Bolivia: La central sindical campesina rechaza la renuncia de Evo y llama a resistir el golpe

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Por Redacción

La CSUTUCB emitió un comunicado en el que rechaza la renuncia del gobierno y llama a sus miembros a ponerse en pie de guerra contra el golpe.

El rechazo de la renuncia de Evo para enfrentar el golpe de estado no es una ocurrencia extemporánea “izquierdista”. Las organizaciones de masas atacadas por los golpistas no pueden pelear con las manos desnudas.

Las “condiciones concretas” de la pelea en Bolivia es que los trabajadores, campesinos, originarios y sus organizaciones son el objetivo a aplastar por el golpe. Mucho más que el propio gobierno del MAS, la tradición de lucha de décadas y décadas de los explotados y oprimidos del país andino ha sido un problema que se ha sostenido demasiado en el tiempo para la vieja clase capitalista.

El gobierno de Evo Morales fue un punto de “equilibrio” entre la clase dominante y las organizaciones obreras, campesinas y originarias de Bolivia. En general, todos los gobiernos son una expresión de cierta relación de fuerzas entre las clases enemigas.

Sin dejar de ser capitalista y cumplir el rol de contener a amplios sectores populares, el gobierno de Evo expresó una relación de fuerzas favorable a las masas, en la que la vieja burguesía tuvo que retroceder. Un nuevo gobierno impuesto por el golpe de estado implica torcer esa situación y aplastar a las organizaciones de lucha. La renuncia de Morales implica entregarlas sin pelea: si se consolida un nuevo gobierno reaccionario, sólo puede ser aplastando la cabeza de miles y miles. Hasta que no estén las condiciones maduras para un gobierno obrero y campesino socialista, la única forma de no aceptar mansamente la dispersión de las organizaciones de lucha de los de abajo es rechazando la renuncia del gobierno del MAS.

La historia ha demostrado sobradamente que la renuncia mansa frente a un golpe de estado no sirve para “evitar el derramamiento de sangre”. En este momento, trabajadores y campesinos bolivianos están luchando y muriendo. La renuncia del gobierno al que consideran propio sólo los pone en peores condiciones para enfrentar el golpe. Con la larga historia de triunfos de las organizaciones de masas bolivianas contra el estado y sus fuerzas represivas de las últimas décadas, pensar que no se puede resistir – hacerlo desde la comodidad de una Argentina sin golpe de estado- es peor que ingenuo, es servil. Implica dar por perdida la resistencia popular que ya se está organizando y peleando en las calles o ignorarla deliberadamente.

Reproducimos el comunicado de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.

 

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