Organización de ultraderecha estadounidense funciona como centro antiaborto en el país

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  • Heartbeat International opera en el país bajo una fachada proaborto, pero brindan información falsa, realizan manipulación emocional y ofrecer ilegales servicios de adopción.

Johan Madriz

El diario El País realizó una investigación sobre una red de organizaciones que funcionan por todo el mundo como centros antiaborto. En su reportaje se centran en países de América Latina, específicamente Argentina, Colombia, El Salvador, México y Costa Rica donde diferentes reporteras se hicieron pasar por mujeres embarazadas en condición de vulnerabilidad.

Se trata de la organización católica Heartbeat International, fundada en 1971 en medio del proceso judicial “Roe vs. Wade” con cuya resolución se legalizó el aborto en Estados Unidos. Su propósito es “ayudar a mujeres a escapar de la tentación y la presión de abortar a sus preciosos bebés”. Con el tiempo se extendieron hasta tener presencia en 60 países y contar con unas 2.850 organizaciones afiliadas. Además, son conocidos sus vínculos con el conservador Partido Republicano.

En Latinoamérica funcionan a través de los denominados Centros de Ayuda a la Mujer que “se dedican a recibir mujeres con embarazos no deseados, les ofrecen información falsa sobre el aborto y, en algunos casos, la oportunidad de vivir ahí hasta que su embarazo termine”.

“En Costa Rica, el centro se presenta en redes como una clínica para abortar a través del portal quieroabortarcr.com, el cual tiene un logotipo en violeta y verde, así como la insignia ‘Vivas nos queremos’. El portal habla de ‘intervención’ del embarazo a través de pastillas abortivas. Y, a pesar de que en línea se presentan como ‘Mujer al poder’, el centro opera en realidad bajo el nombre Instituto Femenino de Salud Integral (IFEMSI)”. Tras la publicación del reportaje el sitio web dejó de funcionar.

Estos centros encubren su fachada bajo una imagen proaborto. “En Costa Rica utilizan colores e insignias del movimiento a favor del aborto y en contra de la violencia de género”, sin embargo, brindan información falsa. A las reporteras “les mostraron videos y panfletos con información falsa sobre el aborto, como que podría llevarlas al suicidio y podrían sufrir de síndrome post-aborto, una especie de impacto psicológico cuya existencia no está probada. Dijeron que el uso de la pastilla de misoprostol puede llevar a un aborto ‘incompleto’ que puede generar una infección; que un aborto puede ocasionar cáncer de pecho, hemorragia incontrolable, la muerte y hasta una posible amputación de piernas”.

Como opción ofrecen falsos servicios de adopción, con la intención de que se complete la gestación. Estos “servicios” son ilegales en el país. “En 2019, como parte de una primera investigación realizada por la revista OpenDemocracy, una persona que recibió a la reportera en el centro en San José le dijo que ofrecían un proceso de adopción en el que se ‘brincan al PANI’, que es el Patronato Nacional de la Infancia, organización del gobierno que lleva a cabo todas las adopciones legales. Le ofrecieron, incluso, que si quería podía ‘seguir teniendo una relación con los padres adoptivos’. En el país está prohibido intervenir en procesos o intermediar entre madres biológicas y las personas interesadas en adoptar”.

Además, “al establecer contacto, los centros citan a las mujeres en persona, en donde les piden datos personales sensibles como el nombre y contacto de su pareja”. “En 2019, la organización británica Privacy International denunció que, por medio de sus miles de afiliados internacionales, Heartbeat se dedicaba a reunir datos de mujeres que buscaban información sobre el aborto, contactarlas de alguna manera e intentar convencerlas de que no interrumpieran su embarazo, a través de programas intrusivos y sistemas de marketing digital”.

Este tipo de organizaciones, amparadas en un Estado confesional y un gobierno enemigo de las mujeres, opera por la libre imponiendo sus ideas religiosas al conjunto de la sociedad. Con sus posiciones retrogradas condenan a miles de mujeres a concluir sus procesos de gestación y asumir una maternidad no deseada.

Aprovechan la ilegalidad y penalización del aborto en el país, además de la desinformación y los prejuicios, para difundir información falsa, realizar manipulación emocional y ofrecer falsas soluciones. Todo bajo la lógica patriarcal de sometimiento de la voluntad de las mujeres, de que sus cuerpos no les pertenecen y deben ser “maquinas reproductoras”.

Solo mediante la lucha callejera por el aborto legal, seguro y gratuito y por educación laica, feminista y científica se pueden conquistar derechos y derribar la ignorancia sobre la sexualidad, la maternidad y los derechos de las mujeres que los sectores conservadores quieren perpetuar.


Referencias

Todas las referencias “Las nuevas tácticas antiaborto de la ultraderecha en América”. En www.elpais.com

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