
- Con AUKUS, y en coincidencia con el retiro de Afganistán, Estados Unidos gira definitivamente sus cañones hacia el pacífico con la mira puesta en un objetivo muy claro: China.
Renzo Fabb
Estados Unidos, Reino Unido y Australia han presentado la conformación de una nueva alianza militar para Asia-Pacífico llamada AUKUS (por las siglas de cada una de esos países).
Con AUKUS, y en coincidencia con el retiro de Afganistán, Estados Unidos gira definitivamente sus cañones hacia el pacífico con la mira puesta en un objetivo muy claro: China.
El anuncio de la alianza significó una conmoción geopolítica en muchos sentidos. En primer lugar, se trata de un paso importante para Estados Unidos que busca encarar más frontalmente su enfrentamiento con China. Esto demuestra que la confrontación con el gigante asiático no fue una mera táctica política de Trump. Con él, Estados Unidos inauguró oficialmente una nueva orientación estratégica de la cual AUKUS es un paso muy significativo, en la medida en que se trata de un acuerdo militar.
China recibió la noticia como era de esperar: como una amenaza directa. El objetivo de EE.UU. de aliarse militarmente con Australia (es la primera vez que EE.UU. suma un nuevo aliado militar por fuera de la OTAN) representa una «incursión» en el territorio disputado del Pacífico, donde la flota China ha ido avanzando en los últimos años. Cuando las operaciones de AUKUS sean una realidad y la flota australiana patrulle la región marítima del indo-pacífico, la tensión entre los dos bloques escalará inevitablemente.
Alejamiento de la UE
Pero no sólo China se sintió atacada por el acuerdo: AUKUS significa la relegación de la OTAN a un segundo plano.
En la UE, la noticia fue una conmoción, en particular para Francia. Estados Unidos eligió priorizar acordar con un nuevo aliado militar (Australia) y con el país que abandonó la UE (Reino Unido), que ni siquiera tiene salida al pacífico.
Increíblemente, Emmanuel Macron se enteró de la alianza junto con el resto del planeta: por los medios. Para empeorar las cosas, Australia canceló un contrato por la compra de submarinos nucleares a Francia por un valor de 56 mil millones de Euros.
Francia lo tomó como una puñalada trapera: ahora el encargado de suplir a Australia de los submarinos con los que patrullará la región marítima en disputa con China será el Reino Unido de Boris Johnson, incluso a pesar de que comenzar con el trato de nuevo implicará que las naves no estarán disponibles hasta dentro de varios años.
La UE como tal está más debilitada políticamente con este acuerdo. Quienes argumentaban que Reino Unido quedaría aislado en el plano militar por su salida de la UE, ahora se encuentran precisamente con el escenario contrario: los británicos resultaron ser los «premiados» mientras que la Unión Europea se encuentra más aislada que antes.