- Bolsonaro recibirá la Copa América en medio de la crisis epidemiológica que se lleva más de 1600 vidas por día.
Rafael Ramirez
Mientras 4 de las principales capitales federales tienen las áreas intensivas de sus hospitales colapsados y 20 de sus Estados tienen una ocupación de camas UTI del 80%, Bolsonaro está siendo investigado por su pésima gestión de la pandemia y aún así decidió que Brasil sea anfitrión de La Copa América.
Hay expertos que hablan de “tercera ola” y otros que plantean que nunca se logró sofocar la segunda. Lo que está fuera de debate es que la situación es completamente crítica y gran parte de las consecuencias son entera responsabilidad del gobierno de Bolsonaro.
Esta es la tercera semana consecutiva que aumenta la ocupación de camas de terapia intensiva (UTI) y se le atribuye a la apertura demasiado prematura de la economía y a la circulación. Mientras tanto, se propaga la variante «india» del coronavirus.
Brasil es, después de India, el país con más cantidad de muertes por Covid. Registró el lunes 1119 muertes y alcanzó las 474,614 en total. La media es de más de 1600 muertes por día, que no baja desde hace dos semanas, y se acerca al medio millón de muertes.
A pesar de esta situación crítica, el presidente Jair Bolsonaro no solo no tomará medidas sanitarias de restricción mientras avanza muy lentamente el plan de vacunación, sino que recibirá los planteles de los equipos que disputarán la Copa América en ciudades como Brasilia y Río de Janeiro, cuyo sistema de salud está colapsado.
El parlamento realiza una investigación contra Bolsonaro por su pésimo manejo de la pandemia que, de mantener los números actuales, en menos de un mes alcanzará el medio millón de muertos.
