«Ahora soy genocida»: Bolsonaro se burla de los muertos por Covid

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  • Mientras el país atraviesa el brutal récord de 4195 muertos en 24hs. y la situación hospitalaria está colapsada en muchos lugares, el presidente ultraderechista reivindica su política genocida y se burla de sus víctimas.

Redacción

En estos días ningún especialista tiene dudas que el epicentro mundial de la segunda ola del Coronavirus es Brasil. No es casualidad: desde que comenzó la pandemia el presidente Jair Bolsonaro ha sido una de las principales figuras política a nivel mundial que propugna el negacionismo hacia cualquier medida sanitaria que intente paliar las consecuencias de la pandemia.

Es en ese marco que, mientras las nuevas cepas comienzan a hacer estragos en todo el mundo, como hemos repasado en Izquierda Web, vuelven las cuarentenas y las restricciones en numerosos países, pero no en Brasil. Es que el gobierno nacional con Bolsonaro a la cabeza impulsa la política de «no hacer nada» frente a la Pandemia, minimizando sus riesgos y, en el límite, apostando a una especie de darwinismo social donde sobrevive el más apto.

“Cuando tienes un chico en casa, ¿qué hacés? Dudo que no hayan ganado peso. Lo dudo. Incluso a mí me creció un poco la barriga” dijo en tono de burla mientras se sabía que un nuevo récord de muertes azota al país.

Las declaraciones las realizó frente al Palacio de la Alvorada, frente a un grupo de seguidores ultraderechistas.

Cuestionó también las medidas que intentan implementar algunos gobernadores estatales, diciendo que todo empeoraría si se tomaba cualquier medida de cuarentena. Nada dijo del récord de más de cuatro mil muertes en tan solo un día.

El diario Folha registró que Bolsonaro dijo riendo: “Primero la gente decía homofóbico, racista, fascista, torturador… Ahora… ¿Ahora qué es? Ahora soy… Eso que mata a mucha gente. ¿Cómo se llama? Genocida. Ahora soy genocida”… “¿De qué no soy culpable aquí en Brasil?”

Los números en Brasil: 4.195 muertos en un día, más de 336 mil en total; 86 mil nuevos contagios diarios, más de 13 millones en total.

Pues sí, la realidad habla por sí misma y, por una vez, también por boca de Bolsonaro. «La gente decía» y los hechos confirman que es homofóbico, racista, fascista, torturador y «eso que mata a mucha gente». Nada menos que cuatro mil personas diarias, nada más que más de 300 mil en un año.

La mayoría de los genocidas, cuando tienen que comparecer por sus crímenes, afrontan la acusación de ser tales una vez fuera del poder. Es entonces que no tienen motivos para sonreír ni burlarse. Bolsonaro lo hace desde el cinismo del poder. Si la historia conoce al menos algo de justicia, estas declaraciones deberían ser pruebas en el momento en que Bolsonaro tenga que dar cuenta de sus crímenes frente a un tribunal.

Se burló también de cualquier campaña por las cuarentenas, de los informes de muertes, de la catástrofe a la vista de todos. Afirmó que no son más que campañas mediáticas y que bastaría con sobornar a la prensa para que esos datos dejen de molestar. El concepto de «posverdad», una manera de llamar a la mentira en época de redes sociales, alcanza nuevos significados día a día con la extrema derecha desbocada.

4.195 muertos en un día, más de 336 mil en total; 86 mil nuevos contagios diarios, más de 13 millones en total. Estos números, fríos como un témpano, esconden detrás una sumatoria escandalosa de tragedias humanas reales, de víctimas que tenían sus vidas y sus aspiraciones, de personas de carne y hueso lloradas por amigos y familiares. Para Bolsonaro no son más que un relato, una ideología, algo que simplemente se puede negar.

Porque los negocios capitalistas, llamados por él «la economía», son la ideología y el relato que defiende y sostiene con la carne y la sangre concreta de su política. Las víctimas son humo que se difumina en la «posverdad», los números de las cuentas bancarias de los ricos son el barro del que está hecha la humanidad.

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