4 meses, 3 semanas, 2 días: los peligros de la clandestinidad y el derecho a decidir

0
9

 

  • Dirigida por Cristan Mungiu, esta producción cinematográfica rumana narra el drama en que se ven envueltas dos jóvenes universitarias que deciden interrumpir un embarazo no deseado en la clandestinidad. En este contexto, ambas amigas tendrán que lidiar con un panorama económico crítico, los peligros que implica la ilegalidad del derecho al aborto, conflictos personales  y un abanico de violencias que dejara al descubierto este suceso.

Martine Luxemburgo y Santiago Damiani

En el marco de la “Nueva Ola Rumana”, un proyecto que tenía como objetivo visibilizar a través de historias singulares la avanzada del estalinismo sobre los derechos humanos, esta cinta es proyectada a modo de crítica. Ambientada en 1987, finalizando la decadente burocracia estalinista situada en la República “Socialista” de Rumania, este drama con sutiles elementos de thriller de 2007, plasma con crudeza los peligros intrínsecos de la prohibición del derecho al aborto a los que se verán sometidas las protagonistas Gabita y Otilia.

Estas dos compañeras de estudios, que viven en una precaria y abarrotada residencia universitaria, contactan a un médico para poder realizarse una interrupción voluntaria del embarazo, prohibida por ley. Desde el minuto uno se ven frente a diversas dificultades que deberán sobrellevar como la falta de dinero para rentar una habitación en un hotel barato, los malos tratos de los encargados del mismo y los violentos tratos del médico, quien se aprovechará de la condición de vulneración de las jóvenes. Estas situaciones de violencia y desesperación van escalando hasta que el profesional las fuerza a tener relaciones sexuales con él como forma de “pago”, abusándose de la visible desesperanza y miedo de las chicas.

Luego de esta escena, Gabita se queda en soledad enfrentando momentos críticos. Mientras Otilia asistirá a una reunión familiar en la casa de su novio, reflejándose los desacuerdos y desconfianza en la pareja. Allí suceden más hechos de violencia, siendo uno de ellos una representación visceralmente realista de la imposición social y desamparo que viven muchas mujeres en relación a su deseo de ser madres y tener hijos. Así se da muestra de la idiosincrasia patriarcal de la sociedad y el abandono que miles de mujeres sufren a diario, debido a las políticas de Estado y su negación en el avance de los derechos de las mujeres y niñas. Incluso, en muchas oportunidades, esto conlleva el rechazo del círculo familiar.

Actualmente, en un escenario mundial sumamente complejo y donde la mayoría de los países se encuentran atravesando crisis que repercuten directamente sobre el sector económico y sanitario, la problemática del derecho al aborto se manifiesta como un problema social acuciante. A través del informe de Human Right Watchs se visibilizó la grave situación a las que están expuestas las mujeres, tanto es así que el mismo plantea que las niñas y mujeres pobres han vuelto a una práctica que trae aparejada el riesgo de la mortalidad: el uso de perejil como práctica abortiva. Arrojando cifras tangibles, se plantea que más del 13% de las muertes “maternas” son producto de complicaciones por abortos; en 2016 hubo 39.025 mujeres y niñas que debieron ser internadas en hospitales públicos, de las que 6.114 eran niñas y adolescentes. Asimismo, ante el temor a la persecución, aquellas que manifestaron complicaciones  no concurren a los centros de salud, agravando su situación y riesgo.

A pesar de la relativa simpleza de su premisa, 4 meses, 3 semanas, 2 días es bastante brillante en su ejecución. El director Cristian Mungiu logra transmitir la angustia y desesperación de las protagonistas de forma sutil y minimalista, con planos estáticos, largos y con pocos cortes, dejando que la trama se vaya desplegando lentamente por sí sola. Estos aspectos, junto a la estética miserable de la Rumania de aquella época y las interpretaciones de todo el casting, generan una reflexiva experiencia donde la suma de todas sus partes (unidas con inteligencia) desemboca en una excelente pieza cinematográfica que deja sin aliento al espectador.

Aclamada por el público y la crítica, fue ganadora de la prestigiosa Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2007, siendo la primera película rumana en lograr tal mérito, y rankeada como la 15° mejor película del s. XXI según la BBC. También, generó polémica su falta de nominación en los premios Oscar en la categoría de Película Extranjera, acusando a éstos de conservadores y retrógrados. 

En este contexto, donde los gobiernos ceden a los intereses de la derecha y la presión de la iglesia, ignorando los problemas que atañen a niñas, mujeres y personas gestantes, negando incluso la implementación de los protocolos que garantizan la ILE; resulta imprescindible la acción directa en las calles de las organizaciones sociales y políticas. Tal como se expresó el 28S en una acción global en el Día del Derecho al Aborto Latinamericano y del Caribe, es imprescindible  continuar exigiendo el histórico reclamo del Derecho al Aborto Legal, Seguro, Libre y Gratuito.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí