Alemania: la mayor huelga de los últimos 30 años paralizó el transporte

Alemania comenzó la semana con el transporte público totalmente paralizado. Trabajadores de los trenes, colectivos, aeropuertos y puertos están de paro en la mayor huelga de los últimos 30 años. Los sindicatos exigen un aumento salarial acorde a la inflación histórica del último año.

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Airport workers protest at BER airport during a strike called by the German trade union Verdi in Berlin, March 13, 2023. REUTERS/Christian Mang

La tendencia inflacionaria que recorre el planeta desde el comienzo de la guerra en Ucrania ya despertó un raid de huelgas salariales en toda Europa. Y Alemania no es la excepción. En lo que va del año, los aeropuertos ya fueron paralizados tres veces. Los paros son especialmente fuertes entre los empleados de empresas estatales. Docentes, personal de salud y recolectores de basura realizaron huelgas periódicas en los últimos meses. Los trabajadores de Correo vienen de alcanzar un aumento salarial del 11,5% que resulta ejemplar para el sector público.

Durante 2022, la inflación alemana alcanzó un 7,9%, el registro más alto de los últimos 70 años. Y la interanual llegó al 9,7% en febrero, demostrando que la tendencia sigue siendo al alza y no a la desaceleración.

En la llamada «mega-huelga» de este lunes, el sindicato mayoritario de los trabajadores estatales, Verdi, coordinó sus acciones con la central EVG, que agrupa a 230.000 trabajadores del transporte público. Entre ellos se destacan los empleados de la Deutsche Bahn, la mayor empresa de transporte ferroviario (tanto de pasajeros como de mercancías) del país y propiedad del Estado alemán. Es la primera vez en su historia que Verdi y la EVG convocan a una huelga unificada.

La inmensa huelga puso de paro a más de 2 millones de trabajadores en toda Alemania. Aún así, el carácter de la misma fue mayormente pasivo. Varios agrupamientos sindicales convocaron a pequeñas concentraciones en aeropuertos y estaciones de trenes, pero no hubo cortes ni interrupciones en el tránsito de las metrópolis. Al mismo tiempo, gran parte de las empresas del país optó por volcarse al teletrabajo durante el lunes para evitar embotellamientos y turbulencias en la jornada.

A pesar de que el día transcurrió de forma ordenada, todos los analistas tomaron nota de la demostración de fuerzas que significó la huelga. La medida fue anunciada con varios días de antelación y no casualmente coincidió con el inicio de la tercera ronda de negociaciones entre Verdi y el gobierno federal alemán.

Según datos de la Asociación Alemana de Aeropuertos, 380.000 pasajeros se vieron afectados el lunes. En el aeropuerto de Frankfurt (el más grande de la Unión Europea) se suspendieron 1.200 vuelos afectando a 160.000 pasajeros. Y el único aeropuerto que no se paralizó completamente fue el de Berlín.

Verdi (sigla alemana para Sindicato Unido de Servicios) es el segundo gremio más grande del país, solo por detrás de la histórica organización metalúrgica IG Metall. Este último es el sindicato por rama más grande del planeta. Verdi es además la mayor organización del sector servicios y viene protagonizando varias de las últimas medidas de fuerza relevantes en el país teutón. Su exigencia en la presente ronda de negociaciones apunta a un aumento salarial del 10,5% y un aumento del salario mínimo inicial a 500 euros.

El ferroviario EVG que se plegó a la huelga pide a su vez un aumento del 12%. Algo así como 650 euros más al mes.

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