Halyna Hutchins: precarización y muertes laborales en Hollywood

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  • Halyna Hutchins falleció en el set de filmación de la película luego de que Alec Baldwin le disparara con un arma accidentalmente cargada con munición letal. Hay un culpable ineludible: las deficientes medidas de seguridad y las pésimas condiciones de trabajo en el set, impuestas por la lógica hollywoodense de “grabar rápido y barato para ganar más”. 

Agustín Sena

Durante la última semana, el nombre de Halyna Hutchins recorrió el planeta. La joven directora de fotografía falleció en el set de filmación de la película «Rust», protagonizada por Alec Baldwin. Mientras grababan, un arma se disparó accidentalmente en las manos de Baldwin. Además de Hutchins, el disparo hirió al director de la película, Joel Souza.

Tras el incidente, se determinó que el arma estaba cargada con municiones reales. Baldwin y los productores no lo sabían. Hay una investigación policial en curso para determinar por qué fue así, cuando la pistola debería haber estado cargada con municiones de salva (que contienen pólvora pero no el proyectil).

La investigación no ha finalizado, pero las preguntas abiertas alcanzan para señalar un culpable ineludible: las deficientes medidas de seguridad y las pésimas condiciones de trabajo en el set, impuestas por la lógica hollywoodense de «grabar rápido y barato para ganar más». 

Negligencia empresarial

La investigación policial se centra en la actuación de dos miembros del set: Dave Halls, asistente de dirección, y Hanna Gutiérrez, encargada de armería. Son las dos personas que manipularon el arma antes que Baldwin. Sin embargo, el tratamiento del arma antes de la escena llama la atención. La pistola no estaba almacenada en el set, sino en un automóvil estacionado fuera del edificio. Gutiérrez la había colocado junto a otras dos armas para ser utilizadas durante el rodaje.

Pero no fue la encargada de armería quien le dio el arma a Baldwin, sino Halls. Según las declaraciones de los testigos, Halls tomó el arma del automóvil y se la alcanzó a Baldwin luego de gritar «cold gun» («arma fría»). Este término suele utilizarse en los rodajes para denominar a las armas seguras (sean de utilería, o armas reales cargadas con balas de salva). Lo llamativo es que quien manipuló el arma fue el asistente de dirección (quien no debería tener tareas de seguridad de este tipo a su cargo) y no la encargada de armería. Esto indica que la pistola no fue revisada ni probada por un especialista antes del disparo.

Luego del incidente salió a la luz que Halls ya había sido parte de un incidente similar. En 2019 fue despedido de la producción «Freedom’s Path» luego de que un arma se disparara accidentalmente y un miembro del set resultara herido. El productor de «Freedom’s Path» declaró que el hecho fue reportado, pero Halls volvió a realizar las mismas tareas en el set de «Rust». Esta vez las consecuencias fueron fatales.

Hannah Gutiérrez, por su parte, llama la atención de las miradas policiales. Pocas semanas antes del incidente, dijo públicamente en un podcast que había estado a punto de no aceptar el trabajo porque «no estaba segura de estar preparada». Además, señaló explícitamente que no sabía cómo cargar municiones de fogueo (es decir, de utilería) y que le había pedido ayuda a su padre, Thell Reed, un armero reconocido en la industria del cine.

Una tragedia anunciada

Más allá de los nombres propios, la investigación señala que las condiciones de seguridad en el set eran sumamente negligentes. La policía determinó que el arma en cuestión fue utilizada de forma recreativa por miembros del equipo de filmación durante los días anteriores al incidente. Se piensa que la usaron para realizar prácticas de tiro «para divertirse». Esto podría explicar la presencia de municiones letales en el arma.

Además, la policía encontró munición de fogueo y munición de salva almacenadas en la misma zona del set. Con las municiones mezcladas y en manos de personal no capacitado, era fácil que sucediera una confusión fatal.

A todo esto hay que sumar el hecho, señalado por decenas de expertos de la industria cinematográfica, de que el uso de municiones (aunque sean de salva) ni siquiera es necesario para la filmación. Con las técnicas de edición modernas, las detonaciones y disparos pueden agregarse post – grabación, eliminando cualquier riesgo.

Así lo señaló Craig Zobel: » ya no hay razón para que haya armas cargadas con salvas ni con cualquier cosa en un set». Zobel es un actor y director de renombre, que participó de la aclamada serie de ciencia – ficción Westworld. Como Rust, Westworld está dominada por la temática del western y abunda en disparos.

No se trata simplemente de que los productores de Rust (entre los cuales se cuenta al propio Baldwin) hayan elegido personal incompetente para tareas de seguridad. Este tipo de negligencias son el resultado de una política común al conjunto de la industria del cine hollywoodense: producir rápido y reducir costos para maximizar ganancias. Incluso si eso significa poner en riesgo la seguridad de los trabajadores involucrados.

No es la primera vez que algo así sucede en la industria del cine. En 1984, el actor Jon – Eric Hexum murió luego de manipular un arma cargada con balas de salva en un set de televisión. En 1993, Brandon Lee (hijo de Bruce Lee) falleció en la filmación de «The Crow». Le habían disparado con un arma accidentalmente cargada con munición real. En 2014 falleció la camarógrafa Sarah Jones en un accidente de tren, luego de que la producción en que trabajaba decidiera filmar sobre la ruta de un tren activo.

Las consecuencias de la precarización

Algunas horas antes del incidente que terminó con la muerte de Halyna Hutchins, un grupo de trabajadores del set de filmación de Rust se retiró de la grabación. Se habían quejado de las deficientes condiciones de seguridad en el set y la precariedad del trabajo. Además de los problemas de seguridad, la productora obligaba a los empleados a trabajar jornadas extensas hasta altas horas de la noche, no les pagaba en tiempo y forma ni les garantizaba transporte y alojamiento. Luego de quejarse, los productores los amenazaron con echarlos del set a la fuerza si no se retiraban.

Similares condiciones de trabajo vienen siendo denunciadas por los trabajadores sindicalizados en IATSE (Alianza Internacional de Trabajadores de Escenarios Teatrales), el sindicato que agrupa a los empleados de la industria del entretenimiento audiovisual. Hace pocos días, 60.000 trabajadores del gremio fueron a la huelga para exigir nuevas condiciones de contratación. Sin embargo, la conducción del IATSE decidió firmar un acuerdo sin mejoras sustanciales para evitar una nueva huelga, en una actitud claramente pro – empresarial.

El caso de Halyna Hutchins desnuda la forma en la que operan las millonarias productoras de Hollywood. Como señalamos desde este portal hace pocos días, se trata de «trabajadores ‘invisibles’ en el producto final, pero sin los cuales estas empresas no podrían generar sus éxitos millonarios». La explotación capitalista (y las formas de precarización que le son características en el siglo XXI) no están ausentes en la industria del cine y el entretenimiento. Como en tantas otras industrias, la precarización y la explotación producen asesinatos laborales en los sets de filmación.

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