Bolsonaro convoca al Consejo de la República pero se profundiza su aislamiento

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  • Bolsonaro intenta avanzar con la convocatoria al Consejo de la República, con le objetivo de imponer un Estado de sitio que le de un giro autoritario al régimen político, basado en la bota represiva policial y militar.

Renzo Fabb

Los actos pro-golpistas del 7 de septiembre han dejado un resultado contradictorio para Jair Bolsonaro. Ayer logró movilizar a su base reuniendo en San Pablo algunas decenas de miles de personas, aunque él había dicho que esperaban «entre 1 y 2 millones».

La convocatoria a las movilizaciones de ayer fue una reacción defensiva frente a un creciente y múltiple aislamiento: respecto a los otros poderes del estado, respecto a sus ex aliados, respecto a su popularidad. Parece prácticamente imposible que pueda disputar seriamente las elecciones del año que viene y por eso quiere cuestionarlas, siguiendo el ejemplo de Trump en Estados Unidos.

Sus intentos de un gobierno más autoritario, que gire en torno a su poder discrecional, choca con el Poder Judicial y el Congreso. Son éstos, más allá de toda «democracia» quienes vienen arbitrando en la política brasilera desde el derrocamiento de Dilma en 2016, gracias a ellos Bolsonaro hoy está en el poder.

En los actos de ayer, Bolsonaro aseguró que no se sometería a las decisiones que tome el Supremo Tribunal de Justicia. Además, aseguró que «sólo Dios» lo sacará de la Presidencia.

La declaración contra el máximo tribunal se da en el marco de una serie de detenciones de ex funcionarios y allegados al espacio político oficialista acusados de desestabilización de las instituciones democráticas. El propio Bolsonaro también está siendo investigado por esta y otras causas.

Como parte de su avanzada de intentar establecer un régimen bonapartista más autoritario, Bolsonaro ha convocado al Consejo de la República. Se trata de un organismo entre cuyas facultades se encuentran la de decretar el Estado de sitio, intervenciones federales sobre los Estados, cuestiones relativas a la defensa nacional o a la estabilidad institucional. Está conformado por el Poder Ejecutivo y las autoridades del Legislativo: Presidentes de las dos cámaras y de los bloques. El Supremo Tribunal no forma parte del Consejo.

Está claro que el anuncio de la reunión del Consejo es una cobertura institucional a los avances de las tentativas golpistas de Bolsonaro. De todos modos, la iniciativa no parece tener futuro, ya que la mayoría de los lideres parlamentarios ya han manifestado su rechazo a la convocatoria.

De hecho, el Presidente del Senado, el derechista (pero opositor) Rodrigo Pacheco, ha suspendido la actividad de su cámara hasta la semana que viene. Es una «marcada de cancha» al bolsonarismo que necesita hacer aprobar importantes proyectos de reforma del Estado en el Parlamento.

Aislamiento

Sucede que la radicalización derechista de Bolsonaro lo está dejando cada vez más aislado en el panorama institucional y el político. Esta tarde, el Presidente del Supremo Tribunal realizará una declaración pública en rechazo a las amenazas de Bolsonaro a la Corte. En su declaración, el Presidente del Tribunal asegurará que la negativa de obedecer lo dictaminado por el tribunal podría ser motivo de impeachment.

También el Congreso está dejando sólo al oficialismo. Incluso los partidos de la derecha, algunos de ellos hace poco aliados al bolsonarismo, están rechazando las tentativas golpistas del Presidente.

Además, ayer hubo importantes movilizaciones opositoras convocadas por la izquierda y el Movimiento Fora Bolsonaro. Se trata de un frente único de organizaciones que van desde la izquierda revolucionaria hasta la centro izquierda y el progresismo.

Algunos sectores de la burguesía también ven con malos ojos las iniciativas golpistas del Presidente. No por vocación democrática, sino por el temor a que se vean perjudicados sus negocios. Es el caso de la burguesía financiera, que si bien apoya el programa económico neoliberal del bolsonarismo, están decepcionados por su falta de cintura política para llevarlo adelante. Su progresivo aislamiento y debilitamiento en el congreso ha hecho que su paquete de reformas fiscales y tributarias quede empantanado por el momento.

La tensión política en Brasil parece haber entrado en un espiral de crisis. Cuanto mayor es la decadencia política de Bolsonaro, más se refugia en su radicalización pro-golpista, que a su vez sigue aumentando su aislamiento político, y así sucesivamente.

Sin embargo, Bolsonaro sigue teniendo fuerte apoyo en las clases medias reaccionarias, la policía y amplios sectores del ejército, además de una parte de la poderosa burguesía agraria, la más importante de Brasil. El país vive días de definiciones políticas mientras la crisis se profundiza.

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