- Los candidatos burgueses, conservadores y antiderechos se merecen estar en el basurero de la historia y hay que luchar en las calles contra esas posiciones retrógradas.
Johan Madriz
Este jueves el Partido Nueva Generación dio a conocer su fórmula presidencial. Por tercera ocasión consecutiva Sergio Mena será el candidato a la presidencia y la legisladora hasta hace unos días del PUSC Shirley Diaz estará en la primera vicepresidencia.
Durante el acto de presentación los candidatos ondearon banderas antiderechos y Mena expresó que “Ser una papeleta presidencial provida trasciende las religiones y trasciende los grupos de discusión social”. Justamente dieron a conocer que su campaña tendrá como eje la lucha contra el aborto. En ese sentido también declaró que “Lucharemos en una campaña pro vida, por el derecho de los no nacidos y nos opondremos a cualquier proyecto que vaya en esa línea”.
Por su parte, Diaz ha sido una diputada antiderechos a ultranza. Recientemente se opuso a un proyecto de ley sobre salud sexual y reproductiva que pretende educación y acceso a anticonceptivos porque tiene “tintes” abortistas.
El proyecto lo que dice es “Todas las mujeres tienen derecho a recibir la información pertinente sobre el riesgo que conlleva su embarazo, así como su derecho a decidir sobre la interrupción terapéutica del mismo cuando esté en riesgo su vida o su salud de conformidad con nuestro ordenamiento vigente, así como a la atención integral que garantice su salud de acuerdo con protocolos y normas aprobadas por las instancias pertinentes”.
Con esta candidatura se suma una más que no es una opción para las mujeres. La semana pasada se dio a conocer que Rodrigo Chaves fue encontrado culpable de acoso sexual mientras trabajaba en el Banco Mundial. Por su parte, Rolando Araya expresó que la “vulnerabilidad es un valor femenino”, declaraciones profundamente patriarcales.
Estos candidatos burgueses, conservadores y machistas se merecen estar en el basurero de la historia y hay que luchar contra esas posiciones retrógradas en las calles.
