Sorry to bother you: la precarización juvenil en el siglo XXI

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  • Esta surrealista comedia estadounidense dirigida por el músico y activista político Boots Riley narra la vida de Cash, un joven afroamericano que, a raíz de conseguir trabajo en un call center, se verá en la disyuntiva entre ascender dentro de la compañía o unirse a la lucha sindical contra la precarización laboral.

Por Martine Luxeburgo y Santiago Damiani

 

La ópera prima de Boots Riley nos presenta a Cassius, apodado Cash, como uno de lxs tantxs jóvenes que buscan un empleo y tienen problemas para sostener un alquiler estable, lo cual hace que tenga que alquilar el garaje de su tío, en el cual vive. Al comienzo del film vemos cómo las necesidades concretas, llevan al joven a realizar distintas maniobras en pos de alcanzar un puesto laboral, con el que al menos pueda subsistir, sin tener deudas ni pedir favores. Esto refleja, por un lado cómo el trabajo dignifica, al posibilitar el sostén propio. Al tiempo, que la desesperación en esta búsqueda, conlleva a que miles de jóvenes, y no tan jóvenes, accedan a trabajar en condiciones muy precarias, sin salarios fijos, y se ven obligadxs a una competencia eterna entre compañerxs.

Luego de una entrevista de trabajo, Cash logra conseguir un puesto como telemarketer, en el cual progresa, aumentando sus ventas telefónicas notablemente, gracias a la “voz de blanco” que imposta en las llamadas. También conoce a Squeeze, un compañero de trabajo que lo incita a formar un sindicato para reclamar por sus derechos laborales y con el cual comienza a organizar al resto de lxs trabajadores para llevar adelante un paro e impedir que se continúe con la actividad laboral normalmente y mejorar las condiciones de trabajo, por medio de una gran huelga.

Sin embargo, debido al meteórico ascenso de Cash, sus patrones lo utilizan como rompehuelgas y le ofrecen trabajar con los llamados “Power Callers”. Allí se ve envuelto en un nuevo mundo, rodeado de lujos, el cual lo ubica en un escalón superior al resto de sus compañerxs y es llevado a reproducir un discurso plagado de meritocracia. Ello pondrá en riesgo la relación con sus compañerxs y con su pareja Detroit, artista y activista. Meritocracia que niega las verdaderas relaciones de poder, propias del capitalismo, imponiendo la idea de que con esfuerzo individual, se consiguen mejores condiciones de vida. Vemos cómo este mecanismo se aplica a diario en las nuevas modalidades de trabajo semi esclavos que actualmente se encuentran en auge, como el teletrabajo y las aplicaciones que realizan envíos de comida. La precarización laboral es de tal magnitud que lxs trabajadores no cuentan ni con el más mínimo derecho laboral, viéndose expuestxs a riesgos que hacen peligrar su salud y, en muchos casos, terminan con su vida. Cabe señalar que en protesta contra estas terribles condiciones laborales, se llevó adelante el pasado miércoles una jornada internacional de lucha de repartidores1, uno de los sectores más golpeados en este contexto de pandemia. Es interesante cómo la juventud precarizada comienza a ser protagonista de un proceso de organización a nivel mundial que recién inicia.

A lo largo de la película vemos que, si bien el nuevo empleo de Cash le permite un ascenso social y económico, a raíz de las presiones de su entorno comienza a cuestionarse su lugar en una empresa que promueve el trabajo esclavo como lo es WorryFree, el principal cliente del call center. A partir de allí, el film toma un giro por demás surrealista, haciendo una sátira de la súper explotación en las nuevas modalidades de trabajo semi-esclavo en la modernidad, y reflejando la alienación causada por el trabajo, los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales. En esta línea, ofrece un mensaje anticapitalista, que se explicita en varias escenas como, por ejemplo, en la intervención artística de Detroit, quien denuncia el histórico saqueo de las riquezas y la situación de opresión del pueblo africano. Incluso va más allá de la mera crítica, mostrando como salida la organización de lxs trabajadores, la necesidad de la consciencia de clase y la lucha por nuevas conquistas que, muchas veces, requiere de enfrentamientos concretos.

Otra de las críticas que manifiesta el film es el rol de los masivos medios de comunicación, los cuales, guiados por la ganancia empresarial, no solo muestran un contenido parcial de la realidad, sino que también difunden, sin ningún tipo de prurito, los anuncios de la compañía esclavista WorryFree. Quien promueve un nuevo modelo de trabajo esclavo en el siglo XXI, donde lxs trabajadores podrán vivir en sus lugares de trabajo, aumentando así, la producción y las ganancias. ¡Cualquier tipo de semejanza con la nueva normalidad, es pura coincidencia!

Sin duda, el momento más extraordinario y confuso de esta singular comedia, es cuando Cash descubre la existencia de una extraña criatura, la cual resulta ser producto de un experimento de la empresa, cuyo objetivo es convertir a lxs trabajadores de la compañía en seres potencialmente superiores en fuerza y mucho más “productivos”. Por medio de esta excepcional metáfora, utilizando la figura del caballo, el director logra reflejar la fuerza de la clase obrera, esencial en las cadenas de producción; al tiempo que deja al descubierto la deshumanización que produce el capitalismo. Sistema económico que, centrado en su desmesurado afán por aumentar las ganancias, lleva a límites inimaginables la explotación.

La cinta tiene una estética y fotografía con tintes expresionista y caricaturescos, similar al de las películas de Tim Burton y, desde el primer momento, se mueve en el ambiente del realismo mágico. La misma cuenta con un diverso elenco, integrado por actores destacadxs y fue aclamada por su originalidad y humor negro a la hora de abordar la temática de la precarización laboral. Su director y guionista, Boots Riley, es un músico de hip-hop y autodenominado comunista, que tiene una larga trayectoria dentro del activismo racial y de clase, además de haber colaborado con otros músicos activistas de la talla de Tom Morello (guitarrista de Rage Against The Machine).


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