración de personas: en la ciudad de Río de Janeiro hubo una concentración de 70 mil  y en San Pablo 100 mil personas.

Comparado a los actos pro-Bolsonaro, las “caravanas de motos”, que juntaron como máximo a 12 mil personas en San Pablo el día 12 de este mes, estos números respecto al de los actos opositores son desproporcionados y, además de eso, indican una fuerte tendencia al crecimiento de la lucha por el impeachment pero, para que se creen condiciones para la caída del gobierno se necesita conquistar un mayor número de participantes, de organización desde la base, de radicalización del programa y de adhesión de la clase trabajadora.

Es preciso dar un salto en la organización y masividad de los actos

Además de la mayor participación de personas, aumentó también la participación de organizaciones sindicales y políticas que pasaron a convocar a los actos, tales como: el PT, PCdoB, CUT (central ligada al PT), CTB (central ligada al PCdoB) y el MST.

El agravamiento constante de la situación pandémica, el deterioro de las condiciones de vida de las masas en todos sus indicadores y el éxito de los actos del 29M constituyen una presión para que partidos y centrales lulistas que eran reticentes pasen a convocar a las manifestaciones.

En tanto, no fue solo la presión que viene de la base lo que los hizo cambiar de rumbo, el cálculo de la burocracia lulista toma en consideración que no basta la hecatombe socio-sanitaria y la Comisión Parlamentaria Investigadora del Covid para desgastar a Bolsonaro y derrotarlo en 2022, es preciso mantener las calles activas hasta ese momento para que la ventaja electoral de Lula se mantenga.

Días antes del acto, Lula, que apareció al frente de Bolsonaro en los sondeos de intención de voto, en redes sociales y entrevistas, dijo a través de su cuenta en una red social que no iría al acto porque no quería “transformar un acto político en un acto electoral”.

En verdad, este es un cambio de orientación táctica de la burocracia lulista como un todo, donde la estrategia continua siendo la de mantener a Bolsonaro con índices bajos de popularidad e intenciones de voto, no tirarlo del poder con la movilización y voluntad popular, lo que podría llevar a un tremendo giro en 2022, tanto electoral como fuera de ese terreno.

Bolsonaro, a pesar de estar aislado internacionalmente, de la caída de su popularidad, del creciente descontento social que comienza a manifestarse en las calles y de afrontar denuncias de responsabilidad directa por el genocidio que se formalizaron a través de la CPI, aún cuenta a su favor con el apoyo de un sector de la clase dominante, con sectores de la pequeña burguesía radicaliza, de las milicias, fuerzas represivas y fuerzas armadas y, también, con una mayoría en el Congreso y con una Suprema Corte acobardada ante el genocidio.

En ese sentido, el equilibrio con contradicciones crecientes de la actual correlación de fuerzas en que estamos solo puede dar un salto de calidad e ir al impeachment – interrumpiendo las contrarreformas en curso promovidas por el actual gobierno de coalición de la extrema derecha, no dándole chance a Bolsonaro de que se recupere electoralmente en el próximo año o que amenace con no entregar el poder si es derrotado – con la intensificación de la lucha y la masificación de los actos.

Por esa razón, la posición de Lula, de no convocar e ir directamente a los actos para derrotar a Bolsonaro, no se justifica para quien se opone y rechaza el genocidio.

Somos totalmente contrarios/as a que nuestro partido contradiga su programa y perfil político y no tenga una candidatura propia para la primera vuelta de las elecciones de 2022, como quieren hacer la dirección mayoritaria y las corrientes que se dicen de la izquierda del partido. Pero, ante la necesidad de masificar las protestas como única forma de imponer que la institucionalidad se mueva para abrir el proceso de impeachment, esa es una posición que no contribuye para derrotar a Bolsonaro. Sin embargo, no se trata de un simple equívoco táctico o la preocupación de no limitar los actos, sino de una traición ante la necesidad de la lucha directa para derrotar al gobierno. Por eso, es preciso continuar exigiendo que Lula salga del muro, convoque y participe de los actos por el Fuera Bolsonaro y Mourão.

La necesidad de masificar de los actos exige que sean convocados semanalmente para que podamos entrar en ritmo de movilización contundente y que sean construidos Comités de la Campaña por el Fuera Bolsonaro desde las ciudades, lugares de trabajo, escuelas y barrios.

Además de eso, las decisiones en cuanto al rumbo del movimiento no pueden quedar entre las cúpulas de los partidos, centrales y movimientos, es necesario organizar plenarios regionales, estaduales y nacionales del movimiento con representación desde la base para discutir programa, tácticas y plan de luchas.

La salida pasa por construir en todo el país días de lucha con paro en los lugares trabajo y con una huelga general masivas por Vacuna para todos, Ayuda igual al salario mínimo, Fuera Bolsonaro y Morão y Elecciones Generales.

Vacuna para todos/as/es!

Ayuda igual al Salario Mínimo!

La CPI no alcanza, por el Impeachment!

Fuera, Bolsonaro y Mourão!

Elecciones Generales!

 

Traducido del portugués por Luz Licht

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