Brasil: Bolsonaro promueve el armamento civil

0
12

 

  • El presidente de Brasil busca promover el armamento civil de su base social para avanzar sobre los derechos del pueblo trabajador.

Por Renato Assad

El pasado viernes 22 de mayo, el país se paró para asistir a la divulgación del video de la reunión ministerial del gobierno de Bolsonaro, material que es parte de la investigación abierta a pedido de la Procuraduría General de la República (PGR) debido a las acusaciones hechas por el ex-ministro Sérgio Moro contra el presidente, lo que determinó su conturbada y polémica salida del gobierno.

El contenido político de esta reunión ministerial, de hecho, comprueba la tentativa criminal de Bolsonaro de interferir en la Policía Federal de Río de Janeiro (PF-RJ) y en las investigaciones contra sus hijos y amigos, como ya abordamos en una nota anterior en este portal.

Queremos aquí desarrollar y llamar la atención – siendo significativos y abundantes los elementos políticos salidos a la luz con la divulgación de la grabación de la reunión ministerial que merecen atención, análisis y una denuncia – para momentos en que Bolsonaro afirma querer “habilitar la cuestión del armamento”. Estos pasajes del video cristalizan el escenario coyuntural y demuestran el real peligro que significa el proyecto de Bolsonaro en medio de la crisis social, sanitaria y política.

Se hace importante en este análisis comprehender el cúmulo de políticas que el gobierno viene imponiendo sobre la cuestión del armamento civil. El último mes de abril, más específicamente el día 17, pasó desapercibido, debido a la inmensa cantidad de hechos relevantes, que Bolsonaro revocó tres Ordenanzas del Ejército que definían las reglas de rastreo, identificación y seguridad en la producción, importación y comercialización de armas de fuego.

Estas ordenanzas eran centrales para el rastreo de los proyectiles utilizados en crímenes y acciones policiales o del ejército. Marielle Franco, asesinada hace más de 2 años y sin una respuesta o esclarecimiento sobre los responsables de ese crimen, por ejemplo, fue ejecutada por municiones de un lote que había sido destinado a las fuerzas armadas. Con el fin de estas ordenanzas, la identificación de los lotes y proyectiles de municiones queda prácticamente comprometida, lo que significa un descalabro del inventario y distribución nacional de las municiones letales.

Ante una escalada de violencia y las agresiones nacionales de bolsonaristas a los trabajadores de prensa, manifestantes y sectores populares – que llego a contar con disparos en predios donde acontecían “cacerolazos” contra el gobierno -, la revocación de las ordenanzas, imposibilitando el rastreo de los criminales y el conjunto de la política armamentista de este gobierno, significa un salvoconducto para los crímenes y asesinatos potenciales contra el pueblo o contra representantes de los trabajadores.

Según Bolsonaro, “una mierda de un intendente sacó una mierda de decreto, que ata, y deja a todo el mundo dentro de su casa. Si estuviesen armados, podrían salir a la calle.” ¿Cuál es el carácter y la gravedad política que este posicionamiento acarrea? La respuesta a esta pregunta no puede ser separada de una lectura concreta de la realidad evitando impresionismos.

Así, entendemos que a través de su base social dispuesta al choque directo en las calles con métodos violentos, el gobierno quiere poner presión político-militar sobre nuestra clase y sus organizaciones y las instituciones del régimen para hacer avanzar sus intentos autoritarios. En verdad, con estos métodos que son históricamente contrarrevolucionarios – la persecución política y física a derechos como la libre organización -, tenemos que hacer sonar todas las señales de alerta para defender los derechos democráticos de los trabajadores y sus organizaciones, como partidos, sindicatos y dirigentes. ¡Una respuesta a la altura debe darse inmediatamente!

Tratemos de analizar los impactos más recientes del contenido y la gravedad sobre la base social neofascista bolsonarista. El domingo 24 de mayo, dos días después de la divulgación del video, nuevas manifestaciones fueron realizadas en algunas capitales nacionales, incluyendo el DF donde Bolsonaro una vez más estuvo presente. Nuevamente estos actos eran en defensa de este gobierno, que explicita su intención bonapartista de cierre del régimen democrático a partir de un posible autogolpe con el objetivo de realizar la máxima centralización de los poderes en la figura de Bolsonaro.

En San Pablo, ciudad centro de estas manifestaciones, un hecho inédito llamo la atención a nivel nacional. Durante la manifestación videos, que circulan por las redes sociales, muestran a la Policía Militar del Estado de San Pablo (PM-SP), incluyendo a policías de la tropa de choque, presenciando el acto bolsonarista que pedía el “Fuera Dória (gobernador del estado)”.

A pesar de que el comando de la PM, a través de un comunicado oficial sobre el asunto, haya negado que el gesto de los policías fuese en apoyo al carácter político de la manifestación, alegando que se trataba de un homenaje a un policía muerto en servicio tras chocar su auto contra un muro, este hecho debe hacernos redoblar la atención. Ese y otros acontecimientos demuestran de manera clara que este sector es un peligroso aliado de Bolsonaro, y sabemos que la PM cumple un papel histórico reaccionario en cualquier proceso regresivo o contrarrevolucionario.

No obstante, otro elemento inédito llamo la atención en la Av. Paulista este domingo. Una foto, registrada a partir de una captura de un video, muestra en un auto utilizado en la manifestación una bandera de los Neonazis Ucranianos, una organización construida históricamente por miembros que en la Segunda Guerra Mundial cooperaban con los nazis – según André Fonseca, Doctor en Historia Social, aproximadamente la mitad de sus comandantes servían a varias unidades alemanas, incluyendo a la División Galizia de las SS.

En nuestra percepción, estos nuevos y peligrosos elementos no surgen de manera espontánea, traídos por el viento. No es coincidencia que después de la divulgación de la grabación de la reunión ministerial la base social neofascista de Bolsonaro exhibiera las banderas neonazis y que la PM demuestre su orientación política de apoyo a estos.

En cuanto a eso, Bolsonaro, presente en todos estos criminales actos, diariamente va midiendo, articulando e incorporando esfuerzos para avanzar en su proyecto autoritario que puede, eventualmente, concretarse, imponiendo una derrota histórica a los trabajadores y trabajadoras si no es detenido. Vale resaltar, a partir de aquí lo que los procesos históricos nos enseñan, que es que ningún cierre de régimen y ningún tipo de golpe se materializa cuando los explotados y oprimidos reivindican su protagonismo, a partir de la lucha directa en defensa de sus derechos e intereses.

Además de eso, la clase dominante está dividida y los que salen a las calles en defensa del gobierno y del cierre del régimen democrático aún son pocos. Pero, ante la pasividad de los dirigentes de los partidos, movimientos y sindicatos, esa situación puede jugar a favor de Bolsonaro que va a usar la pandemia para tomar medidas de cierre del régimen, como decretar la Ley de Garantía del Orden o cosas similares. Bolsonaro está golpeado, pero no está muerto políticamente, al contrario, él y su base siguen avanzando, chantajeando y provocando, pero pueden ser derrotados. Para eso, es necesario entrar inmediatamente en escena, el momento de la intervención es siempre determinante en política.

No podemos confiar en las instituciones democráticas y jamás debemos apostar a que estas – sabemos a quién sirven – solucionen luchas históricas desde la óptica de los derechos democráticos fundamentales, ya que sólo la clase trabajadora y los oprimidos pueden defender sus intereses y derechos realmente. Es necesario poner en práctica inmediatamente los métodos históricos de organización, resistencia y de lucha de nuestra clase contra el neofascismo, o sea, la más amplia unidad de acción y la organización por la base de un frente de defensa de los derechos democráticos para derrotar a Bolsonaro y su movimiento neofascista.

En fin, precisamos en este escenario de pandemia tomar los cuidados sanitarios, pero que eso no signifique apatía. Es necesario exigir – nuestro partido (PSOL) tiene un importante papel en ese sentido – que el PT, CUT, UNE y Lula salgan del campo de las meras palabras y convoquen, junto al conjunto de la dirección del movimiento de masas, de los sindicatos y partidos, a la ampliación y nacionalización de las acciones callejeras que ya se están poniendo en pie por varias comunidades y movimientos sociales. Disputar las calles con una radicalizada y combativa acción política hoy es crucial. En verdad, es la única salida para barrer esta amenaza contrarrevolucionaria que diariamente crece y nos amenaza. Es hora de mostrar la fuerza de los explotados y oprimidos.

Traducido del portugués por Luz Licht para Izquierda Web

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí